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Depresión

Publicado: Lun, 28 Mar 2022 12:01
por Jerónimo Muñoz
DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?

Re: Depresión

Publicado: Lun, 28 Mar 2022 13:37
por E. R. Aristy
Jerónimo Muñoz escribió: Lun, 28 Mar 2022 12:01 DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?
Conozco ese estado y va y viene, es tan importante como la exlatacion, permitiendonos verlo todo en camara lenta. Logras esa impresion surreal. Un abrazo fuerte, Jeronimo!

Imagen

Re: Depresión

Publicado: Lun, 28 Mar 2022 20:51
por Marisa Peral
Jerónimo Muñoz escribió: Lun, 28 Mar 2022 12:01 DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?

Es un poema desolador, Jerónimo, que debe tener ya un tiempo, por lo que leí ayer, que Paco Lobo te pidió que lo publicases.
Es buenísimo y yo te vendo todos los gramos de horizonte, aunque el mío ahora no sea una maravilla.
Siempre es un gusto leerte, amigo.

Dos abrazos hoy.

Re: Depresión

Publicado: Lun, 28 Mar 2022 23:42
por Ramón Castro Méndez
Amargo y desesperanzador el paisaje que nos presentas en este poema, pero tremendamente hermoso.
Todo un placer de lectura, amigo Jerónimo.

Un fuerte abrazo.

Re: Depresión

Publicado: Mié, 30 Mar 2022 0:30
por Pilar Morte
Me has contagiado la tristeza de este poema que lleva en sus versos la decrepitud inevitable y la duda de la infinitud. Me ha gustado mucho. Felicidades por este estupendo poema. Me uno con Marisa a darte lo que pueda de mi debilitado horizonte.
Abrazos

Re: Depresión

Publicado: Mié, 30 Mar 2022 12:43
por Francisco Lobo
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.

Poemas como este a `pocos les es ``posible escribir. Su lectura me llenó de abandono, dolor y tristeza. A través de sus versos conectaste conmigo y me hiciste sufrir. De ese se trata la poesía, de llegar al lector. Lo recordaré durante mucho tiempo. Es un gran poema. Un abrazo

Re: Depresión

Publicado: Jue, 31 Mar 2022 18:17
por Jerónimo Muñoz
E. R. Aristy escribió: Lun, 28 Mar 2022 13:37
Conozco ese estado y va y viene, es tan importante como la exlatacion, permitiendonos verlo todo en camara lenta. Logras esa impresion surreal. Un abrazo fuerte, Jeronimo!
Gracias, Roxane. Tu compañía y tu equilibrada opinión son muy importantes para mí.
Un abrazo, mi bella poeta.

Jerónimo

Re: Depresión

Publicado: Jue, 31 Mar 2022 21:55
por Ana Muela Sopeña
Querido Jerónimo:

Tu poema es un monumento a la belleza con mayúsculas que puede ser encontrada incluso en un pozo oscuro como es la "depresión".

Cada verso que has escrito en este poema es un poema en sí mismo.

Es decir... El poema tiene valor como poema, pero también como serie de poemitas minimalistas. Una especie de cadena con eslabones en los que cada eslabón es un poema minimalista de máxima expresión.

Me ha súper encantado por la fuerza expresiva que consigues y por las metàforas tan originales y profundas que empleas.

Una depresión... leyendo tu poema es menos depresión. Al menos eso creo yo.

La lectura de tu poema sería como tomar Prozac. El Prozac está contenido en cada palabra de tu obra. El efecto del Prozac tengo la sensación de que se da precisamente porque tu poema transmite una desolación y tristeza tan fuertes que la persona puede empatizar. Tras esa empatía puede darse la catarsis. Pero es una catarsis contenida en la belleza. No en el caos sino en la belleza. Algo sensacional que una catarsis sea contenida por la belleza...

En fin...

Un poema de antología con un final espectacular.

Por ello te dejo mis

Aplausos
Y...

Un fuerte abrazo
Con mi admiración de siempre
Ana

Re: Depresión

Publicado: Jue, 31 Mar 2022 23:40
por xaime oroza carballo
Jerónimo Muñoz escribió: Lun, 28 Mar 2022 12:01 DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?
Agradezco la desnudez sincera de tu alma.
Un abrazo.

