Para mi compañera y amiga Ana García, en felicitación por su sugerente y directa poesía

[Ricardo López Castro]

"El futuro es una sombra
y el fruto de un ayer
NO VA MÁS."
Ana García

Rescates metafísicos,
laberintos de tiempo,
persiguen nuestra infancia,
y su imaginación tiene forma de osario,
a ti, patio sobre el pasado,
donde las plumas vuelan,
y se escalan los ojos,
a ti, ¿qué claridades abren cada latido?
Sobrepasas el ciclo de los cielos.

Las tinieblas en mí son anzuelos de fe,
tú revelas la fuente y los bosques concéntricos,
resbalas por mi última mejilla
con atuendos distantes -Mariposa y confín
de los limbos, ahí, duermen nuestras estrellas,
con recuerdos que intentan dividirse.-,
y en el suelo, no existen todavía las lluvias,
que estrangulan el faro, y que achican la luz.

La sazón se congrega, hábitat de los labios,
sin embargo el destino siempre les vuelve escépticos.
Y los árboles son una calamidad,
pero crían raíces, de las que nunca huyo,
de esta nada de huellas ¡ah mis cinco sentidos,
basados en augurios, y en espacios silentes!
Cuando la suma resta, también nos multiplica,
y en pequeñas partículas gotea cada ciencia,
cada vida, con últimas palabras,
para ti, y tu poesía. Descubrir la verdad,
la semilla del bien, atravesar la tierra,
es igual de especial que la ventura.

Odisea de brotes, primaveras perdidas,
marchitos sentimientos,
que dicen mucho más que cualquier brillo.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Una maravilla de poema dedicado, querido amigo.
Creo que mantendré los aplausos a riesgo de la queja de mis manos.

Abrazo doble y felicidad.

[Ana García]

Por fin puedo comentar este regalo tan generoso. Vaya por delante mi agradecimiento total, tú que escribes de maravilla me dedicas algo tan bello. Lees, me lees y lo deduzco de tus versos. Muy buena memoria la tuya, porque tengo bastante subido en el foro y has leído entre líneas.

Parafraseando a Hallie y su forma de comentar cuando algo le llega fuerte:

Rescates metafísicos,
laberintos de tiempo,
persiguen nuestra infancia,
y su imaginación tiene forma de osario,
a ti, patio sobre el pasado,
donde las plumas vuelan,
y se escalan los ojos,
a ti, ¿qué claridades abren cada latido?
Sobrepasas el ciclo de los cielos.

Los huesos que llevo en la mochila. Esa infancia que no es la que yo desearía para una niña o niño. Y me das luz para traspasar esa oscuridad. Parece un mantra.

Las tinieblas en mí son anzuelos de fe,
tú revelas la fuente y los bosques concéntricos,
resbalas por mi última mejilla
con atuendos distantes -Mariposa y confín
de los limbos, ahí, duermen nuestras estrellas,
con recuerdos que intentan dividirse.-,
y en el suelo, no existen todavía las lluvias,
que estrangulan el faro, y que achican la luz.

Una estrofa paisajista desde o donde parten los sueños. Me muestras tu yo de luchas, anzuelos para que piques. Supongo que ya, hoy día, te escurres como las anguilas. Difícil pillarte. Tu fuerza mental hace que ya no llueva sobre mojado.

La sazón se congrega, hábitat de los labios,
sin embargo el destino siempre les vuelve escépticos.
Y los árboles son una calamidad,
pero crían raíces, de las que nunca huyo,
de esta nada de huellas ¡ah mis cinco sentidos,
basados en augurios, y en espacios silentes!
Cuando la suma resta, también nos multiplica,
y en pequeñas partículas gotea cada ciencia,
cada vida, con últimas palabras,
para ti, y tu poesía. Descubrir la verdad,
la semilla del bien, atravesar la tierra,
es igual de especial que la ventura.

Tus poemas son un cúmulo de conocimientos, un acelerador de ideas. Y aquí me descubres que lees los labios y que te crees poco, pero sabes escuchar. No necesitas pararte demasiado, tu velocidad llega antes que tus palabras. Muy bella la última parte, la ventura, la buena ventura de descubrir la tierra, esa que en su crueldad no te va a mentir nunca.

Odisea de brotes, primaveras perdidas,
marchitos sentimientos,
que dicen mucho más que cualquier brillo.

Broche final que resume nuestras vidas, posiblemente paralelas o no. ¿Qué importa si es así o no? Importa que disfruto con tus cosas, aunque me vuelvas loca con tanta idea sumergida en cada verso.
Gracias por ser mi amigo. Palabras es el mejor regalo que puedo recibir, siempre.
Un beso enorme.

[Ricardo López Castro]

Hola Hallie, es un verdadero placer tenerte por este trabajo tan especial.
Me alegra muchísimo lo que me dices sobre él, dada tu enorme y profunda sensibilidad.
Abrazos y felicidad a montones, amiga mía.

