Editorial Alaire

Dices que escribimos confesando. Quizás. También podemos pensar en la palabra como vestido, como traición, como impedimento entre el "yo" y la cosa. Podemos sospechar cierta agresividad en el nombre que pretende ser la cosa. O tal vez escribir es desabrigar, y el arte es una maniobra estrátegica para pelar una fruta.

Un saludo desde Buenos Aires y hasta otros textos

Rafael

Los sentimientos siempre están, unas veces son más negativos que otras, pero para escribir no son inventados, tal vez no correspondan al momento concreto en que se escribe el poema, pero seguro que sabemos de los hablamos. Un placer leerte, amigo.

Un beso

Nos pones en una difícil situación para elegir, Juanpablo; tan malo parece exponer sin pudor los sentimientos y convertirlos en mercadeo, como reprimirlos y ocultarlos. Tal vez un término medio...
Salud.

(en esto consiste la diferencia
con los que se los callan
y viven con ellos enquistados).

Yo también me pregunto esto Juan Pablo, muchas veces, en muchos momentos, pero al final tan sólo puedo llegar a la conclusión de que respiramos a través de eso que decimos, que la poesía no es capaz de callarse, a veces incluso cuando no habla y simplemente es, y se siente, se observa y se percibe...aunque no está pagado muchas veces el silencio.
Un abrazo

Sara