Editorial Alaire

Cierro los ojos,
mis párpados descienden
como una pluma negra sobre las hojas, una caricia sobre el dormido pedregal, mojado y sereno entre la niebla.
Me alejo con el cuchillo helado del silencio,
tu también te alejas, silueta de agua,
cabello pulverizado,
con los ojos de río corriendo,
con las piernas difuminadas y profundas, tus hombros; oscuras calas
recogiendo las gotas,
las piernas que te llevan,
el vestido cada vez más de bruma.
Te borraron el rostro amor,
lo sé incluso sin mirarte,
Sin mirarnos, dándonos la espalda,
alejándonos,
sintiendo que tal vez nos conocimos,
que alguna vez nos acariciamos
en este antiguo camino,
mientras nos devoraba la niebla.

Un poema cargado de emoción y de una descripción húmeda que deja ganas de más.
Los recuerdos son así, como el que mira a través de la niebla.
Gracias por compartir, me ha gustado mucho.

Hermoso y emotivo poema. Me gustó.
Abrazos

Tengo en el primer poema tuyo que leí a un intocable poema de amor. Pero este es muy fuerte, tiene un no sé qué que engancha prolongado por una estrofa inmortal de Gonzalo Rojas. Esta maravillosa escuela que enseña a sentir, vuelve en ti a entregarnos argumentos sólidos, verdades que se arrepienten de no habernos mentido.

Sentidos versos.

Me ha gustado.

Saludos.

Isabel Reyes escribió: ↑Sab, 18 Jun 2022 10:17 Un poema cargado de emoción y de una descripción húmeda que deja ganas de más.
Los recuerdos son así, como el que mira a través de la niebla.
Gracias por compartir, me ha gustado mucho.

Hola Isabel!!! Muchas gracias por comentar! La atmósfera que quería transmitir era lo que mencionas, de humedad, de borrosidad, para hablar de los amores que se van y quise representarlos así, como atravesar una niebla y salir solo al final.

Te dejo un abrazo!

Satír.