Versolibrismo

Foro en el que se muestra la filosofía de Alaire con respecto al mundo del poema. Aquí, los foristas pueden consultar y resolver dudas sobre asuntos relacionados con cualquier estrato de la poesía.

Moderador: Rafel Calle

Ana Muela Sopeña
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Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

Hola, poetas:

Comparto un artículo que me ha parecido interesante sobre el "versolibrismo".

https://www.lasnuevemusas.com/el-versol ... e-esconde/


Un abrazo a todos
Ana
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Rafel Calle
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EL VERSO LIBRE NO EXISTE
Muchas gracias, amiga Ana, por traer este artículo; es de agradecer que quieras inmiscuirnos en un asunto que es muy difícil de asimilar, no solo por los compañeros de Alaire, sino por los grandes expertos del poema.

Que conste que la Escuela Alaire fue la primera en asegurar, hace muchos años, que el verso libre no existe, lo digo porque los grandes expertos (catedráticos, lingüistas…) pronto se darán cuenta de que es así.

Bueno, parece ser que ya se van dando cuenta de que el concepto de verso libre que está más extendido, tanto estructural cuanto rítmicamente, es un cúmulo de errores que tiene los días contados. A juzgar por el artículo que nos dejas, el autor y varios catedráticos que nombra, han detectado una cierta similitud con el verso medido, no en vano titula así su trabajo: “El versolibrismo y los versos métricos que esconde”. Sí, Ricardo Fernández Esteban ha detectado algo, pero no sabe qué es y, además, cae en un error capital cuando dice nada menos que en el título, lo siguiente: “los versos métricos que esconde”. El versolibrismo, Ricardo, no esconde ningún metro, por la sencilla razón de que tiene su propio metro. Todos los versos, por ser versos, tienen su propio metro. No existe el verso amétrico, a pesar de que la RAE asegure que sí, en uno de sus innumerables errores cuando quiere explicar conceptos de poesía.

No existe el verso libre, como no existe el verso monométrico o polimétrico, solo existe el verso, verso y punto.
Otra cosa son las combinaciones que podamos hacer con las diferentes medidas y acentuaciones de los versos, es decir, lo que llamamos verso libre es una combinación libre que se puede hacer con los versos, o sea, se combinan los versos sin pensar en metrías y, además, se pueden alargar los versos a gusto del poeta. Lo que se dice verso monométrico no es más que una combinación de versos en la que todos los versos tienen la misma medida, en esa combinación si cambia el lugar de las sílabas tónicas tendrá un ritmo polirrítmico y si en todos los versos las tónicas están en el mismo lugar, dicha combinación será monorrítmica (de un solo ritmo). Y lo que se llama verso polimétrico es una combinación de medidas preconcebidas por el poeta; puede ser monorrítmica o polirrítmica, atendiendo a las mismas circunstancias de la combinación monométrica.

Insisto, como demostraré más adelante en este post, los versos son siempre los mismos, así que, cuando nos referimos a verso libre, a verso monométrico, a verso polimétrico, a verso rimado, a verso blanco…, nos referimos a una combinación libre, a una combinación monométrica, a una combinación rimada, etc.

Los versos, por sí mismos, no son libres, ni monométricos, ni rimados, ni blancos…, para serlo necesitan formar parte de una combinación de versos.

En fin, Ana, aprovechando tu artículo y viendo que está muy cerca que los especialistas del poema se den cuenta de conceptos que en Alaire vengo pregonando desde hace muchos años, intentaré explicar y demostrar por qué digo lo que digo.
Abrazos.
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Rafel Calle
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El verso, tan libre como el idioma

El verso tiene una serie de peculiaridades que lo hacen totalmente distinto de cualquier otra manifestación de la escritura. Digo verso, pero debería decir versos, porque para que un verso adquiera su identidad necesita ir acompañado de otro u otros versos, cuantos más versos haya, más consolidado estará el análisis de cada verso. De ahí que cuando decimos verso libre, verso blanco, verso rimado, etc. nos estemos refiriendo a una combinación de versos.

Como es lógico, si alguien quiere crear poemas en verso que puedan tener cierta relevancia, además de saber escribir muy correctamente, tiene la obligación de conocer, aunque sea lo indispensable, lo que significa la versificación. No hablamos de métrica, sino de saber, mínimamente, lo que es un verso.

