El círculo perfecto de Giotto

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle

E. R. Aristy
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El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

El círculo perfecto de Giotto
“cuando el alumno está listo, el maestro llega
Proverbio Zen

La fila era larga y por serlo, doblaba las esquinas,
dos o tres lo hicieron con sus tutús, pero la mayoría llevaba un vestido entallado como el de la prima ballerina Jorge, o Georgii (para quienes conocían de su grandilocuente sueño). Claro que era un sueño importante, porque a quién se le ocurre ser primadonna siendo un hombrote de 200 libras, pelo en pecho, manos de obrero y zapatos tamaño 13 (USA)?

Sucedían las cosas simultáneamente como si así fuera el orden de las especies.
Habían violinistas y violadores, violines famosos,
Fiddlers en los techos como gatos en calor y algunos conservaron el estuche subiendo así su precio en el storage war (por lo menos existía la posibilidad de otras manos que hicieran vibrar sus cuerdas).

El talento era un derroche por todas partes.
Todos eran artistas, algunos se consumaron, otros fueron consumidos,
pero, en total, fueron tantos como esos pájaros de Borges que siempre vienen a mi como buitres.

Giotto se eleva como un proverbio zen y aparece en el ojo izquierdo de Benedicto XI, No fue perfecto, pero salió con la cola de la bestia al círculo inmortal y referencial que abre el cuadro o la puerta del renacimiento y lo hizo simplemente por darle a todos esos cuerpos y facciones el volumen de una perspectiva más cercana a todo cuanto es vivo en su momento.

Así que cuando Dante caía en el infierno y en el poderío religioso, Giotto era una meditación zen mientras dio duro en la tarea de ver, ese era el paraíso.

Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres.

Pero lo que más hay es Arte.

E. R. Aristy
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Rafel Calle
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Arriba con este trabajo, amiga Era, que se ampara en la famosa anécdota de Vasari. Asimilada al poema podría ser la perfección de la forma frente al contenido sin valor literario real. Y, bueno, no es un asunto fácil; curiosamente, tenemos un post en primera página que se titula El prosaísmo y que, precisamente, quiere ahondar en estas cuestiones. Prosa, prosa literaria, prosa poética y poema en prosa ¿son ramas de un mismo árbol que se llama lenguaje? ¿Quizá la diferencia esté en buscar diferencias, precisamente, en el lenguaje?

Y, bueno, qué decir de la tarea de ver, ese era el paraíso; o, Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres. Sin duda, momentos brillantes de este muy interesante trabajo.
Felicidades.
Abrazos.
Pilar Morte
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por Pilar Morte »

Interesante y hermoso poema, que se acerca a la prosa poética, para reflexionar sobre el post. Me gustó leerte.
Abrazos
E. R. Aristy
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Rafel Calle escribió: Mar, 30 Nov 2021 9:35 Arriba con este trabajo, amiga Era, que se ampara en la famosa anécdota de Vasari. Asimilada al poema podría ser la perfección de la forma frente al contenido sin valor literario real. Y, bueno, no es un asunto fácil; curiosamente, tenemos un post en primera página que se titula El prosaísmo y que, precisamente, quiere ahondar en estas cuestiones. Prosa, prosa literaria, prosa poética y poema en prosa ¿son ramas de un mismo árbol que se llama lenguaje? ¿Quizá la diferencia esté en buscar diferencias, precisamente, en el lenguaje?

Y, bueno, qué decir de la tarea de ver, ese era el paraíso; o, Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres. Sin duda, momentos brillantes de este muy interesante trabajo.
Felicidades.
Abrazos.

Que no perdamos nunca la curiosidad, la búsqueda, la ocupación de la mente ( excepto para descansar, y qué bueno es eso tambi☺n!)


Ojalá se den más pláticas sobre la prosa po♪tica, la prosa, el proso ( jajjajajja, solo quiero que te rias, que te de una gra carcajada y por ende una dosis buena de endorfinas) jajajajjaja. Un abrazo grande, mi respeto y admiración, Rafel. ERA
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Ramón Castro Méndez
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por Ramón Castro Méndez »

E. R. Aristy escribió: Dom, 28 Nov 2021 16:08 El círculo perfecto de Giotto
“cuando el alumno está listo, el maestro llega
Proverbio Zen

La fila era larga y por serlo, doblaba las esquinas,
dos o tres lo hicieron con sus tutús, pero la mayoría llevaba un vestido entallado como el de la prima ballerina Jorge, o Georgii (para quienes conocían de su grandilocuente sueño). Claro que era un sueño importante, porque a quién se le ocurre ser primadonna siendo un hombrote de 200 libras, pelo en pecho, manos de obrero y zapatos tamaño 13 (USA)?

Sucedían las cosas simultáneamente como si así fuera el orden de las especies.
Habían violinistas y violadores, violines famosos,
Fiddlers en los techos como gatos en calor y algunos conservaron el estuche subiendo así su precio en el storage war (por lo menos existía la posibilidad de otras manos que hicieran vibrar sus cuerdas).

El talento era un derroche por todas partes.
Todos eran artistas, algunos se consumaron, otros fueron consumidos,
pero, en total, fueron tantos como esos pájaros de Borges que siempre vienen a mi como buitres.

Giotto se eleva como un proverbio zen y aparece en el ojo izquierdo de Benedicto XI, No fue perfecto, pero salió con la cola de la bestia al círculo inmortal y referencial que abre el cuadro o la puerta del renacimiento y lo hizo simplemente por darle a todos esos cuerpos y facciones el volumen de una perspectiva más cercana a todo cuanto es vivo en su momento.

