
Estuvo en el Olimpo mi destino,
conoce este camino,
pero no así los dioses.
Ellos no se embarraron, dejan solo sus poses,
en mármol o en pintura,
no conocen lo que es la sepultura,
y nunca morirán, entre tanto fervor,
con este fanatismo,
el sentido común es solo un espejismo.
Y mi vida resulta ser de un millón de formas.
Elegir este bando, el sobrenatural,
el plano intelectual,
me completa, me induce a saltarme las normas.
*** Este poema a vuelapluma, lo he escrito porque estoy en contra de que nos inoculen el caos mental, el más peligroso y profundo que hay***