La nada
Publicado: Lun, 03 Ene 2022 18:48
Nada me pertenece, y nada es mi tesoro.
La lluvia parte de la nada,
de una nada tan imaginaria como real,
de una nada torpe, dinámica y a la vez sensitiva.
Pero esas gotas que resbalan sobre mi piel,
esas notas, son nada.
Ese aire, esa brisa refrescante y a veces traicionera.
Esa brisa, forma parte de la nada.
De una nada amigable, terrible,
adorable y temible.
Más esa brisa tan solo es un aire pasajero,
una lengua imaginaria en la corte del universo.
un destello de aire, tan solo nada.
Esa luz, ese cohorte brillante e inmenso,
ese infierno sin alas cuando se esconde,
la plena tristeza del desaliento,
la aurora yaciente en una mañana dormida.
Pero es inmensa cuando fulgura,
dócil como el vuelo pausado de las mariposas,
vulgar y arrogante cuando se pierde,
cuando se convierte en nada y la nada la devora.
Luz sin paisaje, pesadilla de naturaleza.
Nada, perdido en la nada.
Ese sueño que me invade,
ese meteoro veloz y soslayado,
dormido en la noche divorciada de la luna,
patrón de un ejército denostado,
aluvión de golpes en la mente,
enemigo del descanso y la paz austera.
Un ejército sin bandera,
un lugar en el anonimato.
Ese sueño irreal, maltratado y lacónico.
Repleto de nada, envuelto en nada.
Este plantel donde me muevo,
donde agudizo mis mal enhebradas hebras,
las gotas sobre la piel, la brisa sobre el rostro,
la luz sin paisaje y un sueño irreal.
La nada que me pertenece.
La nada que es mi tesoro.
La lluvia parte de la nada,
de una nada tan imaginaria como real,
de una nada torpe, dinámica y a la vez sensitiva.
Pero esas gotas que resbalan sobre mi piel,
esas notas, son nada.
Ese aire, esa brisa refrescante y a veces traicionera.
Esa brisa, forma parte de la nada.
De una nada amigable, terrible,
adorable y temible.
Más esa brisa tan solo es un aire pasajero,
una lengua imaginaria en la corte del universo.
un destello de aire, tan solo nada.
Esa luz, ese cohorte brillante e inmenso,
ese infierno sin alas cuando se esconde,
la plena tristeza del desaliento,
la aurora yaciente en una mañana dormida.
Pero es inmensa cuando fulgura,
dócil como el vuelo pausado de las mariposas,
vulgar y arrogante cuando se pierde,
cuando se convierte en nada y la nada la devora.
Luz sin paisaje, pesadilla de naturaleza.
Nada, perdido en la nada.
Ese sueño que me invade,
ese meteoro veloz y soslayado,
dormido en la noche divorciada de la luna,
patrón de un ejército denostado,
aluvión de golpes en la mente,
enemigo del descanso y la paz austera.
Un ejército sin bandera,
un lugar en el anonimato.
Ese sueño irreal, maltratado y lacónico.
Repleto de nada, envuelto en nada.
Este plantel donde me muevo,
donde agudizo mis mal enhebradas hebras,
las gotas sobre la piel, la brisa sobre el rostro,
la luz sin paisaje y un sueño irreal.
La nada que me pertenece.
La nada que es mi tesoro.