A continuación, dejo una lista de los versos que se pueden construir en la lengua castellana, no importa que los combinemos de una manera consciente o sin tener la menor idea de lo que estamos haciendo (caso de mucha gente que escribe verso libre), el idioma nos ofrece una serie de variantes y no se puede salir de ellas, porque no hay más. Si bien, está claro que cuando alargamos el verso las variantes estructurales se multiplican, no es menos cierto que los versos largos se componen de periodos rítmico-sintácticos que coinciden con los versos más utilizados en cualquier combinación (hexa, hepta, octo, endecasílabo..., como grupo fónico ideal en castellano).

Veremos que, desde el verso de 2 sílabas hasta el verso de 8 sílabas, las variantes rítmicas están muy acotadas, luego se van abriendo con los eneasílabo, decasílabo y endecasílabo, hasta llegar al dodecasílabo que con 12 sílabas ofrece un abanico de estructuras poco exploradas hasta la fecha y con bastantes aspectos que pueden dejar a los versos sin una adecuada definición, entre simples y compuestos. Cuanto más largo es el verso, menos explorado está y más oportunidades rítmico-estructurales ofrece al poeta.

Como he dicho muchas veces, los versos tienen un nombre y corresponde al número de sílabas que contienen, luego está el lugar que ocupen las sílabas tónicas que es lo que les otorga el apellido y se refiere al ritmo.

Teniendo en cuenta que todos los versos tienen la obligación de acentuar en la penúltima sílaba y que el sistema binario, inherente a todo cuanto late, es el basamento estructural y rítmico de la versificación, la lengua castellana nos ofrece las siguientes posibilidades:

Bisílabo: verso de 2 sílabas, que obviamente tiene muy poco margen rítmico. Un servidor lo cataloga como verso, porque, si lo dejamos como verso independiente, puede ser relevante en el aspecto visual e incluso en el semántico si se encabalga, para poner énfasis en una palabra, pero entre los tratadistas no hay acuerdo sobre su existencia como verso propiamente dicho.

Trisílabo: verso de 3 sílabas. Le pasa como al bisílabo, que algunos expertos opinan que no tiene entidad rítmica para mostrarse como verso independiente, ya que obligatoriamente debe acentuar en 2ª. Yo opino que sí puede ser enriquecedor, tal y como ocurre con el bisílabo, para encabalgamientos y palabras que se quieran resaltar. Además, casa a la perfección en la combinación imparisílaba polimétrica.

Tetrasílabo: verso simple de 4 sílabas. Recordando que todos los versos tienen la obligación de acentuar en la penúltima sílaba —de ahí la alteración del cómputo silábico—, evidentemente, en el tetrasílabo el acento obligatorio cae en la tercera sílaba, con lo cual solo nos queda un sitio para colocar otro acento (tónica), que está en la primera sílaba. Recordemos que en la versificación la tendencia rítmica siempre es binaria, tanto si se cuentan las sílabas cuanto si no se cuentan, así que, cuando aparecen dos tónicas juntas, siempre es ocasional, nunca sistemático, y a ello se le llama acento antirrítmico.

Pentasílabo: verso simple de 5 sílabas; si tiene una tónica en la segunda sílaba se llama pentasílabo trocaico; si la tónica está en la primera sílaba se llama pentasílabo dactílico.

Hexasílabo: verso simple de 6 sílabas; si lleva tónica en segunda sílaba se llama hexasílabo anfibráquico o dactílico, si la tónica cae en 1ª y/o 3ª se llama hexasílabo trocaico.

Heptasílabo: verso simple de 7 sílabas. Si lleva acento en 3ª, se llama heptasílabo anapéstico o dactílico, según sea el análisis rítmico; también puede llevar acento en 1ª. Se llama heptasílabo yámbico cuando acentúa en 2ª y/o 4ª. Cuando lleva acentos en 1ª y 4ª se llama heptasílabo mixto.

Octosílabo: verso simple de 8 sílabas. Es octosílabo dactílico cuando va acentuado en 1ª y 4ª. Octosílabo mixto a, cuando acentúa en 2ª y 4ª. Octosílabo mixto b, si el acento recae en 2ª y 5ª. Octosílabo trocaico, cuando las sílabas tónicas están en sílabas impares, incluso si solo acentúa en 3ª.

