Apócrifo
Publicado: Mar, 23 Nov 2021 21:21
en la voz del Golem.
para GC.
La tristeza es un color que abarca toda la escala del gris.
Amigos; traigo ésta muerte,
ésta pobre muerte desnuda ya de mí,
ya sin recuerdos,
anónima y desvalida
como una viuda joven,
como una anciana mujer que mira en su espejo,
casi sin luz,
la habitación desordenada,
y busca
un poco de todo
en la nada,
aunque sea un último destello.
Tú, que pudiste nacer de pie sobre la tierra brava,
la tez de tu mejilla clara soberana también del
frío áspero suelo.
¡Cómo te envidio!
Espero, me
perdones el temblor en los ojos,
ese observar de pájaro sin árboles.
Perdona.
Soy algo que se apaga apenas en el aire
por su propio peso.
Cobardía de haber nacido sordo al ronco rugir de un corazón mestizo.
Amigos;
brinden por mi alma delgada
antes de que se desvanezca la apócrifa bruma amanecida
en el sol del mediodía.
¡Brinden!
¡Por mi alma quemada!
¡Oh mi pobre alma ardiente!
Soy como la arena que se deja caer lenta
hacia el río, como la sed del agua que hace
braza en el brote nuevo de la selva mustia
o la salvaje piedra donde duerme el dócil animal
azul del horizonte.
Y ahora... amigos, llevo esta muerte prendida al ojal del saco
como un clavel nocturnal preñado en oscura tinta blanda.
Negra la sangre y la mirada.
Negra la esperanza.
Calada está hasta en el más blanco y pequeño de mis huesos,
irremediable y amada.
Publicado como Golem 14 de octubre 2021.
para GC.
La tristeza es un color que abarca toda la escala del gris.
Amigos; traigo ésta muerte,
ésta pobre muerte desnuda ya de mí,
ya sin recuerdos,
anónima y desvalida
como una viuda joven,
como una anciana mujer que mira en su espejo,
casi sin luz,
la habitación desordenada,
y busca
un poco de todo
en la nada,
aunque sea un último destello.
Tú, que pudiste nacer de pie sobre la tierra brava,
la tez de tu mejilla clara soberana también del
frío áspero suelo.
¡Cómo te envidio!
Espero, me
perdones el temblor en los ojos,
ese observar de pájaro sin árboles.
Perdona.
Soy algo que se apaga apenas en el aire
por su propio peso.
Cobardía de haber nacido sordo al ronco rugir de un corazón mestizo.
Amigos;
brinden por mi alma delgada
antes de que se desvanezca la apócrifa bruma amanecida
en el sol del mediodía.
¡Brinden!
¡Por mi alma quemada!
¡Oh mi pobre alma ardiente!
Soy como la arena que se deja caer lenta
hacia el río, como la sed del agua que hace
braza en el brote nuevo de la selva mustia
o la salvaje piedra donde duerme el dócil animal
azul del horizonte.
Y ahora... amigos, llevo esta muerte prendida al ojal del saco
como un clavel nocturnal preñado en oscura tinta blanda.
Negra la sangre y la mirada.
Negra la esperanza.
Calada está hasta en el más blanco y pequeño de mis huesos,
irremediable y amada.
Publicado como Golem 14 de octubre 2021.