Voy a Comerte

[F. Enrique]

Hoy está lloviendo y
no ha venido a verme.
¿No va a parar esta maldita lluvia?
Dicen que es bueno que llueva;
¿Y para quién lo es?
Yo quiero que me cuide,
que solo se fije en mí
—en ninguna otra—
que se llene de deseo
y quiera mi carne.
¡Qué sea solo de él!
Si hoy hubiera sido un día de sol,
seguro que ya habría venido,
entonces sentiría su mano fuerte,
vigorosa.
Sus caricias y mis temblores:
roja apasionada,
roja fuerte,
roja tentadora.
Pero hoy mi color es rojo frambuesa
y no lo soporto.
Si hoy fuera un día de sol,
yo me mostraría orgullosa,

intentaría destacar de entre las demás para que me arranque de este maldito suelo en que nací, este maldito suelo que me ensucia.

Me cogería,
acercaría mi cuerpo
a su boca, y
seguro que su lengua
buscaría mis aromas.
Mis semillas para sus labios,
¡Solo para su boca!
Mi carne,
un manjar jugoso y tierno,
ácido y dulce,
joven y maduro.

Y en un primer mordisco,
—abierta para su goce—
por fin, completamente entregada,
mi nacimiento tendría sentido.

Para la lluvia y el sol aprieta con fuerza.

Es entonces cuando aparece la voz:

Es gruesa, domesticada por un porrón de vino tinto.
Intimidada, por una tos incontrolable
de unos pulmones ennegrecidos.
Vozarrón para delicados oídos
llevando la voz cantante.
Eco de sus propias palabras
y continuos monosílabos.
Apasionado de la razón,
careciendo de ella a veces.
Como agua mansa,
otras un remolino turbio.
Largos silencios de cigarrillo y humo
cubriendo
la monotonía de su lenguaje.
Entrecortadas frases ofensivas
al órgano auditivo
que no tienen sentido.
Amargo caramelo de broma,
que te deja un mal sabor de boca.

¿Será esta voz, dueña de mano vigorosa
la que espera, con ansias, La fresa?

Un río de saliva ligera corre alegremente
por una garganta enfurecida y seca.
Rompe y humedece el silencio
con una cascada salada y transparente.
Una balsa rosada va buscando salida
entre rocas blancas de esmalte endurecido.
Brisa que arremete contra las cuerdas vocales.
Y esa voz, de porrón y tabaco, emite:
“VOY A COMERTE”.

Un viento fuerte recorre la sensualidad de este poema. Ya no sé en que creo, quizás la poesía futurista se me escapó de entre las manos.

[Ana Estepa]

Me ha gustado mucho la primera parte, hasta la letra en negrita. Después, me he perdido un poco. Me ha resultado confuso.
El símil de la flor o fruto, muy agudo. Me ha gustado mucho

[Ana García]

Ya sé que el post es largo, Ana Estepa, pero si tuvieras tiempo sería bueno leerlo porque voy desgranando el poema.
Vamos a destriparlo entonces. Dices que desde la letra en negrita te resulta confuso, entonces falló toda la idea.
Vamos a ello:
La prota del poema es una fresa, que por esta zona se suele recoger en septiembre. Si llueve es una faena pq se puede estropear la cosecha, ya que es un producto delicado.
La fresa tiene ese color, tan bello, rojo pasión. El fresón, no. Su color es más desvaído.
La fresa nace para ser comida y ahí entra en juego la sensualidad del poema. Si no se come no tiene sentido su nacimiento.
Ella desea ser comida, lo que más. ¡Ojo con lo que deseas! Se puede hacer realidad
Pero, ¿Quién aparece para comer?
El bruto, el que no aprecia la belleza de la fruta ni la sensualidad de la imagen que se produce al ser comida. En la última parte del poema (la que te lleva a confusión), describo la boca y la voz del que rompe los sueños de la fresa.
Hay un refrán que dice así, fijo que lo conoces: "no se hizo la miel para la boca del asno", ya sabes, no se puede ofrecer cosas de valor a quien no puede o no sabe apreciarlas.
Ese es el resumen que espero te sirva de ayuda. He jugado con esa dualidad; pasión y comida.
Gracias por leerme y dejar tu impresión.
Salud.

[Ana Estepa]

Gracias por tan extensa explicación sobre tu poema.

[Jerónimo Muñoz]

Dicen que es más fácil descubrir a un mentiroso que a un cojo. Voy a cambiar esto: "Es mas dificil ocultar el talento que la cojera." Sí: exhibes tu gran capacidad creativa una vez más y dejas al lector (yo) con un dulce sabor a fresa en el paladar de su cerebro.
Con bellas metáforas vas componiendo un poema del llamado "simbolismo de realidad" o "lógico" en el que, ya casi al finaal, desvelas el simbolizado: la fresa.
Te leo con deleite y te comento en cuanto mi cuerpo me lo permite.
Besazos. Muchos.

Jerónimo

[Alejandro Costa]

Erotismo convertido en pasión delicada.

Es un espectáculo ver cómo te mueves de un lugar a otro atrayendo al lector donde quieres y como quieres.

Tal como, la verdad, me gustaría ser ese manjar al que pudieras comer.

Pero uno ya tiene sus años, aunque como dijo aquel, ...y los sueños, sueños son.

Ahora te pido algo.

Déjame un poquito que te coma... a besos.

[Ana García]

Un viento fuerte recorre la sensualidad de este poema. Ya no sé en que creo, quizás la poesía futurista se me escapó de entre las manos.

Si no puedes creer, disfruta. ¿Para qué complicarse con creencias?
Gracias por leerme.
Un abrazo.

[Ana García]

Dicen que es más fácil descubrir a un mentiroso que a un cojo. Voy a cambiar esto: "Es mas dificil ocultar el talento que la cojera." Sí: exhibes tu gran capacidad creativa una vez más y dejas al lector (yo) con un dulce sabor a fresa en el paladar de su cerebro.
Con bellas metáforas vas componiendo un poema del llamado "simbolismo de realidad" o "lógico" en el que, ya casi al finaal, desvelas el simbolizado: la fresa.
Te leo con deleite y te comento en cuanto mi cuerpo me lo permite.
Besazos. Muchos.

Jerónimo

Esa mente tuya, tan brillante, va por libre. Qué bueno es ese cambio de ocultar el talento. Yo envidio el tuyo. Es perenne y joven, cada día más.
Gracias por esos halagos que emocionan, aunque sean exagerados.
Un beso, o cuatro, o más.

[Ramón Carballal]

Un poema lleno de sensaciones. He disfrutado con la lectura. Abrazos.

[Ana García]

Erotismo convertido en pasión delicada.

Es un espectáculo ver cómo te mueves de un lugar a otro atrayendo al lector donde quieres y como quieres.

Tal como, la verdad, me gustaría ser ese manjar al que pudieras comer.

Pero uno ya tiene sus años, aunque como dijo aquel, ...y los sueños, sueños son.

Ahora te pido algo.

Déjame un poquito que te coma... a besos.

Eres un encanto, y un tanto guasón. ¡Qué cosas dices! La pobre fresa tuvo un mal pasar.
Gracias por el cariño que me demuestras.
Se agradece tu lectura y comentario.
Un beso.

[Ana García]

Un poema lleno de sensaciones. He disfrutado con la lectura. Abrazos.

Me alegra saber que has disfrutado la lectura. Gracias por hacérmelo saber.
Un abrazo fuerte.