Eneasílabo: verso de 9 sílabas, que puede ser simple o compuesto. Se llama anfibráquico si las tónicas están en 2ª y 5ª sílabas. Será iriartino si acentúa en 3ª y ocasionalmente en 6ª. Laverdaico si acentúa en 2ª y 6ª. Gaita gallega si acentúa en 1ª, 3º y 6ª. De canción, que acentúa en 4ª. Enfático, acentuado en 1ª y/o en 5ª. Mixto, acentuado en 3ª y 5ª. Yámbico, que acentúa en 2ª, 4ª y 6ª. En cuanto a los eneasílabos compuestos, obviamente asimétricos todo ellos, podemos citar el 4+5 o al revés, y el 3+6 o a la inversa.

Decasílabo: verso de 10 sílabas, que puede ser simple o compuesto. Se llama arcaico si las sílabas tónicas o acentos están siempre en sílabas impares. Decasílabo de himno, si acentúa en 3ª y 6ª. Se llama mixto si acentúa en 2ª y 6ª. Enfático si lleva acentos en 1ª y/o 6ª. Simple si acentúa en 2ª y 5ª. Respecto al decasílabo compuesto, sobresale el decasílabo simétrico, con dos isostiquios de 5 sílabas, que dependiendo del lugar que ocupen las tónicas pueden ser dactílicos y/o trocaicos. En el decasílabo compuesto puede figurar un 7+3 o al revés, pero es una combinación prácticamente desconocida, muy poco trabajada.

Endecasílabo: verso de 11 sílabas, que puede ser simple o compuesto, si bien, se le suele reconocer como un verso simple, debido a los escasísimos poemas que se han escrito con endecasílabos compuestos. A Rubén Darío y a Manuel González Prada se deben ciertas incursiones en el endecasílabo galaico antiguo, verso que se construye con dos hemistiquios 6+5. Estamos a la espera de que a alguien se le ocurra escribir otro tipo de endecasílabo compuesto, por ejemplo, un 7+4, que sería mucho más propio para poder acentuar en 6ª antes de la pausa interior.
En cuanto al endecasílabo simple, a los conocidos maiori (todos los acentuados en 6ª), minori (acentuado en 1ª, 4ª y 8ª), gaita gallega (acentuados en 1ª, 4ª y 7ª) y sus respectivas variantes rítmicas, añadiremos el endecasílabo arcaico, que acentúa en 5ª y/o 7ª y puede llevar acentos en 1ª y/o 3ª. Endecasílabo mixto, acentuado en 2ª, 5ª y/o 7ª.

Dodecasílabo: verso de 12 sílabas, normalmente compuesto, pero que puede ser un verso simple como ha demostrado Carlos Alberto Gallnnet, poeta que ha sido forista de Alaire en varias etapas, con su dodecasílabo Gallnnet, verso simple que siempre acentúa en 3ª y 7ª. Dodecasílabo ternario, verso simple que acentúa en 4ª y 8ª. En cuanto a los dodecasílabos compuestos, se llama de seguidilla cuando está formado por dos hemistiquios asimétricos 7+5 (la métrica clásica lo clasifica como un híbrido entre verso simple y compuesto porque los ejemplos que tenemos solo admiten fluctuación silábica cuando el primer hemistiquio acaba en esdrújula y no la admiten cuando lo hace en aguda, pero creo que es mejor catalogarlo como verso compuesto a todos los efectos, para normalizar su uso. Dodecasílabo simétrico, verso compuesto que se divide en dos isostiquios de 6+6; según el lugar que ocupen las tónicas será dactílico o trocaico. Dodecasílabo 5+7, verso compuesto asimétrico formado por dos hemistiquios de 5 y 7 sílabas. Dodecasílabo 7+5. Dodecasílabo 8+4, verso compuesto asimétrico formado por dos hemistiquios de 8 y 4 sílabas. Dodecasílabo 4+8.

Tridecasílabo:
verso de 13 sílabas que puede ser simple o compuesto. Es un verso poco explorado en la poesía castellana, si bien, Tomás de Iriarte, Gertrudis Gómez de Avellaneda y algunos modernistas tienen muestras muy válidas del verso de trece sílabas. Tridecasílabo anapéstico, verso simple que acentúa en 3ª, 6ª y 9ª. Tridecasílabo yámbico, verso simple que acentúa en 2ª, 6ª y 10ª y ocasionalmente en cualquier otra sílaba par. Tridecasílabo dactílico, verso simple que se acentúa en 1ª, 4ª, 7ª y 10ª. Tridecasílabo ternario, acentuado en 4ª y 8ª. En cuanto a los tridecasílabos compuestos, mencionar el 7+6, formado por un heptasílabo y un hexasílabo, y el 6+7, que lo forma un hexasílabo y un heptasílabo, ambos con sus variantes rítmicas según sea la colocación de las sílabas tónicas.

