Pero hoy, precisamente hoy
Publicado: Jue, 02 Dic 2021 18:40
Hay días en los que la hoja en blanco
es más interesante y misteriosa
que la humilde visión de un dinosaurio
entre los estantes de la biblioteca.
Pero hoy, precisamente hoy (y ayer
también y hace unos días o unos meses
y mañana posiblemente y pasado mañana
y en días o en meses sucesivos…),
ante la rosa que se torna negra
el rayo exige restablecer el orden
y la consumación de su muerte.
Cuando esto sucede, el aire
como en una película en blanco y negro
tiene el color de la lluvia
y el llanto se apodera de las ventanas,
porque el pájaro que cantaba
a los amaneceres ha desaparecido
del árbol de todos los días.
No hay miradas buscándose
tras las ventanas que lloran
para darse un poco de cobijo,
y los tejados como aves muertas
se han desplomado sobre el asfalto
de un planeta por el que se pasea
como un señor de la guerra
el odio con ropaje que huele a hombre,
un planeta de terribles dientes
que se alimenta todo el año
con la vida de las mujeres
y la sangre de sus hijos, y mancha la hoja
en blanco del poeta cuando cae la noche
y no hay sino la muerte y nada más que el llanto.
es más interesante y misteriosa
que la humilde visión de un dinosaurio
entre los estantes de la biblioteca.
Pero hoy, precisamente hoy (y ayer
también y hace unos días o unos meses
y mañana posiblemente y pasado mañana
y en días o en meses sucesivos…),
ante la rosa que se torna negra
el rayo exige restablecer el orden
y la consumación de su muerte.
Cuando esto sucede, el aire
como en una película en blanco y negro
tiene el color de la lluvia
y el llanto se apodera de las ventanas,
porque el pájaro que cantaba
a los amaneceres ha desaparecido
del árbol de todos los días.
No hay miradas buscándose
tras las ventanas que lloran
para darse un poco de cobijo,
y los tejados como aves muertas
se han desplomado sobre el asfalto
de un planeta por el que se pasea
como un señor de la guerra
el odio con ropaje que huele a hombre,
un planeta de terribles dientes
que se alimenta todo el año
con la vida de las mujeres
y la sangre de sus hijos, y mancha la hoja
en blanco del poeta cuando cae la noche
y no hay sino la muerte y nada más que el llanto.