Editorial Alaire

Murmullan, claro que lo hacen,
conspiran, discuten, mienten, ríen,
recitan, alegan, invocan y juran
maldicen, reniegan y sueñan.

Es solo, supongo, que les ocurre
como al peregrinaje de las trovants
o a la ternura de las ancianas.

Escucharles es una cuestión de atención y voyerismo.

Yo, por mi parte, procuro no interrumpir
el desprecio con que el Escohotado y Marx se tratan,
asistir a la hipnótica utopía de Galeano
y encandilarme con el cariño
con el que cada noche se recuestan
las tapas de Luis y de Almudena.

Si como yo, tienes la mala costumbre
de escuchar por las comisuras,
cualquier madrugada en el salón,
podrás descubrir al sabio de Noam
conversando sosegado con Sampedro
o el galimatías que se traen los irlandeses
(mejor un par de copas para las tertulias
con Joyce y Wilde, Yeats y Shaw).

Rezos conjuntos de Juan y Teresa aparte,
Salgari me pregunta desde hace ya demasiados años
“¿Cómo andamos de osadía?”
entonces recuerdo los tiempos de grumete en el Rayo
y que nunca rompí el juramento de Fëanor,
así que le contesto que sí,
que algo de eso queda .

Si el mal invitado del insomnio
prolonga su visita,
los cronopios revuelven toda la casa,
cualquiera cuenta con ellos
para recoger al día siguiente,
probablemente dormirán la resaca
en cualquier tugurio de Arkham.

Por su parte, el arquitecto de tangos y laberintos,
ha elegido permanecer ciego,
pero sigue siendo
el que mejor mira de los presentes.

Y así, van pasando las noches en los anaqueles,
las autopistas de Kerouac deliran con ser
mares de Hemingway,
Pessoa ha conseguido la prejubilación en la oficina
y cambió Lisboa por Macondo
y uno sueña, que ya es soñar,
que cuando solo sea papeles viejos,
los seres que habitan los estantes,
le guarden un rinconcito en la velada.

Increíble recorrido por la que parece la estantería de mi casa, es que no falta ni uno.

Un poema para degustar y para adentrarse en sus referencias.

Abrazos.

Con tu estilo descriptivo nos sumerges en la magia de las lecturas, las experiencias y las horas benditas del insomnio productivo de sueños. ¡Qué estupenda lectura!
Salud.

Un placer adentrarse en el mundo de tus versos. Un recorrido logrado y grato. Felicidades.
Abrazos

Yo creo que ahora todos están liados en Macondo, menos uno. Según me cuentan, viejas lenguas, a Joyce lo echaron del mundo por enredador. Está castigado hasta que reordene su Ulises, pero me da que quiere ser recordado, de una forma u otra, y que no atenderá otras razones que las suyas.
Me gusta escribir de noche, y aguanto hasta que los cronopios vienen a visitarme.
Genial el recorrido literario, me he divertido recordando situaciones con los hombrecitos verdes. Hasta un sueño, a carcajada libre, tuve con ellos.
¡Graciassssssss!
Un abrazo.

Están bien surtidos esos anaqueles, no me cabe duda. Muy interesante y muy logrado poema.

Un abrazo.

Israel Liñán escribió: ↑Mié, 16 Feb 2022 19:18 Increíble recorrido por la que parece la estantería de mi casa, es que no falta ni uno.

Un poema para degustar y para adentrarse en sus referencias.

Abrazos.

Muchas gracias Israel, que bien eso de tener tantos amigos en común viviendo en las librerías.

Te mando un abrazo grande.

Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Mié, 16 Feb 2022 19:21 Con tu estilo descriptivo nos sumerges en la magia de las lecturas, las experiencias y las horas benditas del insomnio productivo de sueños. ¡Qué estupenda lectura!
Salud.

Me alegro de que lo disfrutarás Julio; aún así sigo teniendo mucha deuda de goce contigo, no te imaginas lo bien que lo paso leyéndote.
Mucha salud y felicidad.

Pilar Morte escribió: ↑Mié, 16 Feb 2022 19:49 Un placer adentrarse en el mundo de tus versos. Un recorrido logrado y grato. Felicidades.
Abrazos

Pues muy agradecido por tu comentario, Pilar. Me alegra mucho contar contigo por aquí.
Para allá que va este abrazo.