Tetradecasílabo: verso de 14 sílabas que puede ser simple o compuesto. El más utilizado es el tretadecasílabo compuesto simétrico, llamado alejandrino, que consta de dos isostiquios 7+7. Incluso a día de hoy, el alejandrino, en sus distintas variantes rítmicas (anapéstico, yámbico y mixto), es ampliamente trabajado. En cuanto a los tetradecasílabos simples, será trocaico si acentúa en las sílabas impares y dactílico si acentúa en 1ª, 4ª, 7ª y 10ª.

Por lo demás, está claro que a partir del tridecasílabo caben otras estructuras, tanto simples como compuestas, que aún no se han explorado o no lo han hecho suficientemente. Además, los tratadistas del poema están acostumbrados a catalogar un verso cuando este aparece en una composición monométrica, con lo que las innovaciones estructurales, sobre todo en el verso libre, para ser analizadas y catalogadas, tendrán que esperar a que cambie la costumbre, ya muy anticuada, de dichos tratadistas.

Es muy curioso que las innovaciones estructurales en los versos largos, estén en manos de autores que trabajan el verso libre. No es que sea muy tranquilizador. En fin, yo les pediría, por favor, que recuerden que trabajar con versos merece un gran respeto.

Seguiremos, compañeros.
Abrazos.
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Rafel Calle
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Re: Versolibrismo

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El versolibrismo y los versolibristas

El poeta está muy marcado por sus inicios en el poema. Si empezó escribiendo verso monométrico rimado y, después, lo ha trabajado bastante —caso de quienes empezaron escribiendo sonetos, décimas, romances… y hoy en día los sigue escribiendo—, a este poeta, habitualmente, le resultará dificultoso escribir verso libre, porque ello significa cambiar diametralmente la estructura versal a la que su cerebro se había acostumbrado. Efectivamente, se queda sin las referencias del metro y la rima, ambos una gran pre-ocupación a la hora de encarar el poema.

Veamos, los ritmos se aprenden, el cerebro los guarda y los emplea basándose en la ley del mínimo esfuerzo, así que, a la hora de componer un poema, el ritmo que escribamos será el que nuestra mente tenga más a “mano”, es decir, el más y mejor aprehendido; además, obviamente, el oído, el buen gusto compositivo, el talento rítmico-literario… tienen mucho que ver en el proceso que da lugar a la combinación rítmica. Por otra parte, si el poeta ha aprendido a visualizar ciertos ritmos (es muy común en los versos endecasílabos), podrá escoger el ritmo de base del poema e ir variándolo acertadamente.

Por consiguiente, si el poeta tiene conocimientos de versificación, especialmente de métrica, y está acostumbrado a trabajar con ellos, no siempre, pero a menudo, le será difícil escribir verso libre, porque ello significa que tiene que combinar los metros sin pensar en metros, cuando, precisamente, estaba acostumbrado a buscar exactamente el mismo metro en todos los versos. En el verso libre no tiene que buscar nada, solo tiene que escribir versos y la métrica surgirá por sí sola, por la sencilla razón de que todos los versos tienen su medida y, claro está, su ritmo. Si dejas ocho sílabas, has dejado un octosílabo y dependiendo del lugar que hayas elegido para las sílabas tónicas, tendrá un ritmo u otro, y así sucesivamente con 6 sílabas, con 7, con 10 o con las que se hayan elegido.

Por el contrario, si el poeta no sabe de versificación y menos de métrica, su cerebro escribirá renglones, ineludiblemente formados por grupos fónicos parejos a los versos más utilizados, porque el idioma le obliga, y esos renglones tendrán una medida y dicha medida corresponderá a un verso del catálogo de versos que se pueden escribir en la lengua castellana.

