Editorial Alaire

I

—¡Dime! ¿Se puede saber quién eres?
—¿Cuándo?
—¿Cómo que cuándo? ¡Ahora!
—¿Qué quién soy ahora o que te lo diga ya?
—¡Vale! ¿No quieres que pierda la calma,
verdad que no quieres?
—¡No, de verdad, te puedo contestar ya,
pero creo que no soy siempre la misma,
por eso quiero que me digas
en qué momento quieres que te explique
cómo soy.
Soy variable,
lo que me rodea me afecta anímicamente
y mi ánimo modifica mi comportamiento.
—¡Ya está bien! No des tantos rodeos.
Quiero saber todo lo que sepas de ti.
—¡De acuerdo. Tráeme un boli y una hoja:

Tengo miedo de no conocerme y serme infiel. Un miedo que paraliza mi entrega, nace de la duda:

A dónde irá a parar mi “yo”
compartido
si mi dependencia es temporal.
Y esta preocupación mía,
¿Es tan justa y real como creo?
Ellos, mis amantes, ¿tendrán el empuje
que a mí me falta?
Pero, ¿Qué es de dos desconocidos
que se cruzan en el viaje sin retorno
si el anhelo que se esconde
—en sus entrañas—
no los conduce al mismo lugar?
¿Cómo puedo dormir con esta pregunta?
Será más difícil despertar
y tratar de responderme
en cada una de mis relaciones.

Lo haré de una sola vez en cada caso, sin más ensayo previo que el imaginado antes de pasar por el punto del camino.


II

¿Quién va primero?
¿La escritora, la actriz o la directora?
Empecé como actriz,
pero para ser actriz necesitaba una escritora
y pasé a serlo por pura casualidad,
¿o fue por comodidad?
Más bien sería lo segundo;
estaba harta de buscar personajes.
Así llegué a escribir y me di cuenta
que había escrito de más,
que no podía ser tantos personajes a la vez.
—¿Qué hago? —me dije.
Y mi voz interior gritó:
—Dirige.

De esta forma me convertí en la escritora que actúa dirigiendo. Pero aparecieron nuevos problemas. Me creé unas expectativas, unas metas muy altas y, a la vez la gente comenzó a crear, alrededor mío, otras expectativas.

Empezaron a agobiarme.
¡Eh! Que soy humana, puedo fallar.
Solo pido una cosa: dejadme respirar.

Temo la palabra, mi llanto
y la sensación de angustiosa impotencia
que pueden resultar de mi estado,
igual que temo lo que me puede
deparar la vida.
Y me siento débil y estúpida,
rebelándome ante una condición
que me puede
y a la que me rindo,
indefensa,
con la única arma
de la dignidad perdida
de quien depende de algo.

Hay lo que parece aquí un tejido, un telar de raíces por donde los oficios y las esperanzas pasan. En lo que tiene de pantalla (¿de legado?), el nombre propio es derribado a martillazos y un faro a la distancia forcejea con la niebla. Así se arriba a las incógnitas de todos los días, a esas que, como ciertos fantasmas, solo despiertan cuando se las mira de soslayo.

La memoria no deja de ser, hasta cierto grado, una impostura. Se compone de polen, de sueño, de polvo antojadizo. La línea que se forja con el tiempo acaso deje traslucir un ideal perseguido, o un texto embotellado que aguarda, sin prisas, en algún lejano borde costero.

Las tres ocupaciones elegidas se acumulan y dan la impresión de formar un monolito, una unidad sospechada. Primero son las sensaciones, después el pensamiento cristalizado. Pero lo que en definitiva prevalece es cierto sentido de algo que emerge, de una voz conocedora de todos los meandros.

Empezaron a agobiarme.
¡Eh! Que soy humana, puedo fallar.
Solo pido una cosa: dejadme respirar.

Temo la palabra, mi llanto
y la sensación de angustiosa impotencia
que pueden resultar de mi estado,
igual que temo lo que me puede
deparar la vida.
Y me siento débil y estúpida,
rebelándome ante una condición
que me puede
y a la que me rindo,
indefensa,
con la única arma
de la dignidad perdida
de quien depende de algo.


Remarco esta estrofa porque es la que nos contesta lo que somos, humanos con aires de vencedores
pero sin mirar muchas veces la cortedad de nuestras premisas. Debilidad total en tiempo , en metas y en nuestra existencia.
Tu poema es provocador para el pensamiento, pero expuesto bellamente.
Un abrazo.

Buenísimo, fresco, original... Me encantó, Ana.
Pasaré a leerlo con más calma.
Enhorabuena

Jaime Araos escribió: ↑Vie, 08 Jul 2022 5:12 Hay lo que parece aquí un tejido, un telar de raíces por donde los oficios y las esperanzas pasan. En lo que tiene de pantalla (¿de legado?), el nombre propio es derribado a martillazos y un faro a la distancia forcejea con la niebla. Así se arriba a las incógnitas de todos los días, a esas que, como ciertos fantasmas, solo despiertan cuando se las mira de soslayo.

La memoria no deja de ser, hasta cierto grado, una impostura. Se compone de polen, de sueño, de polvo antojadizo. La línea que se forja con el tiempo acaso deje traslucir un ideal perseguido, o un texto embotellado que aguarda, sin prisas, en algún lejano borde costero.

Las tres ocupaciones elegidas se acumulan y dan la impresión de formar un monolito, una unidad sospechada. Primero son las sensaciones, después el pensamiento cristalizado. Pero lo que en definitiva prevalece es cierto sentido de algo que emerge, de una voz conocedora de todos los meandros.

