Editorial Alaire

Felipe Fuentes García escribió: ↑Dom, 26 Jun 2022 21:37
Deja, penumbra, que la luz se evada. ¿No
oyes ahora el fluir de las aguas ocultas,
el sereno vaivén de la respiración del verde
en las ramas más tiernas, y el dolor
del ocre de las hojas que caen con el viento?

Estar en el envés de toda luz
que, hiriendo el ojo, nos deslumbre.

Diluirse en el secreto de este mar
cuyas aguas se acrecen adormidas
y en que nada rehuye su halo estremecido.
Palparse en el temblor, la imperceptible
armonía de cuanto habita en todo,
asirse a la verdad de lo que es,
y en ella renacer para sabernos.

Y al preludio del alba surgir en plenitud
como surco en el viento, cauce de simiente;
ser llave en los postigos de la altura, tono
–ascua de sol o de un mirar de estrella–
de un óleo que respira, pincelada
de un instante infinito, a sorbos de su tiempo.

Ser eslabón, residuo, apenas arco
del infinito ciclo donde todo se engendra;
huella indeleble, inmarcesible arpegio
de un alma en resonancia
al abrigo seguro de un fulgor que, al cegarnos,
como lluvia en el limo nos deshace.

Javier Dicenzo escribió: ↑Dom, 26 Jun 2022 23:21 Un placer de lectura, tu obra es de un calibre bueno, de alto nivel literario, un placer, con la aprensión es difícil abarcar toda su magnitud y su sentido, profundo, un placer.
Javier

Armilo Brotón escribió: ↑Lun, 27 Jun 2022 16:02 Versos de alto potencial lírico como no podía ser de otra forma viniendo de tu pluma. No se si has pretendido encuadrarlo en esa gran serie alegórica sobre el amor teniendo como referente a la Naturaleza, pero el poema destula ternura, paz y es muy armónico.

Un abrazo amigo, esperando que te encuentres bien

Alejandro Costa escribió: ↑Mié, 29 Jun 2022 20:48 Buenos versos, Felipe.

Se leen con agrado.

El título es perfecto y la armonía y el lirismo hacen que los versos fluyan solos.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió: ↑Jue, 30 Jun 2022 13:18

Muy hermoso este canto al amor, amigo Felipe, del que destaco los versos que más me han gustado.
Un placer leerte, felicidades.

Abrazos.

Administración Alaire escribió: ↑Jue, 30 Jun 2022 18:28 Felipe, te recordamos que para publicar en Alaire es necesario comentar a los compañeros.
Gracias.

Felipe Fuentes García escribió: ↑Dom, 26 Jun 2022 21:37 Deja, penumbra, que la luz se evada. ¿No
oyes ahora el fluir de las aguas ocultas,
el sereno vaivén de la respiración del verde
en las ramas más tiernas, y el dolor
del ocre de las hojas que caen con el viento?

Estar en el envés de toda luz
que, hiriendo el ojo, nos deslumbre.

Diluirse en el secreto de este mar
cuyas aguas se acrecen adormidas
y en que nada rehuye su halo estremecido.
Palparse en el temblor, la imperceptible
armonía de cuanto habita en todo,
asirse a la verdad de lo que es,
y en ella renacer para sabernos.

Y al preludio del alba surgir en plenitud
como surco en el viento, cauce de simiente;
ser llave en los postigos de la altura, tono
–ascua de sol o de un mirar de estrella–
de un óleo que respira, pincelada
de un instante infinito, a sorbos de su tiempo.

Ser eslabón, residuo, apenas arco
del infinito ciclo donde todo se engendra;
huella indeleble, inmarcesible arpegio
de un alma en resonancia
al abrigo seguro de un fulgor que, al cegarnos,
como lluvia en el limo nos deshace.

Mirta Elena Tessio escribió: ↑Vie, 01 Jul 2022 19:12

Felipe Fuentes García escribió: ↑Dom, 26 Jun 2022 21:37 Deja, penumbra, que la luz se evada. ¿No
oyes ahora el fluir de las aguas ocultas,
el sereno vaivén de la respiración del verde
en las ramas más tiernas, y el dolor
del ocre de las hojas que caen con el viento?

Estar en el envés de toda luz
que, hiriendo el ojo, nos deslumbre.

Diluirse en el secreto de este mar
cuyas aguas se acrecen adormidas
y en que nada rehuye su halo estremecido.
Palparse en el temblor, la imperceptible
armonía de cuanto habita en todo,
asirse a la verdad de lo que es,
y en ella renacer para sabernos.

Y al preludio del alba surgir en plenitud
como surco en el viento, cauce de simiente;
ser llave en los postigos de la altura, tono
–ascua de sol o de un mirar de estrella–
de un óleo que respira, pincelada
de un instante infinito, a sorbos de su tiempo.

Ser eslabón, residuo, apenas arco
del infinito ciclo donde todo se engendra;
huella indeleble, inmarcesible arpegio
de un alma en resonancia
al abrigo seguro de un fulgor que, al cegarnos,
como lluvia en el limo nos deshace.

Hola Felipe, a mi me gusta lo que escribes, no sé si usas alguna estructura que yo desconozco.
En la primera estrofa es como que te adentras en la naturaleza toda, como si pintaras ese árbol
con sus hojas movidas por el viento, me imagino a esa hoja de color ocre amabrino.
Y en forma de preguntas.
Me recuerda a los versos de Becquer
" ¿No has sentido en la noche,
cuando reina la sombra
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora? " ...

Y ese mar tan de ustedes los españoles,
a veces manso, calmado con sus aguas
que parecen dormir, ocultando secretos.

El resto del poema desde mi humilde mirada,
eres el poeta que pinta un liezo con su propio
estilo, con su propio pincel y colores.

He disfrutado el poema, las imágenes llegan
al lector, es lo que a mí me pasa.
- imaginar y sentir el verdor de ese lienzo-
El aroma del paisaje.

Saludos más que cordiles Felipe.

P.D. Aprovecho para decirte que Vicente Fernandez,
se encuentra en su verano navegando las olas del mar.

Pilar Morte escribió: ↑Sab, 02 Jul 2022 0:22 Un poema muy hermoso y de gran lirismo. Ay de esa luz que deslumbra y es fulgor pasajero. Un placer leerte.
Abrazos