El poeta versolibrista puro, que es el que más abunda y con muchísima diferencia, no sabe qué tipo de verso está escribiendo, no sabe qué ritmo le ha otorgado al verso, no sabe el porqué de su estética versal e ignora o puede ignorar bastantes conceptos de la versificación primaria, pero, a pesar de todo, será capaz de escribir versos con todas las de la ley, versos que son los mismos que escribiría un poeta ducho en la métrica. Dado que la métrica surge por sí misma, la única premisa para escribir versos libres se tiene que buscar en el conocimiento del idioma —cuanto más, mejor— y, claro está, en respetar el signo de identidad de los versos: la pausa versal. En este punto, queda más claro que el agua que escribir verso libre es muchísimo más sencillo que escribir cualquier combinación monométrica rimada. A igual calidad, la combinación monométrica rimada, hablando del grado de dificultad, no tiene parangón con ninguna otra combinación escrita.

En cuanto al ritmo del verso libre, es el ritmo de cada uno de los versos que se combinan, todos ellos hacen una combinación rítmica, que puede ser mejor o peor, dependiendo de los versos que se hayan escogido y de la propia estructura de cada uno de ellos, lo cual es exactamente lo mismo que pasa con el verso monométrico o polimétrico.

El versolibrista no sabe que está combinando los versos de siempre, pero lo hace a poco que sepa escribir renglones con una mínima calidad. Lo bueno del versolibrismo, si el versolibrista sabe escribir bien y tiene cierta habilidad rítmico-literaria, es que, a partir de los versos de 12 sílabas, puede explorar acentuaciones olvidadas o aún no utilizadas y eso me parece de una importancia capital para la evolución del poema.

Es por ello que a los versolibristas les pido muy encarecidamente que se tomen en serio la versificación, que estén seguros de que un verso no es cualquier cosa, tiene sus reglas, tanto si después forma parte de una combinación libre, como de una rimada, monométrica, polimétrica…

En fin, los versos, todos ellos, de libres tienen muy poco o, mejor dicho, no tienen nada de libres, están obligados a una serie de premisas ineludibles. De lo contrario, no son versos. Para la libertad de los renglones, tenemos el versículo. El versículo admite casi cualquier cosa, pero no es un verso. Los versos no admiten o no deberían admitir ocurrencias.
Seguiremos, amigos.
Abrazos.
Ana Muela Sopeña
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

Gracias, Rafel, por estas explicaciones imprescindibles que nos has dado.

¿Qué puedes decirnos sobre el versículo?
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Rafel Calle
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Amiga Ana:
El versículo es un renglón de la prosa que se emplea para escribir poemas. El poema en prosa está formado por versículos, luego, se llama prosa versicular. La prosa versicular solo se diferencia del verso libre en que no observa la pausa versal; a dicha pausa realmente la deberíamos llamar pausa métrica, porque es el factor que da lugar al número de sílabas métricas de todos los versos.

El verso es la unidad resultante de la segmentación del lenguaje entre pausas métricas, por el contrario, el versículo es un renglón de la prosa. El versículo es amétrico, es decir, mientras que el verso, solo el verso y nada más que el verso está formado por sílabas métricas, el versículo se forma con sílabas gramaticales, exactamente igual que en la prosa.


En la versificación de la escuela Alaire hay tres premisas importantes.
1. La pausa versal es inamovible, se debe respetar siempre y en todo caso.
2. Todos los versos deben poder subsistir a la pausa versal, sin perder el sentido de lo que se está diciendo y tienen que formar una unidad sintáctica; hablamos de esticomitia.
3. Los signos de puntuación impiden la sinalefa, es decir, no se puede hacer sinalefa entre signos de puntuación.


Estos tres puntos se pueden desarrollar profusamente y también dotarlos de mucha complejidad, es una cuestión de tiempo, práctica y aptitudes.

-A partir de ahí, es fácil afirmar que un versículo no es un verso, porque un versículo no observa la pausa versal.

-Un versículo solo termina su sentido por medio del signo de puntuación, por lo tanto, en el versículo no se puede hablar de encabalgamientos, puesto que se lee exactamente igual que la prosa. He ahí una gran diferencia entre verso y versículo, ya que, el versículo, sin signo de puntuación, no termina el significado, es decir, para hallarle el sentido, depende del anterior o del siguiente y, en todo caso, depende del signo de puntuación, mientras que el verso puede utilizar el encabalgamiento para alargar o completar el sentido y, sin embargo, encabalgante y encabalgado sobreviven sintáctica y semánticamente por sí mismos. En esto tenemos una de las aportaciones de Alaire a la renovación del verso: el encabalgamiento no es tratado como un rompimiento, sino como una figura retórica de altísimo rango y con un tratamiento exclusivo de Alaire. Pero, ojo, en el verso, si hay signo de puntuación, no hay encabalgamiento, una cosa anula a la otra.

