Editorial Alaire

Cada expresión artística ha tenido épocas de esplendor favorecidas por unas circunstancias concretas y por la aparición de genios irrepetibles que intuían las posibilidades que se les ofrecía para pintar lo antiguo con aires de modernidad. Siempre se ha hecho buena música pero hay que tener en cuenta al receptor para valorarlo, en esto radicaría mi desencanto con estos años, no queremos distinguir entre lo valioso y lo superfluo, asumir una responsabilidad con el criterio.

La gente no quiere darse cuenta de que, en cierta forma, no ha terminado la Guerra del Vietnam, de que no ha caído el Muro, de que sigue habiendo niños que mueren en la playa, de que Tom Simpson vuelve a su última caída cada 13 de julio por intentar conseguir lo que está fuera de sus posibilidades reales, mientras el hombre aún lucha por alcanzar la Luna. No estamos en los peores años de esta era, pero sí son los que más duelen a los humanistas ya que no se ha resuelto casi nada cuando se tienen más instrumentos que nunca para hacerlo. Estamos dejando escapar un caballo con unas posibilidades inmensas que cada vez está más lejos de lo logrado por la Radio y la Televisión, a pesar de las críticas acerbas que le han llegado a esta última por su proceso de vulgarización.

En Cádiz todos nos morimos siendo unos chiquillos.

En el foro de Prosa, F. Enrique y su Enredados en las redes del Ventoux.

Muy lúcida esta reflexión que aquí nos dejas, amigo Enrique, de la que destacaría estos momentos:
"Siempre se ha hecho buena música pero hay que tener en cuenta al receptor para valorarlo, en esto radicaría mi desencanto con estos años, no queremos distinguir entre lo valioso y lo superfluo, asumir una responsabilidad con el criterio"

Todo un placer de lectura.

F. Enrique escribió: ↑Jue, 18 Nov 2021 14:40

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La gente no quiere darse cuenta de que, en cierta forma, no ha terminado la Guerra del Vietnam, de que no ha caído el Muro, de que sigue habiendo niños que mueren en la playa, de que Tom Simpson vuelve a su última caída cada 13 de julio por intentar conseguir lo que está fuera de sus posibilidades reales, mientras el hombre aún lucha por alcanzar la Luna.

No solamente coincido en los gustos musicales, sino que comparto el contenido de esta publicación y su análisis de nuestro tiempo. Aplauso.

Estudié hasta donde pude la vida de Saint-Exupéry, Julio, y me centré en la Francia del periodo de entreguerras y vi muchas similitudes con lo que podemos apreciar en nuestros días. Ellos también creían que habían avanzado hasta los límites imaginables con la radio, nosotros con Internet más apegado a la tontería que a la verdad. También pensaban que las agresiones territoriales de Hitler se circunscribían al mundo germánico; ahí tenemos a Putin y sus problemas dentro de la familia eslava, y, en cierta forma, también tendían a creer que vivían en el mejor mundo de los posibles.

Muchas gracias, Julio. Un abrazo.

Una reflexión de altura la que nos planteas aquí, Enrique:

Es cierto lo que dices. Parece que hemos avanzado en muchos terrenos, pero con frecuencia el avance es solo simbólico, no real.

De todos modos, darse cuenta de ello ya es un avance.

Gracias por compartir
Felicidades
Ana

Creo, Ana, que la Transición fue un periodo esplendoroso, quien no se formaba en la Universidad, lo hacía en la calle, veíamos las películas mudas que nos parecían llegadas de otro mundo, "El acorazado Potemkin" y sus escalinatas y "El nacimiento de una nación" con un racismo escalofriante que hizo a Griffith entonar un mea culpa y que rodara a continuación "Tolerancia" sin que lograra liberarle de su bien ganada mala fama nos ponían al día de lo que se cocinaba en las entrañas de los do Estados más poderosos del mundo. Quisiera que solo fueran fantasmas del pasado. ¿Debe declararle la Unión Europea la Guerra a Putin y liberar a ucranianos y a rusos, incluso, entre ellos, muchos que lo votaron y que no pueden creerse que haya llegado a la guerra? Y la importante minoría rusa de Ucrania ¿Está tan radicalizada como los indepentistas catalanes?

Muchas gracias, Ana, siempre es un placer hablar contigo.

Un abrazo.