Re: Depresión

Publicado: Dom, 03 Abr 2022 8:11
por Rafel Calle
Muy bello trabajo, amigo Jerónimo, que viene a engrosar la lista de poemas relevantes, en el conjunto de tu obra. Tal es la fuerza expresiva de este poema, que el lector se inmiscuye en cada una de sus palabras como si fuesen las últimas que lograra pronunciar. Así lo pude comprobar, cuando en una reunión, entre Paco, tú y un servidor, lo recité; me vi imbuido de un hechizo de altísima graduación poética.
Mi enhorabuena, compañero, estás en racha, que siga y que nosotros te aplaudamos.
Abrazos.

Re: Depresión

Publicado: Dom, 05 Jun 2022 1:43
por F. Enrique
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
Solo puedo felicitarte por haber escrito esta obra de arte.

Re: Depresión

Publicado: Lun, 06 Jun 2022 6:21
por F. Enrique
Jerónimo Muñoz escribió: Lun, 28 Mar 2022 12:01 DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?

Excelente, Jerónimo, reflejas tanto dolor ante el paso del tiempo que nos entrega los dolores de siempre.

Re: Depresión

Publicado: Lun, 06 Jun 2022 6:45
por Ana Estepa
"¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?"

Me temo que no.
En una crisis depresiva, nada ni nadie puede aliviar esa especie de vacío, de apatía y de incapacidad para hacer las cosas comunes que hace la gente.

Como en toda crisis, solo queda esperar, ser paciente y tomar la sertralina, o lo que sea que te digan que tienes que tomar.
Llega un momento en el que todo termina, hasta la próxima prueba de fuego. Pero en cada crisis te vuelves más fuerte, y tienes más recursos para salir adelante. No vale rendirse. La rendición es el final de todo. Y eso, nunca merece la pena.

Un gusto la lectura, Jerónimo.
Beso.

Re: Depresión

Publicado: Lun, 06 Jun 2022 19:14
por Ana García
Es tan bueno que llega a doler la depresión del poema. Tu fuerza literaria me deja tiritando. Si hablas de tristeza, me siento igual. Empatizo contigo y con los sentimientos o estados de ánimo que nos regalas.
Un beso toda compungida.

Re: Depresión

Publicado: Mar, 07 Jun 2022 13:16
por Jerónimo Muñoz
Marisa Peral escribió: Lun, 28 Mar 2022 20:51
Jerónimo Muñoz escribió: Lun, 28 Mar 2022 12:01 DEPRESIÓN
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El cañaveral de mi cansancio cruje de incertidumbres.
Oscila mi corazón entre las palabras vacilantes y el humo cuya sustancia es toda de pérdidas.
Los pájaros de mi alcoba trinan como labios partidos.
Ya no queda en el aire ni una pavesa de los incendios del amanecer. Ya se yerguen las espinas húmedas. Ya se humillan los frutales dulces.
En el invierno de mis oídos resuena el liquen que habita en el llanto.
En la inmensa llanura de mi abandono hay espigas que nunca habrán de madurar.
El prado de mi inconsistencia amarillea de olvidos interminables.
No se derrumba el deseo, pero mis manos yacen. No puedo caminar delante de mis ojos.
Una garra de carbón atenaza el cuello de mi existencia.
No puedo amar nada, ni mis dudas ni mis tentativas de infinitud. No puedo amar a los perros amanecidos ni a los pelícanos que arden ni los brillos de un espíritu que ríe. No puedo amar, solo sentir en mis cabellos el oleaje de los volúmenes huecos.
Las verdades se hunden en el negro mar de la desesperación. No existe felicidad entre los pliegues del desaliento. En mi penumbra, las golondrinas son solo alquitranes y las palomas, deseos rotos.
¿No existe algún rostro que quiera venderme un gramo de horizonte para poner a secar mi almohada?

Es un poema desolador, Jerónimo, que debe tener ya un tiempo, por lo que leí ayer, que Paco Lobo te pidió que lo publicases.
Es buenísimo y yo te vendo todos los gramos de horizonte, aunque el mío ahora no sea una maravilla.
Siempre es un gusto leerte, amigo.

Dos abrazos hoy.

Querida Marisa:
Espero que tu horizonte sea muy pronto el de un amanecer.
Te agradezco mucho tu amable comentario, fruto de tu impagable afecto.
A tus dos abrazos respondo con dos besos.

Jerónimo