-Si un verso quiere terminar con una partícula átona, no resultará un verso sino un versículo.

-El versículo se parece mucho al verso multimétrico (llamado libre), porque emplea o puede emplear el lenguaje literario con la misma profusión que en el caso del verso, por lo cual, está a caballo entre el verso y la prosa literaria. Del verso, la técnica rítmico-literaria; de la prosa, su misma estructura formal que puede ser corta, media o larga, pero formalmente prosa.

-El versículo demuestra un concepto capital: El verso en inherente a la poesía, pero la poesía es mucho más que versos. O sea, también se puede escribir poesía en prosa, en este caso, prosa versicular.

-El versículo es la forma del poema en la que prácticamente no existe ninguna norma, todo cabe, ahí caben todas las ocurrencias habidas y por haber.

- El concepto de versículo de la escuela Alaire permite cualquier ocurrencia en el poema, para eso decimos que el versículo es poesía.

-El versículo está para amparar aquellos poemas que se saltan las normas de la versificación.

- El versículo es un seguro de vida para el verso y para toda la versificación.

- Si no se sabe distinguir entre un verso y un versículo, se está poniendo en peligro toda la versificación.

A todo esto, Anita, a veces no es que sea muy fácil llegar a conclusiones sobre si se trata de verso libre o versículo, incluso, la prosa poética puede entrañar muchas dificultades a la hora de analizarla (la prosa poética no es un poema; la prosa versicular sí es un poema). Si te apetece o le apetece a algún compañero, podéis publicar ejemplos y los podemos analizar, todos los compañeros pueden opinar, a ver si así llegamos a ciertas conclusiones.

Seguiremos, compañera.
Abrazos.
Ana Muela Sopeña
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal... "

Este es un fragmento del Capítulo 1 de "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez.

Esta obra ¿Sería un ejemplo de Prosa Poética?
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Re: Versolibrismo

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AJEDREZ

Ajedrez de las nociones recónditas. ¿Dónde estoy? La calle que me llama bulle densa, translúcida, ojival. ¡Piso este suelo estupefaciente y floto! Polen, cóndor, olor, respiración. ¡Todo se mueve cuando yo estoy quieto! ¡Todo está quieto cuando yo me muevo! ¡Tanto desequilibrio me equilibra! La fragua de la nieve que es tu piel, las frenadas del viento de la ausencia. ¡Los astros no preguntan qué son ni lo que soy! Soy el radar que detecta lo que no dice el trueno, la desaparición de Lisboa cuando tú apareciste. Eres la sed de afán de lo que alumbra, transmigración de lo posible, lo oculto de las palpitaciones, ¡luz quebrada del escalofrío!


(de Espectral)

Este poema se llama "Ajedrez" es del poemario "Espectral" del poeta Ángel Guinda.

Dejo un enlace aquí abajo a la biografía de Ángel Guinda:

https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel_Guinda

¿Podría ser esto prosa versicular?
Última edición por Ana Muela Sopeña el Vie, 27 May 2022 12:38, editado 1 vez en total.
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

De Platero y yo, amiga Ana, al ser una reconocidísima obra maestra, mil veces analizada, se podría decir mucho, pero, probablemente, sería repetir lo que ya está dicho. Me quedo con lo que dice Juan Ramón Jiménez en la advertencia que hace en el libro:

ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE LEAN ESTE LIBRO PARA
NIÑOS

Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas
de Platero, estaba escrito para... ¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos
los poetas líricos.
.. Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma.
¡Qué bien!
«Dondequiera que haya niños—dice Nóvalis—, existe una edad de oro.»
Pues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda
el corazón del poeta,
y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo
sería no tener que abandonarla nunca.
¡Isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te
halle yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces,
sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer!
EL POETA


Observemos que el maestro Juan Ramón se refiere dos veces al "libro", libro, sí, pero dice que lo ha escrito "un poeta lírico". Luego habla de "el corazón del poeta". Sigue con "y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer!" Finalmente, Juan Ramón Jiménez firma como "EL POETA", precisamente, en mayúsculas.
Está bastante claro que el maestro quiso que cada cual pensara lo que quisiera de la estructura de su trabajo, eso sí, partiendo de que se trata de un libro escrito por un poeta lírico. En cuanto a mi opinión, diría que es una prosa literaria que Juan Ramón quiso elevar a poesía y, como es habitualmente reconocido, creo que lo consiguió. Prosa sí, pero de altísimo nivel técnico-literario. Y, además, poética, muy poética.

