Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió: ↑Lun, 02 May 2022 11:52 Verte, en el carmesí del algodón,
latiendo febril como un astro en la penumbra.

Sólida raíz de un pretérito que nos llama,
con himnos de niebla,
con ojeras azules,
con vientres que se unen
como cuentas de un collar inválido.

Verte, detrás de los candiles apagados,
eternamente, igual que tótems al trasluz de un ejército de sombras.

Verte, cuando juegas al escondite en un palacio de cristal,
cuando ya no imaginas tus alas,
porque has dejado de ser pájaro
y ya no te importan,
ni el viento
ni el horizonte,
ni ese olvido que acompaña, siempre, al nómada.

Mirta Elena Tessio escribió: ↑Lun, 02 May 2022 12:23

Ramón Carballal escribió: ↑Lun, 02 May 2022 11:52 Verte, en el carmesí del algodón,
latiendo febril como un astro en la penumbra.

Sólida raíz de un pretérito que nos llama,
con himnos de niebla,
con ojeras azules,
con vientres que se unen
como cuentas de un collar inválido.

Verte, detrás de los candiles apagados,
eternamente, igual que tótems al trasluz de un ejército de sombras.

Verte, cuando juegas al escondite en un palacio de cristal,
cuando ya no imaginas tus alas,
porque has dejado de ser pájaro
y ya no te importan,
ni el viento
ni el horizonte,
ni ese olvido que acompaña, siempre, al nómada.

Hermoso poema que nos compartes.
Verla, es más profundo aunque haya dejado de ser pájaro.
Tienes que verla como es realmente. A veces vemos lo que queremos ver.
Si la amas no mires atrás.
Me ha gustado mucho que compartas tus sentimientos Ramón.
Abrazos.

Ramón Carballal escribió: ↑Lun, 02 May 2022 11:52 Verte, en el carmesí del algodón,
latiendo febril como un astro en la penumbra.

Sólida raíz de un pretérito que nos llama,
con himnos de niebla,
con ojeras azules,
con vientres que se unen
como cuentas de un collar inválido.

Verte, detrás de los candiles apagados,
eternamente, igual que tótems al trasluz de un ejército de sombras.

Verte, cuando juegas al escondite en un palacio de cristal,
cuando ya no imaginas tus alas,
porque has dejado de ser pájaro
y ya no te importan,
ni el viento
ni el horizonte,
ni ese olvido que acompaña, siempre, al nómada.

Marisa Peral escribió: ↑Mar, 03 May 2022 18:25

Ramón Carballal escribió: ↑Lun, 02 May 2022 11:52 Verte, en el carmesí del algodón,
latiendo febril como un astro en la penumbra.

Sólida raíz de un pretérito que nos llama,
con himnos de niebla,
con ojeras azules,
con vientres que se unen
como cuentas de un collar inválido.

Verte, detrás de los candiles apagados,
eternamente, igual que tótems al trasluz de un ejército de sombras.

Verte, cuando juegas al escondite en un palacio de cristal,
cuando ya no imaginas tus alas,
porque has dejado de ser pájaro
y ya no te importan,
ni el viento
ni el horizonte,
ni ese olvido que acompaña, siempre, al nómada.

Es precioso este poema, Ramón, a pesar del dolor que transmite.
Te envío un grandísimo abrazo, amigo.

Lunamar Solano escribió: ↑Mié, 04 May 2022 1:10 Bello y de hondo mirar mi querido amigo...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy