Editorial Alaire

A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.

Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?

Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.

¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,

nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.


Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.

Un auténtico placer llevarme el cero de este excelente soneto. Todo en él es redondo, pero las dos cuartetas me parecen una maravilla.

Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

Me ha gustado mucho el poema, como a través del reloj das cuenta del paso del tiempo. Un poema muy logrado y con buenas imágenes. Felicidades.
Abrazos

Vicente Fernández-Cortés escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 0:33 A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.

Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?

Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.

¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,

nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.


Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.

Antológico soneto, Vicente. ¿Qué decirte ante este magistral trabajo? Leo, releo y me encanta. Poesía con mayúscula, mi apreciado amigo. Mi aplauso y felicitación.

Recibe un gran abrazo.
Felipe.

Hay veces que te encuentras con algo que tan sólo puedes admirar y aplaudir.
Ahora estoy en ese momento.
Existe una alegría genuina que surge con la contemplación de las cosas bellas.
Gracias por traernos esa alegría, amigo.
Abrazos.

Un soneto perfecto como un reloj. En él danza el tiempo con su imparable ritmo, que incita a un nuevo comienzo tras el "tránsito vital" de su viaje.

Todo un placer de lectura, amigo Vicente.

Abrazos y salud.

Vicente Fernández-Cortés escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 0:33 A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.

Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?

Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.

¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,

nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.


Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.

La octava maravilla, eso has escrito, querido Vicente.
Gracias por estar y por compartir, amigo mío.

Abrazos y felicidad.

Agradezco, Ramón, tu sincero comentario. Es un soneto que escribí hace tiempo.

Otro fuerte para ti.

Vicente Fernández-Cortés escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 0:33 A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.

Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?

Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.

¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,

nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.


Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.

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Muy bello y muy interesante trabajo, amigo Vicente, que daría fuste a la obra de cualquier autor. El endecasílabo tratado con mucha maestría rítmico-literaria, con una apabullante calidad estructural, sin contradicciones métricas, se viste de soneto para regocijo de sus muchos y muy fieles admiradores. En fin, poesía monométrica y rimada en consonante, que, por su alta calidad, sirve perfectamente como modelo para quienes quieran inmiscuirse en la forma más difícil de la escritura toda, sí, pero también la que más personifica a la belleza y a la esencialidad en una combinación de palabras.
Felicidades, compañero.
Abrazos.

Vicente Fernández-Cortés escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 0:33 A François-Marie Arouet, ilustrado relojero, más conocido como Voltaire.

Tenaz reloj, metálico latido
en permanente ciclo prisionero.
¿Por qué será que tu tictac de acero
desgrana ya las cuentas del olvido?

Tu inexorable pulso repetido
limita cuanto vivo y cuanto espero,
mi postrera mirada y cuando muero
al terco son de su voraz tañido.

¡Mecánico ritual de un alma plana
en la ecuación precisa de tu horquilla!
Por ti, cuadriculada y cartesiana,

nos quedará sufrir la pesadilla
del tránsito vital en la membrana
de la rígida piel de tu plantilla.


Es raro que un oficio que trata un tema tan filosófico como el tiempo y su medición no tenga un vínculo más estrecho con el librepensamiento. La excepción quizá fuera Voltaire, aunque parece que el humanista francés buscara en la relojería más un lucrativo negocio que una fuente de inspiración metafísica.
Creo que fue a mediados del s. XVIII, cerca de Ginebra, en territorio francés, Voltaire compra la finca de Ferney- solar donde reproduce una corte en miniatura- Ahí encuentra la serenidad para tener la época más creativa de su vida, no solo como escritor, sino como empresario. En Ferney estableció una curtiduría, un horno para azulejos y cerámica, una fábrica de medias de seda y encajes, renovó granjas y reforestó bosques; además, asociado con un grupo de relojeros ginebrinos que también huían de la intransigencia calvinista, fundó una fábrica de relojes que haría tambalear los cimientos de la industria relojera suiza.
La empresa aún existe con relevante prestigio hoy en día con el nombre de Zadig & Voltaire. Fiel a la competitiva estrategia mercantil de su ilustre promotor sigue siendo un reloj bueno, bonito y barato. Lástima que solo dé la hora y no la genialidad del francmasón ilustrado.

Magistral poema de una resonacia y una relevancia poderosa. Te felicito Vicente Fernández-Cortés!

¡ Hola Vicente¡ Te reencuentro y me alegro muchísimo.
Te reencuentro con este sonetazo. Admiro, os admiro a los que sois capaces de componer sonetos. Siempre lo he dicho. Yo, soy incapaz de medir y contar, lo he intentado ¿eh?, pero mi cabeza no quiere.
Abrazos mediterráneos.

Si exactos son los relojes Zadig & Voltaire, más exacto es este soneto que sobrepasa la mecánica de precisión y vuela hasta el alma del lector.
Un abrazo, Vicente.

Jerónimo

Pilar Morte escribió: ↑Jue, 20 Ene 2022 13:01 Me ha gustado mucho el poema, como a través del reloj das cuenta del paso del tiempo. Un poema muy logrado y con buenas imágenes. Felicidades.
Abrazos

Muchas gracias, Pilar, por tu presencia en estos versos. Otros tantos para ti.

Antológico soneto, Vicente. ¿Qué decirte ante este magistral trabajo? Leo, releo y me encanta. Poesía con mayúscula, mi apreciado amigo. Mi aplauso y felicitación.

Recibe un gran abrazo.
Felipe.
[/quote]


Viniendo de un poeta de tu talla, Felipe, esa valoración se me antoja especialmente grata.
Un fuerte abrazo, querido poeta.

¡Qué bueno el tema y qué bueno el soneto! Además de gustarme mucho, celebro esta apertura de la poesía hacia campos filosóficos, históricos y culturales de primer orden. Mi aplauso y abrazo, Vicente. Salud.