[Ricardo López Castro]

Por fin puedo comentar este regalo tan generoso. Vaya por delante mi agradecimiento total, tú que escribes de maravilla me dedicas algo tan bello. Lees, me lees y lo deduzco de tus versos. Muy buena memoria la tuya, porque tengo bastante subido en el foro y has leído entre líneas.

Parafraseando a Hallie y su forma de comentar cuando algo le llega fuerte:

Rescates metafísicos,
laberintos de tiempo,
persiguen nuestra infancia,
y su imaginación tiene forma de osario,
a ti, patio sobre el pasado,
donde las plumas vuelan,
y se escalan los ojos,
a ti, ¿qué claridades abren cada latido?
Sobrepasas el ciclo de los cielos.

Los huesos que llevo en la mochila. Esa infancia que no es la que yo desearía para una niña o niño. Y me das luz para traspasar esa oscuridad. Parece un mantra.

Las tinieblas en mí son anzuelos de fe,
tú revelas la fuente y los bosques concéntricos,
resbalas por mi última mejilla
con atuendos distantes -Mariposa y confín
de los limbos, ahí, duermen nuestras estrellas,
con recuerdos que intentan dividirse.-,
y en el suelo, no existen todavía las lluvias,
que estrangulan el faro, y que achican la luz.

Una estrofa paisajista desde o donde parten los sueños. Me muestras tu yo de luchas, anzuelos para que piques. Supongo que ya, hoy día, te escurres como las anguilas. Difícil pillarte. Tu fuerza mental hace que ya no llueva sobre mojado.

La sazón se congrega, hábitat de los labios,
sin embargo el destino siempre les vuelve escépticos.
Y los árboles son una calamidad,
pero crían raíces, de las que nunca huyo,
de esta nada de huellas ¡ah mis cinco sentidos,
basados en augurios, y en espacios silentes!
Cuando la suma resta, también nos multiplica,
y en pequeñas partículas gotea cada ciencia,
cada vida, con últimas palabras,
para ti, y tu poesía. Descubrir la verdad,
la semilla del bien, atravesar la tierra,
es igual de especial que la ventura.

Tus poemas son un cúmulo de conocimientos, un acelerador de ideas. Y aquí me descubres que lees los labios y que te crees poco, pero sabes escuchar. No necesitas pararte demasiado, tu velocidad llega antes que tus palabras. Muy bella la última parte, la ventura, la buena ventura de descubrir la tierra, esa que en su crueldad no te va a mentir nunca.

Odisea de brotes, primaveras perdidas,
marchitos sentimientos,
que dicen mucho más que cualquier brillo.

Broche final que resume nuestras vidas, posiblemente paralelas o no. ¿Qué importa si es así o no? Importa que disfruto con tus cosas, aunque me vuelvas loca con tanta idea sumergida en cada verso.
Gracias por ser mi amigo. Palabras es el mejor regalo que puedo recibir, siempre.
Un beso enorme.

Pues me alegra muchísimo el acertadísimo análisis que haces del poema.
Lo magnificas, solo con tu presencia y palabras.
Puede ser que nuestras vidas sean similares en esencia, por ello me llamaron la atención estos versos tuyos breves y contundentes.
Ahora esto me ha servido para conocerte un poco o bastante mejor, y lo cierto es que me eso me encanta.
Muchísimas e infinitas gracias por todo, amiga poetisa, amiga de versos, de palabras.
Un gran abrazo y un beso enorme para ti también.

[Ana Muela Sopeña]

Bellísimo poema dedicado a Ana García, gran escritora y poeta.

Consigues, Ricardo, hacer de lo terrible algo bello. Eres un alquimista de la palabra.

Felicitaciones y aplausos por esta maravilla.

Un beso grande a ambos
Ana

[Ricardo López Castro]

Mil gracias amiga Ana.
Me alegra muchísimo tu comentario y me siento muy halagado con tus palabras.
Abrazos y felicidad a montones.

[Francisco Lobo]

Cuando la suma resta, también nos multiplica,
y en pequeñas partículas gotea cada ciencia,
cada vida, con últimas palabras,
para ti, y tu poesía.
Marchitos sentimientos...

A veces, amigo, los sentimientos no son tan marchitos. Los que sí lo son vuelven a nacer un poco en cada verso. Un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Puede que tengas razón...
De todos modos, aunque forme parte del matiz, mi opinión radica en la perspectiva.
Si lo veo de forma subjetiva, o no, también puedo pensar que duermen porque hay gente que se guía más por la mente.
Por lo tanto, aunque el equilibrio esté entre cabeza y corazón, la poesía es, relativamente, y siempre, un punto de vista.
Para mí está bien descrito, aunque agradezco lo que me has expresado aquí.
Abrazos y felicidad, amigo Francisco.