Editorial Alaire

Pablo Sales escribió: ↑Lun, 14 Mar 2022 1:48 Vuelven aquí tus pasos a dejar huella
en la hierba, el sonido de la viola a iluminar
la tristeza en grises amaneceres
de noviembre, quizás aquélla falda roja
ondeando en el paseo.
──Escribir un diario
es como ajustarle las cuentas
a la vida ──me dijiste.
Horas sin luz. Los gatos montan guardia
en la vigilia de las palabras. El mundo
se sosiega y suena quedo, lenta campana
que advierte la impaciencia del futuro.
Caballos en la noche son las olas
que mueren en voz baja, el viento
de oro en los girasoles, tantas cosas
que pude salvar para que me salvaran,
las palabras como epílogo de la carne.
Vuelve a desfilar la bandera de un velero
agotada por el crepúsculo, los puertos
cansados de mar; la ciudad abrió la puerta
al dolor de las verdades oscuras.
las mentiras amables como un Martini,
las lágrimas de los teatros, también las piedras
anónimas que esperan de la mano excelsa
cualquier forma para trascender.
Si todos saben cómo he vivido, ahora,
a salvo de juicios, escribo como quise vivir yo;
entre cipreses levantados hasta el fondo
de los cielos lo que fueron lanzas, conciertos
pastorales las lúgubres trompetas que tocan a degüello,
o júbilo de planetas las lágrimas de un vencido
en tardes de sangrientas orgías.
Pasó el tiempo de los héroes
─te dije entonces ─.
Un diario es el último refugio del hombre
frente a su destino.
Rosas que cantáis todavía en los otoños,
luna herida, el amor oscuro de jóvenes impíos,
horas blancas en el lugar de la celebración o el duelo
tanta vida y tanta muerte entre las flores urgentes
del hospital y tu cuerpo siempre entre el cielo
y la sombra, todo se derrumbaría si al cabo
no existiera entre las páginas de un cuaderno,
si no pudiera ser entonces una forma de poesía.

Pablo Sales escribió: ↑Lun, 14 Mar 2022 13:57 Gracias Mirta, muchas gracias por tus palabras. Efectivamente no fueron buenos tiempos los que me pasaron por encima, pero si la poesía ha sido un refugio, comentarios como los vuestros hace que las paredes sean menos tristes, menos solas.

Pablo Sales escribió: ↑Lun, 14 Mar 2022 1:48 Vuelven aquí tus pasos a dejar huella
en la hierba, el sonido de la viola a iluminar
la tristeza en grises amaneceres
de noviembre, quizás aquélla falda roja
ondeando en el paseo.
──Escribir un diario
es como ajustarle las cuentas
a la vida ──me dijiste.
Horas sin luz. Los gatos montan guardia
en la vigilia de las palabras. El mundo
se sosiega y suena quedo, lenta campana
que advierte la impaciencia del futuro.
Caballos en la noche son las olas
que mueren en voz baja, el viento
de oro en los girasoles, tantas cosas
que pude salvar para que me salvaran,
las palabras como epílogo de la carne.
Vuelve a desfilar la bandera de un velero
agotada por el crepúsculo, los puertos
cansados de mar; la ciudad abrió la puerta
al dolor de las verdades oscuras.
las mentiras amables como un Martini,
las lágrimas de los teatros, también las piedras
anónimas que esperan de la mano excelsa
cualquier forma para trascender.
Si todos saben cómo he vivido, ahora,
a salvo de juicios, escribo como quise vivir yo;
entre cipreses levantados hasta el fondo
de los cielos lo que fueron lanzas, conciertos
pastorales las lúgubres trompetas que tocan a degüello,
o júbilo de planetas las lágrimas de un vencido
en tardes de sangrientas orgías.
Pasó el tiempo de los héroes
─te dije entonces ─.
Un diario es el último refugio del hombre
frente a su destino.
Rosas que cantáis todavía en los otoños,
luna herida, el amor oscuro de jóvenes impíos,
horas blancas en el lugar de la celebración o el duelo
tanta vida y tanta muerte entre las flores urgentes
del hospital y tu cuerpo siempre entre el cielo
y la sombra, todo se derrumbaría si al cabo
no existiera entre las páginas de un cuaderno,
si no pudiera ser entonces una forma de poesía.