Heraldos Blancos
Publicado: Vie, 15 Abr 2022 13:08
Heraldos blancos
Para mis hijos Gabriel, Alejandro, Michael y Christopher
Le petit Roxane.
(Que ni la viga ni la paja dejen tu visión perderse en la densa combustión del crecimiento.
Eres y seguirás siendo la niña de los ojos de Dios.)
Los niños son el sueño de la vida en gestación
duran lo que dura la adolescencia y el amor.
No dejan de venir con su rumor ferviente y su halo de Belleza,
no dejan jamás de ser, aún la mano cruel, les corten para su posesión,
no dejan su escondite en el iris de Dios.
Si alguien se ha perdido en alta mar, el niño es el compás,
si alguien lo abandona te buscarán para abrazarte.
hay algo sucio y caduco en la palabra adulto,
como si fuera posible dejar de ser niño en la matriz avesa del mundo.
Esas otras sombras grandes callan la verdad de los heraldos blancos,
han dejado de llorar y ahora esperan la muerte,
los niños, en cambio, lloran y ríen y se rascan cuando corta la vida,
y sienten miedo del mal. Son heraldos blancos de hoy prendidos,
quien les haga daño, se corta su propia garganta.
Ellos son la canción del aire y el juego con la arcilla de las horas,
se abren en flores inolvidables
y vuelven inmarcesibles a la semilla infinita.
Aun cuando el futuro les viole y les robe tiempo,
los niños son la luz en la noche velada.
Nos esperan incansablemente, nos perdonan más de cien veces,
nos dan el segundo de la premura dilatante,
nos dan el último amor de la tarde,
cuando van a morir nos consuela su pacífica entrega a la muerte,
ellos no mueren, viajan .
E. R. Aristy
Para mis hijos Gabriel, Alejandro, Michael y Christopher
Le petit Roxane.
(Que ni la viga ni la paja dejen tu visión perderse en la densa combustión del crecimiento.
Eres y seguirás siendo la niña de los ojos de Dios.)
Los niños son el sueño de la vida en gestación
duran lo que dura la adolescencia y el amor.
No dejan de venir con su rumor ferviente y su halo de Belleza,
no dejan jamás de ser, aún la mano cruel, les corten para su posesión,
no dejan su escondite en el iris de Dios.
Si alguien se ha perdido en alta mar, el niño es el compás,
si alguien lo abandona te buscarán para abrazarte.
hay algo sucio y caduco en la palabra adulto,
como si fuera posible dejar de ser niño en la matriz avesa del mundo.
Esas otras sombras grandes callan la verdad de los heraldos blancos,
han dejado de llorar y ahora esperan la muerte,
los niños, en cambio, lloran y ríen y se rascan cuando corta la vida,
y sienten miedo del mal. Son heraldos blancos de hoy prendidos,
quien les haga daño, se corta su propia garganta.
Ellos son la canción del aire y el juego con la arcilla de las horas,
se abren en flores inolvidables
y vuelven inmarcesibles a la semilla infinita.
Aun cuando el futuro les viole y les robe tiempo,
los niños son la luz en la noche velada.
Nos esperan incansablemente, nos perdonan más de cien veces,
nos dan el segundo de la premura dilatante,
nos dan el último amor de la tarde,
cuando van a morir nos consuela su pacífica entrega a la muerte,
ellos no mueren, viajan .
E. R. Aristy