Editorial Alaire

El aire me silbaba,
golondrinas en vuelo,
buscaban mis sentidos,
como tantas otras veces,
algo que les traspasara.

Vengo de una vicisitud sin fondo
y necesito luz,
acepto fuego a cambio de una menor doblez,
no me rindo ante el orden natural del carácter,
forma ya una pequeña parte de mí la inquina.
Huyen, aun sin moverse, mis ideas oscuras,
se mimetizan en la sombra,
siguen el rastro de mi cuerpo,
como las olas al llegar a la playa
una y mil veces, con instinto salvaje,
recubierto de sed laminada y dispersa
predispuesto a beber la arena en mi desierto.

Suele esconder estrellas,
olisquear pisadas,
esconderse del miedo,
introducirse en mí, como un virus cutáneo,
no escucho, ni pienso,
a través de esta nueva perspectiva,
late, solo, el delirio,
exorcismo de sol, que penetra en mi mente,
serpentea, se topa solo con rectitudes,
con una encrucijada y un espejo.

Él intenta encontrarme, se tropieza consigo.

Si me coaccionara,
si me tentase al menos...

No le habría engañado,
como hacen los amantes.

Es siempre interesante saber con qué personajes espirituales relacionarnos y de qué otros mantenernos alejados.

Originales versos. Para reflexionar, Ricardo.

Felicidades
Un abrazo
Ana

Un escrito, que me lleva por lugares misteriosos e interesantes.

Me gusta la forma que lo planteas y sobre todo como lo escribes.

Un buen escrito, sin duda.

Abrazos.

Gracias amig@s, por dejar profunda huella en este texto.
Abrazos y felicidad para ambos!

Me gustó el final. Lo encuentro un gran contraste con el tono onírico que tiene el resto del poema, transmitiendo en forma y fondo la misma idea. Gracias por compartir el poema.

Un abrazo

Me ha gustado esta charla; da la impresión que expulsa los demonios y se reconoce con cierta libertad para admitir que no comparten el mismo mundo.
Un placer leerte.
Abrazos

Ricardo López Castro escribió: ↑Lun, 18 Abr 2022 13:33

El aire silbaba,
las golondrinas volaban,
buscaban mis sentidos,
como tantas otras veces,
algo que les traspasara.

Vengo de una situación muy profunda,
necesito luz,
acepto fuego a cambio de una menor doblez,
asimilo el orden natural de las cosas,
forma ya una pequeña parte de mí el regocijo,
huyen aunque sin moverse, mis ideas oscuras,
se enredan en la penumbra, o en mi sombra,
siguen el rastro de un cuerpo,
como las olas que llegan a la playa,
una y mil veces, con instinto salvaje,
pero recubierto por la sed,
laminada y dispersa,
dispuesta ya a beberse la arena de este desierto,
como contar estrellas,
como olisquear pisadas,
como esconderse del miedo,
como debatir sobre la muerte,
mis ideas oscuras se esclarecen,
no escucho su último suspiro,
pero sé que ya no pueden verme,
mientras a través de esta nueva perspectiva,
mis fantasmas se han perdido entre sus transparencias,
han intentado penetrar en mi mente,
y se han topado con un espejo,
solo eso.

Han intentado encontrarme,
desde dentro,
pero estoy más fuera que nunca.
Si ahí también me buscasen,
si vieran en mí un mínimo de interés,
si forzasen la puerta de mis pensamientos,
o me apretaran la garganta,
seguiría estando ahí.

Si me coaccionaran,
si me corrompiesen o tentasen,
me pondría solo un segundo en su pellejo,
y les demostraría que los entiendo,
pero no me quedaría.

Una vez matada la duda,
los haría incluso partícipes de mí,
de lo que de ellos aprendí,
de lo que queda por venir,
y no permitiría que jamás se sintiesen rechazados.

Es solo que...
No podemos compartir mundo.

Encuentro siempre, sin falta, el fascinante alcance de tu poesía. Un abrazo grande, Ricardo.

Gracias por ver en este trabajo un todo, me siento muy bien porque creo que he logrado transmitir bien la idea.
Gracias también por las halagadoras palabras y también sumamente alentadoras que encuentro en este post.
Gracias miles a tod@s.
Abrazos y felicidad.

Quizás no encuentre la brillantez de otras veces, Ricardo, pero echas mano de oficio y lo arreglas todo.

Tienes toda la razón.
En este trabajo perdí un poco el hilo poético.
Gracias por tu paso y comentario.
Abrazos y felicidad, amigo Enrique.

"mis ideas oscuras se esclarecen,
no escucho su último suspiro,
pero sé que ya no pueden verme,
mientras a través de esta nueva perspectiva,
mis fantasmas se han perdido entre sus transparencias,
han intentado penetrar en mi mente,
y se han topado con un espejo,
solo eso".

Una mirada hacia el interior expresada en un lenguaje poético de sensibilidad extrema.

Todo un placer de lectura, amigo Ricardo.

Abrazos.

Muchas gracias amigo Ferreiro.
Me encanta hacer introspecciones.
Abrazos y felicidad.