Ana García escribió: ↑Mié, 16 Feb 2022 20:28 Yo creo que ahora todos están liados en Macondo, menos uno. Según me cuentan, viejas lenguas, a Joyce lo echaron del mundo por enredador. Está castigado hasta que reordene su Ulises, pero me da que quiere ser recordado, de una forma u otra, y que no atenderá otras razones que las suyas.
Me gusta escribir de noche, y aguanto hasta que los cronopios vienen a visitarme.
Genial el recorrido literario, me he divertido recordando situaciones con los hombrecitos verdes. Hasta un sueño, a carcajada libre, tuve con ellos.
¡Graciassssssss!
Un abrazo.

Es que lo de Joyce no tiene nombre, según me cuentan esas lenguas, tiene a todo el ejército de los Buendía pendiente de sus subversivos movimientos, creo que Vargas Llosa tampoco ha conseguido pasar la aduana.
Y en cuanto a los cronopios, no sabes cómo te comprendo,esta mañana me he levantado con agujetas de bailar tregua y catala, y seguro que aún han sido capaces de irse de rave a tu casa, menudos pájaros están hechos.
Gracias a ti compañera, me ha encantado el comentario que dejas.

Abrazotes.

Ramón Castro Méndez escribió: ↑Mié, 16 Feb 2022 20:47 Están bien surtidos esos anaqueles, no me cabe duda. Muy interesante y muy logrado poema.

Un abrazo.

Muchas gracias Ramón.

Ya sabes lo de las librerías...conforme se van llenando, a uno le parece que están más vacías, hay algo de Diógenes en esto de los libros.
Muchas gracias, amigo.

Un poema brillantemente escrito, Héctor, un gran homenaje a la literatura, pero sobre todo a ese soporte, el libro, tan amenazado últimamente.

Todo un placer de lectura.

Apertas e saúde.

.

Todavía me duelen las manos de aplaudir 'Como quien vive un miércoles" y nos pones esta maravilla frente a los ojos.
Venga, ya gestionaré con mis palmas el asunto de las pequeñas molestias; ahora de nuevo ovación sincera, sin pausa y al filo del mediodía de un jueves.

Hector: gracias por este trabajo espléndido, por tu empatía con los compañeros y por el buen rollo que respira tu poética.

Abrazo y felicidad.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Jue, 17 Feb 2022 13:32 .

Todavía me duelen las manos de aplaudir 'Como quien vive un miércoles" y nos pones esta maravilla frente a los ojos.
Venga, ya gestionaré con mis palmas el asunto de las pequeñas molestias; ahora de nuevo ovación sincera, sin pausa y al filo del mediodía de un jueves.

Hector: gracias por este trabajo espléndido, por tu empatía con los compañeros y por el buen rollo que respira tu poética.

Abrazo y felicidad.

Pero Hallie,
muchas,¡muchas gracias! Es que aquí me parece que es muy fácil llevarse bien. Tengo compañeros que comentan,que escriben como los ángeles, otros como Rafel que parecen enciclopedias amables, y otras amigas de diez que se preocupan porque a tu poema no le baile ni una coma (guiño guiño, gracias again).
La verdad que en el poco tiempo que llevo por aquí me habéis hecho sentir en casa virtual, y eso, en un mundillo en el que a veces hay tantos egos y tanta frente alta, es muy de agradecer.
Te mando un abrazo casi tan bonito como tú.

J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Jue, 17 Feb 2022 11:50 Un poema brillantemente escrito, Héctor, un gran homenaje a la literatura, pero sobre todo a ese soporte, el libro, tan amenazado últimamente.

Todo un placer de lectura.

Apertas e saúde.

Muchas gracias amigo J.J.
Yo también pienso eso,tengo un libro electrónico que uso para viajar y no puede ser más práctico: cabe todo, se ilumina de noche, puedes buscar cualquier palabra en el diccionario de lleva,no ocupa lugar...pero ¿Qué será eso que tienen los libros? Cualquiera sabe, pero con nosotros siempre
Un abrazo de amigo rumbo Galicia.