El almuerzo

[Ignacio Mincholed]

...

He almorzado junto a la pecera del mar,
contigo y los desconocidos de siempre.
Te he visto luminosa, como siempre,
ellos parecían desmejorados de nuevo,
la lluvia les daba un semblante dulce
pero muy triste; los echaré de menos.
La lluvia te hace deslumbrante, filtrada
tu piel bajo la seda verde, casi gris,
como el agua de hoy, pliegues mínimos
de espuma ligera.
Pensaba en Madrid sin saberlo, calles
confundidas con caminos, los del mar,
cuando sigues una línea que no existe
pero llegas a una costa, que no existe,
para dejar la espalda sobre una arena
desconocida y caliente.
En Madrid dejo la espalda en el sillón
y me voy a caminar praderas.
Vuelvo siempre tarde, ya anochecido
el tiempo y el recuerdo de la mañana,
tan vieja y lejana.
Cuando llegó el postre, a las cinco,
parecían resucitados, peces resucitados
que fueron hombres, mujeres con voz;
estatuas.
Tú, todavía más radiante, a las cinco,
parecías amanecer de nuevo, volver
de alguno de los caminos que no existen
por los que llega el amor en verde y gris.

...

[Ramón Castro Méndez]

Encantado de llevarme el cero de este magnífico poema donde parece que nada existe para ser aún más patente.
Un placer de lectura.
Me ha gustado tu poema, Ignacio, y aplaudo tu inspiración.
Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Me gusta el instante, el soplo del aire en la espuma, la figura que lleva los ojos bajo la seda verde, casi gris...
Se estabiliza Madrid en mitad de los días, la veo jugar en el tiempo, en los vórtices.
Algo duele, algo persiste, algo vuelve desde lo imposible.

Gracias por estar, Ignacio.
Placer de lectura.

Un abrazo de los grandes.

[Pilar Morte]

Este almuerzo trae recuerdos para revivir instantes de amor. Un poema hermoso y pleno de aciertos. Me gustó leerte.
Abrazos

[E. R. Aristy]

...

He almorzado junto a la pecera del mar,
contigo y los desconocidos de siempre.
Te he visto luminosa, como siempre,
ellos parecían desmejorados de nuevo,
la lluvia les daba un semblante dulce
pero muy triste; los echaré de menos.
La lluvia te hace deslumbrante, filtrada
tu piel bajo la seda verde, casi gris,
como el agua de hoy, pliegues mínimos
de espuma ligera.
Pensaba en Madrid sin saberlo, calles
confundidas con caminos, los del mar,
cuando sigues una línea que no existe
pero llegas a una costa, que no existe,
para dejar la espalda sobre una arena
desconocida y caliente.
En Madrid dejo la espalda en el sillón
y me voy a caminar praderas.
Vuelvo siempre tarde, ya anochecido
el tiempo y el recuerdo de la mañana,
tan vieja y lejana.
Cuando llegó el postre, a las cinco,
parecían resucitados, peces resucitados
que fueron hombres, mujeres con voz;
estatuas.
Tú, todavía más radiante, a las cinco,
parecías amanecer de nuevo, volver
de alguno de los caminos que no existen
por los que llega el amor en verde y gris.

...

No solo de pan vive el hombre, pero de cada recuerdo y de su gran imaginacion insuflada de profundos sentimientos. Muy Bello y evocador poema!

[Marisa Peral]

...

He almorzado junto a la pecera del mar,
contigo y los desconocidos de siempre.
Te he visto luminosa, como siempre,
ellos parecían desmejorados de nuevo,
la lluvia les daba un semblante dulce
pero muy triste; los echaré de menos.
La lluvia te hace deslumbrante, filtrada
tu piel bajo la seda verde, casi gris,
como el agua de hoy, pliegues mínimos
de espuma ligera.
Pensaba en Madrid sin saberlo, calles
confundidas con caminos, los del mar,
cuando sigues una línea que no existe
pero llegas a una costa, que no existe,
para dejar la espalda sobre una arena
desconocida y caliente.
En Madrid dejo la espalda en el sillón
y me voy a caminar praderas.
Vuelvo siempre tarde, ya anochecido
el tiempo y el recuerdo de la mañana,
tan vieja y lejana.
Cuando llegó el postre, a las cinco,
parecían resucitados, peces resucitados
que fueron hombres, mujeres con voz;
estatuas.
Tú, todavía más radiante, a las cinco,
parecías amanecer de nuevo, volver
de alguno de los caminos que no existen
por los que llega el amor en verde y gris.

...

Es precioso este poema, Ignacio, tremendamente inteligente y evocador, incisivo con los desconocidos, nostálgico a ratos, vibrante a las cinco... un placer leerte.

Un fuerte abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Destaco esa minuciosa descripción física de los primeros versos, y que el arte del poeta hace también sentimental.
Después el poema nos relata la poética de la imaginación y que, simplemente por nombrarla, se hacer real en el lenguaje poético, la única forma de transmisión que nos puede hacer revivir, sintiendo, “casi”, como realmente vivido lo imaginario.

Todo un placer de lectura, amigo Ignacio.

Abrazos y salud.

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo, amigo Ignacio, que, a mi juicio, posee los atributos de tu mejor poesía.
Felicidades.
Abrazos.

[Ignacio Mincholed]

Encantado de llevarme el cero de este magnífico poema donde parece que nada existe para ser aún más patente.
Un placer de lectura.
Me ha gustado tu poema, Ignacio, y aplaudo tu inspiración.
Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

Muy amable, Ramón, te agradezco esta sentida nota.

Un abrazo.
Ignacio

[Ana Estepa]

Un poema descriptivo y muy gráfico.
Muy agradable la lectura.
Saludos.

[Francisco Lobo]

Recuerdos, nostalgia...
Sobre todo

Tú, todavía más radiante, a las cinco,
parecías amanecer de nuevo, volver
de alguno de los caminos que no existen
por los que llega el amor en verde y gris.

conseguiste que el lector alcanzara el clímax poético. Un abrazo

[Ignacio Mincholed]

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Me gusta el instante, el soplo del aire en la espuma, la figura que lleva los ojos bajo la seda verde, casi gris...
Se estabiliza Madrid en mitad de los días, la veo jugar en el tiempo, en los vórtices.
Algo duele, algo persiste, algo vuelve desde lo imposible.

Gracias por estar, Ignacio.
Placer de lectura.

Un abrazo de los grandes.

Gracias a ti, Hallie. Aprecio y agradezco tus notas, siempre con la visión de tus lecturas atentas.

Gracias y un abrazo.
Ignacio

[Jerónimo Muñoz]

La más excelsa poesía está en ti. Has sabido sacar al mundo de la palabra toda la belleza de la emoción estética. Has creado algo inigualable, lírico y original. Me pasaría horas leyendo poemas como este. Te felicito con toda mi sinceridad y mi cordialidad.
Un fuerte abrazo.

Jerónimo

[Rafel Calle]

Releo tu "El almuerzo" y me reafirmo en que se trata de un buen poema, amigo Ignacio.
Por cierto, no puedo enviarte mensajes privados (no sé si es general), el martes hablaré con el web master a ver si lo podemos arreglar. Muchas gracias por tu mensaje.
Abrazos.

[Ana Muela Sopeña]

Un momento culminante plasmado con acierto en tu poema; Ignacio:

La belleza de un día diferente vista a través de los ojos de un poeta.

Visiones oníricas de una comida fuera de casa.

Enhorabuena
Un abrazo
Ana