Abrazos.
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

"Ajedrez" es del poemario "Espectral" del poeta Ángel Guinda.

Sí, es un poema en prosa versicular. Ahí va la escansión que lo prueba:

Ajedrez de las nociones recónditas.
¿Dónde estoy?
La calle que me llama bulle densa,
translúcida, ojival.
¡Piso este suelo estupefaciente y floto!
Polen, cóndor, olor, respiración.
¡Todo se mueve cuando yo estoy quieto!
¡Todo está quieto cuando yo me muevo!
¡Tanto desequilibrio me equilibra!
La fragua de la nieve que es tu piel,
las frenadas del viento de la ausencia.
¡Los astros no preguntan qué son ni lo que soy!
Soy el radar
que detecta lo que no dice el trueno,
la desaparición
de Lisboa cuando tú apareciste.
Eres la sed de afán de lo que alumbra,
transmigración de lo posible,
lo oculto
de las palpitaciones, ¡luz
quebrada del escalofrío!

Como se puede observar, el poema puede ser un polimétrico imparisílabo perfectamente estructurado, con profusión de endecasílabos, incluso un sáfico, eneasílabos, un alejandrino... Por consiguiente, el poeta lo ha dejado como una prosa versicular, pero el poema puede cambiarse a verso polimétrico y a verso libre y, desde luego, seguirá diciendo exactamente lo mismo.
En fin, Ana, no es que este ejemplo sea muy cuestionable, ya que está claro que Ángel Guinda lo ha escrito pensado en verso, solo que ha omitido la pausa métrica. Como he dicho en otro comentario, la prosa versicular es muy probable que solo se diferencie del verso libre por la omisión de la pausa métrica.
Abrazos.
Ana Muela Sopeña
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana Muela Sopeña »

Efectivamente, Ángel Guinda lo ha pensado en verso y ha omitido la pausa métrica.

Su poemario "Espectral" es todo así.

Un abrazo
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Ana García
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana García »

Rafel Calle escribió: Vie, 13 May 2022 18:57 Amiga Ana:



A todo esto, Anita, a veces no es que sea muy fácil llegar a conclusiones sobre si se trata de verso libre o versículo, incluso, la prosa poética puede entrañar muchas dificultades a la hora de analizarla (la prosa poética no es un poema; la prosa versicular sí es un poema). Si te apetece o le apetece a algún compañero, podéis publicar ejemplos y los podemos analizar, todos los compañeros pueden opinar, a ver si así llegamos a ciertas conclusiones.


Te tomo la palabra, Rafel. Y te pregunto si el texto de mi autoría (viejito ya, pensaba que le había subido en Alaire pero no está) se le puede considerar prosa poética:

¿Por qué podará la hiedra el jardinero? ¿Y si la dejara crecer, penetrar por mi ventana y llegar hasta mi alma insomne?
Abriría bien la boca para facilitarle el paso. Sin moverme hasta que la hiedra lo invada todo, que tapice mis pulmones, mi estómago, mi calavera y también mis ojos por dentro.
Verde que te quiero verde pena mía. Verde viento. Verdes ramas de esta hiedra silenciosa, casi mineral, casi muerta como yo querría esta noche mi alma.
El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Cada cosa en su sitio, no este esfuerzo constante por meter en el olvido lo que nunca debió de salir de él. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas. Mi alma solo puede ver hoy la hiedra detenida al borde de la ventana en la que se dibujaron hace horas los perfiles de mis amigos, diciéndome adiós con la mano. Oigo su charla animada alejándose. Quizás sea de día cuando regresen. La noche les embrujará como siempre en las calles empinadas y laberínticas de mi alma.
¡Quiero estar con ellos! No quiero estar en este abismo entre las palabras y en este dolor que querría gritar. Noches verdes de balcón viendo una ciudad vacía para mí y sin tener el menor consuelo de nada. Y siempre la voluntad de que mi ánimo no se filtre en mi cara, para que no se abra lo más puro de mí ante las miradas de los que no deben nunca verlo.
Me agazapo en los márgenes, en los espacios entre palabra y palabra, incluso en las que taché y fueron a la basura. En las que nadie verá sino yo porque dejaron su huella verde. Allí se me encontrará, en el gesto del desconocimiento de los que me conocen, en la mano que se crispa dentro del bolsillo y que nadie advierte al contemplar una fotografía. Porque el tiempo detenido en un papel es mentira. Tan solo es lo que fuimos en un instante, mientras seguimos viviendo en otra parte.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.


