Editorial Alaire

A. Satír escribió: ↑Mié, 30 Mar 2022 20:58
Cuando recuerdo que te olvido,
los ojos son cenizas sopladas al viento,
una sombra frente al espejo,
sobre todo cuando la escarcha cae
como estalactitas desde la cueva del corazón.

Recuerdo la tarde cuando nos fotografiaron
¿te acuerdas?
el sol, a pedazos caía derribado sobre nuestras ropas,
el cielo, celeste como un glaciar, nos trizaba las miradas,
¿lo habías olvidado?
la memoria es un dibujo en la arena,
quedan solo trazas, apenas visibles, que apenas existen.

La noche olfatea la sal que dejaste
cuando tus lágrimas hicieron un pozo,
cuando el cinturón de Orión
te protegió del sereno,
con su cuchillo estrellado cortó las amarras,
liberó los lobos que rasgaban la madera de tu piel,
arrancó la espina de la rosa cuando gemía de dolor,
en el jardín de las despedidas
que marchitan a la velocidad del sonido.

Voy a olvidar mi rostro para ver cómo se siente,
justo hoy cuando recordé que te olvidaba,
quiero volver bajo el infierno del sol,
a la fotografía que nos tiene inmarchitables para siempre.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mié, 30 Mar 2022 23:31 Hay momentos en la memoria inmarcesibles. He aquí uno de ellos.

Bellas pinceladas de nostalgia para no olvidar.

Un abrazo
Felicidades
Ana

Marisa Peral escribió: ↑Vie, 01 Abr 2022 19:14

A. Satír escribió: ↑Mié, 30 Mar 2022 20:58
Cuando recuerdo que te olvido,
los ojos son cenizas sopladas al viento,
una sombra frente al espejo,
sobre todo cuando la escarcha cae
como estalactitas desde la cueva del corazón.

Recuerdo la tarde cuando nos fotografiaron
¿te acuerdas?
el sol, a pedazos caía derribado sobre nuestras ropas,
el cielo, celeste como un glaciar, nos trizaba las miradas,
¿lo habías olvidado?
la memoria es un dibujo en la arena,
quedan solo trazas, apenas visibles, que apenas existen.

La noche olfatea la sal que dejaste
cuando tus lágrimas hicieron un pozo,
cuando el cinturón de Orión
te protegió del sereno,
con su cuchillo estrellado cortó las amarras,
liberó los lobos que rasgaban la madera de tu piel,
arrancó la espina de la rosa cuando gemía de dolor,
en el jardín de las despedidas
que marchitan a la velocidad del sonido.

Voy a olvidar mi rostro para ver cómo se siente,
justo hoy cuando recordé que te olvidaba,
quiero volver bajo el infierno del sol,
a la fotografía que nos tiene inmarchitables para siempre.

Subo este precioso poema que va bajando y bajando y merece muchas lecturas y comentarios.

Desde el título hasta el último verso este es un poema para leer y leer, tiene versos maravillosos.
Felicidades y gracias por compartir, Antonio.
Abrazos grandes.

P.D. Voy a intentar no olvidarme de que puedo olvidar.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Sab, 02 Abr 2022 10:54 Un maravilloso poema para quien no quiere olvidar.
Mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Sab, 02 Abr 2022 13:07 Me ha gustado mucho, amigo Satir, por su originalidad y fuerza expresiva de algunas de las imágenes; sobre todo esta estrofa que aquí te destaco

Recuerdo la tarde cuando nos fotografiaron
¿te acuerdas?
el sol, a pedazos caía derribado sobre nuestras ropas,
el cielo, celeste como un glaciar, nos trizaba las miradas,
¿lo habías olvidado?
la memoria es un dibujo en la arena,
quedan solo trazas, apenas visibles, que apenas existen.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Abrazos y salud.

jose manuel saiz escribió: ↑Dom, 03 Abr 2022 10:21 Me gusta y me identifico con este tipo de poemas, donde la sencillez y el sentimiento son protagonistas.
Un abrazo amigo.
J. manuel