Presidios de expresión
Publicado: Mar, 01 Feb 2022 10:12
Si las estrechas golondrinas viajan sin mochila,
qué te hace pensar que el océano burbujea,
o que el horizonte es como una llave sin muescas ni mayordomos,
o que el cielo es el resultado de un círculo sin geometría,
o que la gloria se fragua, no es para quien la merece.
Hay una tarde ciega que palpa con destellos,
con destinos, con destierros,
el porvenir.
Pero la noche deshace el desorden.
No pregunten cómo.
Quizá su silencio rompa los ojos como una brecha para las ilusiones,
grietas que, como gritos, nunca caen al vacío.
Las estaciones se agolpan, con la carga de un universo.
Mis sentidos no ven lo que quieren ver.
Entre los pasajeros de mis pasillos soy único y solo, con una ventana al ruido.
Y en cualquier otro sitio, solo busco un clima mejor, que no me abra en canal.
Sin duda, una utopía.
Ardo por dentro,
válvulas,
paladar,
ropa tendida,
y la humedad,
estirada,
de la luna,
cayendo en picado,
cada marea,
cada lugar de paso,
se lo lleva el cielo,
ya sea con ráfagas de viento o con su luz,
esa luz que se cuela en el aire,
me va a hacer sangre el milagro,
en mi boca guardo toda la cetrería
para que se lleve de mi mente
todas sus abstracciones, migraciones.
qué te hace pensar que el océano burbujea,
o que el horizonte es como una llave sin muescas ni mayordomos,
o que el cielo es el resultado de un círculo sin geometría,
o que la gloria se fragua, no es para quien la merece.
Hay una tarde ciega que palpa con destellos,
con destinos, con destierros,
el porvenir.
Pero la noche deshace el desorden.
No pregunten cómo.
Quizá su silencio rompa los ojos como una brecha para las ilusiones,
grietas que, como gritos, nunca caen al vacío.
Las estaciones se agolpan, con la carga de un universo.
Mis sentidos no ven lo que quieren ver.
Entre los pasajeros de mis pasillos soy único y solo, con una ventana al ruido.
Y en cualquier otro sitio, solo busco un clima mejor, que no me abra en canal.
Sin duda, una utopía.
Ardo por dentro,
válvulas,
paladar,
ropa tendida,
y la humedad,
estirada,
de la luna,
cayendo en picado,
cada marea,
cada lugar de paso,
se lo lleva el cielo,
ya sea con ráfagas de viento o con su luz,
esa luz que se cuela en el aire,
me va a hacer sangre el milagro,
en mi boca guardo toda la cetrería
para que se lleve de mi mente
todas sus abstracciones, migraciones.