Esas preguntas u otras peores llegan cuando atravesamos un periodo de galerna. La voz que dirige es la que lo lleva peor, sobre todo si nunca se ha querido esa dirección. Agobia y arremete la vida sin dejarte lamer, a gusto, las heridas.
La actriz ha aprendido a disimular, le viene bien la sonrisa: Que nada se asome hacia afuera. Todo queda dentro del puño cerrado, lágrimas incluidas.
Me ha encantado la descripción que haces de la memoria. Sí, la memoria añade imágenes o polen como tú bien dices.
Gracias por este bello comentario.
Un beso.

Simon Abadia escribió: ↑Vie, 08 Jul 2022 8:57 Empezaron a agobiarme.
¡Eh! Que soy humana, puedo fallar.
Solo pido una cosa: dejadme respirar.

Temo la palabra, mi llanto
y la sensación de angustiosa impotencia
que pueden resultar de mi estado,
igual que temo lo que me puede
deparar la vida.
Y me siento débil y estúpida,
rebelándome ante una condición
que me puede
y a la que me rindo,
indefensa,
con la única arma
de la dignidad perdida
de quien depende de algo.


Remarco esta estrofa porque es la que nos contesta lo que somos, humanos con aires de vencedores
pero sin mirar muchas veces la cortedad de nuestras premisas. Debilidad total en tiempo , en metas y en nuestra existencia.
Tu poema es provocador para el pensamiento, pero expuesto bellamente.
Un abrazo.

Exacto, no podemos con todo. No somos dioses, sobrevivimos en la tragicomedia que es la vida y, a veces, mal que nos pese, dependemos de esa mano amiga, de ese cariño que nos ceden.
A veces esa dependencia no casa bien con la supervivencia. Te descuidas y flojeas.
Gracias por leerme y comentar.
Un abrazo.

Jorge Salvador escribió: ↑Vie, 08 Jul 2022 11:08 Buenísimo, fresco, original... Me encantó, Ana.
Pasaré a leerlo con más calma.
Enhorabuena

¡Cuánto me alegro, Jorge! Frescor y aire es lo que necesitamos con estas olas de calor. Abrir la ventana y respirar decía la canción.
Gracias por leerme y comentar.
Un abrazo.

No queda más remedio que zurcir y continuar. Hay como una depresión en tus versos de una persona que se halla desorientada. Me gustó como expresas los sentimientos. Un placer leerte.
Abrazos

Pilar Morte escribió: ↑Sab, 09 Jul 2022 7:14 No queda más remedio que zurcir y continuar. Hay como una depresión en tus versos de una persona que se halla desorientada. Me gustó como expresas los sentimientos. Un placer leerte.
Abrazos

Este poema ha sido como regurgitar pensamientos de estos días atrás. Algunas obligaciones me llevan por la calle de la amargura. Soy como un imán para resolver o dirigir temas que no pido ni quiero. Llega un momento que necesito respirar aire fresco y tomo vacaciones de amigos, foros, familia, etc.

Gracias por leerme y comentar. Se agradece la compañía.
Un beso.

¡Ay, Ana! pretendemos resolver todo sin ayuda, responder a nuestras preguntas y solucionar sin preguntar a nadie.
Pero somos humanas - y también divinas -

Hay que parar y pedir ayuda si es necesario, y compañía y hombro sobre el que llorar, y una amiga o amigo calladitos que sepan ESCUCHAR y que no interrumpan para contarte sus penas.

Lo bueno, es que eres actriz, escritora, directora, que lo haces muy bien y que no te da miedo equivocarte.
Por lo demás, nos encantan estas preguntas que, como puedes ver son muy compartidas.

Un beso, Ana, gracias por estar y ser como eres.

.

Un Yo despierto y productivo, inteligente y sensible.
El diálogo es muy inclusivo, nos hace mirar nuestra propia letra, querida Ana. Personajes que son figuras alargadas y casi independientes de nuestra reserva intelectual. La afectividad lo irriga todo y hace que puedan complementarse o conflictuarse.
Magnífica elección del tema musical.

Un abrazo de los grandes y mis felicitaciones sinceras.

Marisa Peral escribió: ↑Dom, 10 Jul 2022 14:06 ¡Ay, Ana! pretendemos resolver todo sin ayuda, responder a nuestras preguntas y solucionar sin preguntar a nadie.
Pero somos humanas - y también divinas -

Hay que parar y pedir ayuda si es necesario, y compañía y hombro sobre el que llorar, y una amiga o amigo calladitos que sepan ESCUCHAR y que no interrumpan para contarte sus penas.

Lo bueno, es que eres actriz, escritora, directora, que lo haces muy bien y que no te da miedo equivocarte.
Por lo demás, nos encantan estas preguntas que, como puedes ver son muy compartidas.

Un beso, Ana, gracias por estar y ser como eres.

Confirmo lo de divinas. Humanas también.
Sí, rara vez pido ayuda, aunque tampoco provocó los problemas. Llegan solitos.
Cuando los amigos me echan en falta ya saben que me pasa algo, y llegan en mi auxilio.
Gracias por tu buena lectura y comentario.
Un beso.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 10 Jul 2022 18:01 .

Un Yo despierto y productivo, inteligente y sensible.
El diálogo es muy inclusivo, nos hace mirar nuestra propia letra, querida Ana. Personajes que son figuras alargadas y casi independientes de nuestra reserva intelectual. La afectividad lo irriga todo y hace que puedan complementarse o conflictuarse.
Magnífica elección del tema musical.

Un abrazo de los grandes y mis felicitaciones sinceras.

¡Ya ves, Hallie! Luchando siempre con ese yo compartido. Así no hay forma de serenarse.
Gracias por tu atenta lectura y comentario.
Un beso enorme.