Editorial Alaire

"Tengo el corazón encogido
por miedo a quererte más de lo que abarca
o quizá por no abarcarte más de lo que quieres,
porque medir no es tan sencillo como soñar
y no sé cuantos kilómetros hay
de los cordones de mis zapatos a tus manos
ni cuantos metros me puedes querer
o cuantos milímetros quieres quererme"



Magnífico, en mi opinión, claro. Aplausos. Muchos.

Blanca

.



Lleva tu sello inconfundible de poesía inteligente y fresca.
En éste te veo algo preocupada por las medidas, pero creo que a la hora de la verdad, a la hora en que el verdadero amor hace acto de presencia, desaparecen todas las métricas universales sobre distancias.

Buen poema, bueno, bueno. Me gustó.

Mis mejores saludos.



.

El miedo nos encoge todo y eso que el asunto del amor no deberían exirtir ni el miedo ni las medidas.

Hasta el gesto del meñique alzado he hecho para interactuar en tu poema. Me encantas Loída.

Besos.

L.Ariza escribió:Tengo el dedo meñique alzado
para ver si te enganchas en él
y te quedas a vivir tres vidas en la palma de mi mano,
pretendo robarte un pedazo de risa
para hacerme un collar con suspiros
y colgármelo del cuello,
que puedas respirarlo cada vez que me besas,
encuentres en él lo que has perdido por el camino
lo que nadie es capaz de encontrar en los bajos de mis pantalones
ni en las plantas de tus pies.

Tengo el corazón encogido
por miedo a quererte más de lo que abarca
o quizá por no abarcarte más de lo que quieres,
porque medir no es tan sencillo como soñar
y no sé cuantos kilómetros hay
de los cordones de mis zapatos a tus manos
ni cuantos metros me puedes querer
o cuantos milímetros quieres quererme

Amiga L. Ariza:

Es claramente un poema en clave de humor
y sin embargo...

El collar no es de cantos ni de risas,
sino de suspiros...
y algo se perdió por el camino...
y el corazón está encogido de miedo
a querer en kilómetros
y ser querido en milimetros...

Y sin embargo...
es encantador y embruja al que lo lee.

¡¡Felicidades!!

* * *

Vosotros si que me encantais a mi!
Gracias por pasar, suspiremos pues...