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Tiempos de cambio IX

Publicado: Mar, 14 Jun 2022 11:12
por Ana Estepa
Tras la guerra todo estaba por reconstruir, mas en los últimos años del franquismo, había claros indicios de cambio. Todo el estado español estaba sumido en una profunda crisis de reestructuración industrial.
Seguían prohibidas las reuniones sindicales, y las de los partidos políticos de izquierdas. Y aunque en las comisarías los interrogatorios, las torturas y las palizas ejemplarizantes continuaban, la muerte del dictador era inminente y la gente ya no tenía tanto miedo.

Mi padre era militante de un partido de izquierdas y afiliado sindical, por lo que mi madre estaba siempre asustada, sobre todo cuando era la hora habitual de llegada a casa y no aparecía.
Para evitar que acudiese a reuniones clandestinas, mi madre, le obligaba a que fuese conmigo a todas partes.
La versión oficial era que íbamos al parque, pero pasé largas horas en el pasillo de la sede del partido, en la iglesia del pueblo, en donde el cura rojo cedía el templo para las reuniones, y en el mismo monte, en donde en una ocasión apareció la guardia civil dando tiros. Perdí un zapato que se me engancho en una zona embarrada y no lo pudimos recuperar, para que no nos alcanzasen "los verdes". Recuerdo volar sobre la espalda de mi padre, agarrada a sus hombros. Los mismos hombros desde donde vi una masa inmensa de cabezas humana, en el centro de Barcelona, el día que volvió del exilio el Presidente catalán Josep Tarradellas.

Ya en democracia, quedaban por pelear muchos derechos que en el resto de Europa tenían desde hacía años.
En mi casa, raro era el mes en el que mi padre cobraba el sueldo completo, por la cantidad de paros sindicales que había en la fábrica. En una ocasión hubo un paro indefinido y estuvo tres meses sin cobrar ni una peseta. Sobrevivimos gracias a la solidaridad vecinal, que en aquellos años era muy activa, y a la pensión de mi abuela.

Recuerdo a mi madre llorando, rogar a mi padre que abandonase la huelga, y a él intentando convencerla de que lo que estaba haciendo era luchar por conseguir un futuro mejor para su familia, y para las futuras generaciones. Y que no había marcha atrás.

La droga irrumpía con fuerza entre la juventud de los antiguos bastiones republicanos, y Catalunya era uno de ellos. Las ansias de libertad, la inmigración masiva desde el sur de España, la ignorancia y la ceguera en la que estaba sumida la población por los años de dictadura, mas la crisis económica de los 80 eran caldo de cultivo de delincuentes desarraigados, que eran capaces de abrirte en canal y robarte cuatro duros para comprar heroína.

En la "Festa Major"(fiesta) de nuestro barrio andaluz en Catalunya, no se escuchaban sardanas, ni música folclórica catalana, en absoluto. Allí se bailaban sevillanas, se bebía vino fino, se comían pinchos morunos y se cantaba "cante jondo".
En los puestos de comida y bebida reinaban la bandera catalana y la andaluza, con la roja de la hoz y el martillo en el centro.

A la mañana siguiente, aparecía en el contenedor de basura alguna joven violada y asesinada. Y sentados en el suelo, contra la pared, se perdía una generación entera de hijos de obreros, que morían, con una jeringuilla colgando del brazo.

Re: Tiempos de cambio IX

Publicado: Dom, 19 Jun 2022 10:15
por Hallie Hernández Alfaro
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Uff, este capítulo me ha parecido extraordinario, Ana.
La narración fluye con los instantes dolorosos a cuesta.
Me ha tocado especialmente los días de huelga, la convicción ideológica del padre y las horas en los pasillos para acudir a la reunión...

Estos Tiempos de cambio prometen.

Gracias por compartir; feliz domingo.

Re: Tiempos de cambio IX

Publicado: Mar, 28 Jun 2022 10:21
por Ana Estepa
Muchas gracias, Hallie. Estoy inmersa en esta catarsis. Besos.