Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Vie, 21 Ene 2022 17:59
DIES IRAE
En el aire se abrigan los mensajes
helados del norte. Yo leo
como filos de navajas
el temor en los ojos
de las mujeres que aman a los soldados.
La tierra tiembla con ruido de motores,
cicatrices de tumbas y destino
de inocentes en las fronteras.
Los días de la ira están próximos
al dolor; se extenderá por las ciudades
la primavera. Nunca
será tan triste
en los corazones.
Todavía es invierno; cubre la nieve
los campos y los montes cuando el frío
deja volar las voces entre el viento
del galopar del caballo de la guerra
y los tambores.
¡Qué increíble majestad en la belleza
congelada de las horas de diciembre!
Miro aún las amplitudes de los paisajes quietos
y vienen a posarse como fanales de brasas encendidas
las lágrimas
en mis ojos.
Miro los cielos anchos de las naciones
y un dolor
se extiende
en vuelo de muertes y de voces
confundidas. Los días
de la ira rasgan el alba; el horizonte
es oscuro piélago de sombras
con presagios
de infortunios.
González Alonso
A mí, querido poeta y amigo me queda, no solo el sonido de la guerra, desgraciadamente, sino el inmenso e imborrable y bello sonido de tus hermosos versos. Mis felicitaciones, sinceras, van acompañadas de un fuerte abrazo, desde la soledad de mi isla.
José Manuel F. Febles
Dies irae
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Re: Dies irae
Nietzsche.
- Julio Gonzalez Alonso
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Re: Dies irae
José Manuel F. Febles escribió: ↑Vie, 01 Abr 2022 12:25Muy amable, José Manuel, muchas gracias. Esperemos que los ecos trágicos de la guerra cesen más pronto que tarde, aunque las heridas seguirán abiertas por muchos años en algunos casos y para toda la vida en la mayoría. Un abrazo hasta tu isla. Salud.Julio Gonzalez Alonso escribió: ↑Vie, 21 Ene 2022 17:59
DIES IRAE
En el aire se abrigan los mensajes
helados del norte. Yo leo
como filos de navajas
el temor en los ojos
de las mujeres que aman a los soldados.
La tierra tiembla con ruido de motores,
cicatrices de tumbas y destino
de inocentes en las fronteras.
Los días de la ira están próximos
al dolor; se extenderá por las ciudades
la primavera. Nunca
será tan triste
en los corazones.
Todavía es invierno; cubre la nieve
los campos y los montes cuando el frío
deja volar las voces entre el viento
del galopar del caballo de la guerra
y los tambores.
¡Qué increíble majestad en la belleza
congelada de las horas de diciembre!
Miro aún las amplitudes de los paisajes quietos
y vienen a posarse como fanales de brasas encendidas
las lágrimas
en mis ojos.
Miro los cielos anchos de las naciones
y un dolor
se extiende
en vuelo de muertes y de voces
confundidas. Los días
de la ira rasgan el alba; el horizonte
es oscuro piélago de sombras
con presagios
de infortunios.
González Alonso
A mí, querido poeta y amigo me queda, no solo el sonido de la guerra, desgraciadamente, sino el inmenso e imborrable y bello sonido de tus hermosos versos. Mis felicitaciones, sinceras, van acompañadas de un fuerte abrazo, desde la soledad de mi isla.
José Manuel F. Febles