¿Dónde me visitará la muerte? ¿Qué palabras acudirán a mi cabeza en ese instante? No serán las que figuran alineadas y limpias en el Romancero Sonámbulo de Federico.
Serán las otras, las malditas, las que taché una y mil veces y acabaron arrugadas y sucias entre las mondas de naranja y las medialunas de mis uñas cortadas. Ésas serán mi consuelo en las horas más solitarias. Yo iré a reunirme con ellos, con los que se fueron.
¡Quiero morir lejos de casa! Que se callen los versos anudados a mis horas con la suavidad con que se borra la hiedra verde y muerta de esta noche, ahora blanca, mientras escucho a mis amigos que regresan bajo esta ventana a buscarme.


Sigo este post que es sumamente interesante y que me aportará un buen aprendizaje.
Un abrazo.
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Ana García
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Ana García »

P.D. Amiga Ana García, antes de comentar tu trabajo, me gustaría que tú nos dijeras lo que crees que has escrito.

Con La Hiedra quería transmitir un estado de ánimo lleno de tristeza, dolor y rabia de vida, empleando una voz lírica y apoyada del Romancero Sonámbulo de Federico.
El caso es que además de intentar escribir estos sentimientos cuento cosas. Y ahí podemos entrar en la parte narrativa, aunque no era la finalidad perseguida.
Por eso yo creo que es prosa poética. Al menos está libre de métrica y rima.
De ahí que haya subido La Hiedra para ver que opináis.
Un abrazo.
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Rafel Calle
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

De acuerdo, Anita, sí, es prosa poética, también llamada prosa rítmica, si bien en ella el ritmo es regresivo, es decir, se manifiesta en repeticiones ocasionales, nunca sistemáticas; por ejemplo, en el caso de tu prosa la repetición de los sonidos vocálicos, sobre todo a - a, aparece cuando nadie se lo espera y ningún dato nos los indica, así que, aunque el ritmo regresivo es más que nada un fenómeno estilístico, al final tiene mucho que ver en la musicalidad del discurso.
Decía que a veces no es fácil concluir que un texto es esto o aquello, porque lo que pasa en tu trabajo es más o menos lo mismo que ocurre en la prosa versicular o el verso libre.
Decirte que este trabajo se merece que lo publiques para disfrute de tus numerosos y fieles seguidores.
Abrazos, compañera.
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Rafel Calle
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Re: Versolibrismo

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Amiga Ana:
Espero que haya quedado claro que el verso libre tiene el ritmo que le otorga la combinación de sílabas tónicas, átonas y silencios, en cualquiera de sus órdenes, que se hallan en todos los versos.

Así pues, el ritmo del verso libre se produce exactamente igual que en cualquier otra combinación que no sea monométrica y rimada.

Supongo que ha quedado meridianamente claro que cualquier verso tienen su ritmo. Es más, la prosa también tiene su ritmo y se produce exactamente igual que en el verso, salvo el efecto de la pausa métrica, que es exclusivo de los versos.

Una vez que los versos se combinan, el ritmo será el resultado de la combinación rítmica que se produce con cada uno de los versos que la componen.

Si es verso rimado tendrá un ritmo muy marcado, porque, además del ritmo de cada verso, habrá una coincidencia fónica al final de cada verso.

Si es verso blanco tendrá el ritmo que resulte de la combinación rítmica de cada verso. Puede ser un ritmo acentual que coincida en el mismo lugar de una o varias sílabas, pero no tiene por qué coincidir, de hecho, ni siquiera en una combinación monométrica, por ejemplo, de endecasílabos, las sílabas tónicas tienen por qué coincidir, necesariamente, en los mismos lugares.

Y ¿qué pasa en el verso libre? Pasa exactamente lo mismo que en cualquier otra combinación rítmica, es decir, que se combinan los ritmos de cada uno de los versos.

Con respecto a que sean versos prosaicos, pues, el prosaísmo no es un elemento esencial para la faceta rítmica, es otra cosa. Podemos hablarlo aquí, si es que alguien se anima. El prosaísmo es un defecto del verso, se produce, sobre todo, por falta de creatividad literaria, además, en la extensión del verso aparecen palabras que no aportan nada, fácilmente suprimibles.

Abrazos.
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