Así que cuando Dante caía en el infierno y en el poderío religioso, Giotto era una meditación zen mientras dio duro en la tarea de ver, ese era el paraíso.

Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres.

Pero lo que más hay es Arte.

E. R. Aristy

Brillante, ERA, realmente brillante. Como decimos por aquí, he disfrutado esta prosa poética o texto como un verderón.

Mi felicitación.

Un afectuoso abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?

SAM SHEPARD
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xaime oroza carballo
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por xaime oroza carballo »

E. R. Aristy escribió: Dom, 28 Nov 2021 16:08 El círculo perfecto de Giotto
“cuando el alumno está listo, el maestro llega
Proverbio Zen

La fila era larga y por serlo, doblaba las esquinas,
dos o tres lo hicieron con sus tutús, pero la mayoría llevaba un vestido entallado como el de la prima ballerina Jorge, o Georgii (para quienes conocían de su grandilocuente sueño). Claro que era un sueño importante, porque a quién se le ocurre ser primadonna siendo un hombrote de 200 libras, pelo en pecho, manos de obrero y zapatos tamaño 13 (USA)?

Sucedían las cosas simultáneamente como si así fuera el orden de las especies.
Habían violinistas y violadores, violines famosos,
Fiddlers en los techos como gatos en calor y algunos conservaron el estuche subiendo así su precio en el storage war (por lo menos existía la posibilidad de otras manos que hicieran vibrar sus cuerdas).

El talento era un derroche por todas partes.
Todos eran artistas, algunos se consumaron, otros fueron consumidos,
pero, en total, fueron tantos como esos pájaros de Borges que siempre vienen a mi como buitres.

Giotto se eleva como un proverbio zen y aparece en el ojo izquierdo de Benedicto XI, No fue perfecto, pero salió con la cola de la bestia al círculo inmortal y referencial que abre el cuadro o la puerta del renacimiento y lo hizo simplemente por darle a todos esos cuerpos y facciones el volumen de una perspectiva más cercana a todo cuanto es vivo en su momento.

Así que cuando Dante caía en el infierno y en el poderío religioso, Giotto era una meditación zen mientras dio duro en la tarea de ver, ese era el paraíso.

Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres.

Pero lo que más hay es Arte.

E. R. Aristy
Enorme y estremecedor tu poema, en todo su amplia panoplia, sentimiento, contenido, aliento... dentro de un ritmo de contraste, sostenido, roto y calmado combinado, que hacen de su lectura una auténtica delicia. Gracias, ERA.
Un abrazo y Bo Nadal!
xaime oroza
E. R. Aristy
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Pilar Morte escribió: Mar, 30 Nov 2021 13:35 Interesante y hermoso poema, que se acerca a la prosa poética, para reflexionar sobre el post. Me gustó leerte.
Abrazos
MMuy agradecida de tu lectura, querida Pilar.
E. R. Aristy
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Re: El círculo perfecto de Giotto

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Ramón Castro Méndez escribió: Mar, 14 Dic 2021 22:24
E. R. Aristy escribió: Dom, 28 Nov 2021 16:08 El círculo perfecto de Giotto
“cuando el alumno está listo, el maestro llega
Proverbio Zen

La fila era larga y por serlo, doblaba las esquinas,
dos o tres lo hicieron con sus tutús, pero la mayoría llevaba un vestido entallado como el de la prima ballerina Jorge, o Georgii (para quienes conocían de su grandilocuente sueño). Claro que era un sueño importante, porque a quién se le ocurre ser primadonna siendo un hombrote de 200 libras, pelo en pecho, manos de obrero y zapatos tamaño 13 (USA)?

Sucedían las cosas simultáneamente como si así fuera el orden de las especies.
Habían violinistas y violadores, violines famosos,
Fiddlers en los techos como gatos en calor y algunos conservaron el estuche subiendo así su precio en el storage war (por lo menos existía la posibilidad de otras manos que hicieran vibrar sus cuerdas).

El talento era un derroche por todas partes.
Todos eran artistas, algunos se consumaron, otros fueron consumidos,
pero, en total, fueron tantos como esos pájaros de Borges que siempre vienen a mi como buitres.

Giotto se eleva como un proverbio zen y aparece en el ojo izquierdo de Benedicto XI, No fue perfecto, pero salió con la cola de la bestia al círculo inmortal y referencial que abre el cuadro o la puerta del renacimiento y lo hizo simplemente por darle a todos esos cuerpos y facciones el volumen de una perspectiva más cercana a todo cuanto es vivo en su momento.

Así que cuando Dante caía en el infierno y en el poderío religioso, Giotto era una meditación zen mientras dio duro en la tarea de ver, ese era el paraíso.

Giorgii era una mujer en todo menos en su cuerpo. No sé por qué pienso en Darwin. Entre el infierno y el cielo hay una isla galápagos y muchos secretos de incestos e incertidumbres.

Pero lo que más hay es Arte.

E. R. Aristy

Brillante, ERA, realmente brillante. Como decimos por aquí, he disfrutado esta prosa poética o texto como un verderón.

Mi felicitación.

Un afectuoso abrazo.
Tu efusivo comentario me cae muy bien hoy que me siento tan lejos del acto creativo. Gracias amigo Ramon Casto Méndez. Abrazos, ERA
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