Editorial Alaire

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 19:23 Un poema que se hace necesario más que nunca, dado los delicados momentos que vive la humanidad.

"Oigo ruido de ángeles;
las ciudades, mientras tanto, arden en guerra,
la misma guerra por los siglos de los siglos;
los mismos muertos
a manos de los mismos asesinos
empuñando las armas
en el nombre de Dios"

Sí, amigo Julio, siempre es lo mismo: la ciclogénesis del mal, siglo tras siglo, repitiéndose... y así seguirá hasta que estalle el mundo en mil pedazos.

Abrazos y salud.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 19:14
Exégetas
“La sangre no se reconcilia con la sangre”
Amal Dunqul, poeta sirio.

Oigo ruido de ángeles;
las ciudades, mientras tanto, arden en guerra,
la misma guerra por los siglos de los siglos;
los mismos muertos
a manos de los mismos asesinos
empuñando las armas
en el nombre de Dios. Los ángeles
lo miran con asombro
y tristeza, Dios, tan solo,
tan envuelto en su silencio
e, imagino, en el dolor del fracaso,
secuestrado por hombres que interpretan su alma
y su amargura
y se erigen en dueños de los designios del mundo
y deciden lo que está bien y lo que está mal
en la fuerza del cañón de sus fusiles.

Hay otros ruidos de ángeles
cuando miran
y ven quiénes ponen las armas homicidas en las manos
de los airados intransigentes fanáticos de la fe,
y quiénes los empujan desde las complacientes ideas,
y quiénes se enriquecen con las contiendas mercenarias,
y quiénes con cada bala
que fabrican
hacen un largo discurso en defensa de la paz
y del entendimiento.

Qué miserables exégetas de los textos y las leyes,
fundamentalistas del terror, poseedores
de la ciega certeza de la verdad, dueños
del odio, ladrones
de las vidas ajenas. Dios
no duerme; desolado llora al lado de las víctimas
y los ángeles se extravían entre los laberintos
de Alepo y de Homs y de Damasco, la más antigua
de todas las ciudades devastadas.

González Alonso

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 19:33 Vuelve este poema con fuerza y necesidad de grito. Versos que fueron y serán actuales no sabemos hasta cuando. Felicidades.
Abrazos

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 20:13 Con este muy buen poema, Julio, has puesto el dedo en la llaga. No son solo los que matan, sino también los que, para salvaguardar sus intereses o enriquecerse, promueven estas guerras y actos de fanatismo. Me recuerda la dicho o refrán aquel de que "tanto peca el mata como el que tira de la pata" (creo que era algo así). Muy oportunos tus buenos versos dada la actualidad que padecemos, aunque esto ya venga de largo.

Mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 19:14

Qué miserables exégetas de los textos y las leyes,
fundamentalistas del terror, poseedores
de la ciega certeza de la verdad, dueños
del odio, ladrones
de las vidas ajenas. Dios
no duerme; desolado llora al lado de las víctimas
y los ángeles se extravían entre los laberintos
de Alepo y de Homs y de Damasco, la más antigua
de todas las ciudades devastadas.

González Alonso

Ana García escribió: ↑Dom, 20 Mar 2022 21:26 Un poema que va creciendo en intensidad hasta llegar a la estrofa final que es quizás la razón del poema.
Los exégetas, los que actúan con ideas que matan
Fanáticos y fundamentalistas.
Es el grito del poema, la parte que más me gusta.
Te felicito.
Un abrazo.