- ... el que no estrena, no tiene manos-

[Concha Vidal]

Procesionan los recuerdos cadencias y nazarenos,
lloran lágrimas los cirios...
.... lloran...
.... como sudarios.

¿Quién me presta una escalera ?

Pascua,
Domingo de Ramos...
y todos los duendes bordan..
rododendros y bodoques,
vainicas y filtirés
en las palmas de los niños
y el alma de los ancianos.

¡ Qué recuerdos tan de siempre,
tan atados,
tan sujetos al borde del calcetín,
corto,
blanco.

¡ que estrene la niña , madre...
... que estrene..
que tenga manos. !

Chin... ta...tata....chiiiiiinnnn.... ta

¿Quién me presta una escalera?
¿Quién me la presta,
dime
y ahuyente así los recuerdos al Cristo Crucificado?


Hoy cilicio este ego que me apremia,
que persigue,
que persigna
la feria de vanidades.




( De nuevo Domingo de Ramos, de nuevo la Resurrección, de nuevo todo sigue igual nada cambia, suenan los tambores ¿y?... nada, sigue todas las hambres del mundo en el mundo, ¡ qué hueros somos)

[Javier Dicenzo]

Me llevo el cero de este poema un placer evocando las fiestas.
javier

[Ramón Castro Méndez]

Tu precioso y enternecedor poema me ha hecho retroceder en el tiempo. Sí, yo conocí el calcetín corto y blanco, las palmas y los ramos de laurel, de los que, creo recordar, colgaba alguna rosquilla, así como los estrenos del día de Ramos. Un feliz y fresco viaje para la memoria cuando casi la hemos perdido. Me ha encantado tu poema, Concha, es una pequeña bendición.

Un afectuoso abrazo desde el Cantábrico.

[Concha Vidal]

Me llevo el cero de este poema un placer evocando las fiestas.
javier

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Gracias Javier. Un abrazo mediterráneo.

[E. R. Aristy]

Procesionan los recuerdos cadencias y nazarenos,
lloran lágrimas los cirios...
.... lloran...
.... como sudarios.

¿Quién me presta una escalera ?

Pascua,
Domingo de Ramos...
y todos los duendes bordan..
rododendros y bodoques,
vainicas y filtirés
en las palmas de los niños
y el alma de los ancianos.

¡ Qué recuerdos tan de siempre,
tan atados,
tan sujetos al borde del calcetín,
corto,
blanco.

¡ que estrene la niña , madre...
... que estrene..
que tenga manos. !

Chin... ta...tata....chiiiiiinnnn.... ta

¿Quién me presta una escalera?
¿Quién me la presta,
dime
y ahuyente así los recuerdos al Cristo Crucificado?


Hoy cilicio este ego que me apremia,
que persigue,
que persigna
la feria de vanidades.




( De nuevo Domingo de Ramos, de nuevo la Resurrección, de nuevo todo sigue igual nada cambia, suenan los tambores ¿y?... nada, sigue todas las hambres del mundo en el mundo, ¡ qué hueros somos)

Muy bello y diciente poema, Concha. Que inocentes tiempos, simbolizados en esos calcetines blancos! Un abrazo grande.