Editorial Alaire

Francesch Vicent escribió: ↑Dom, 17 Oct 2021 8:29 Porque no sé lo que vale un peine
he pasado la noche en blanco.
No creo que exista alguien
en el mundo que lo sepa;
pero nos enteraremos
de su precio cuando los perros
se den cuenta de la cizalla
que tienen por boca y la usen
para degustar yugulares humanas.
“Esto solo ocurrirá el día
que las ranas críen pelo”
se estará diciendo ahora mismo
algún incauto con ciertas dosis
para el sarcasmo y el chiste fácil.
Yo, que no soy de los que no suelta
prenda o va por ahí dorando
la píldora pienso que, sin pretender
echar más leña al fuego,
no está el horno para bollos;
pero como sigamos mirándonos
el ombligo y dando gato
por liebre, más pronto
que tarde dejaremos de tener
la sartén por el mango
y a las primeras de cambio,
en menos que canta un gallo,
nos meteremos en un berenjenal
de padre y muy señor mío
por habernos dormido
en los laureles y no haber
cogido a tiempo
el rábano por las hojas,
que todo se nos irá de las manos
y pagaremos los platos rotos,
lo cual nos costará más
de un ojo de la cara.
Y cuando eso ocurra,
los que mandan,
partidarios del más vale
pájaro en mano, terminarán
con un palmo de narices.
Lo malo es que a dos velas
se quedará también
la humanidad mientras espera
temblando a verlas venir.

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 17 Oct 2021 16:55 Has utilizado con frases hechas un poema ingenioso. Me gustó leerte.
Abrazos

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 17 Oct 2021 19:24 Qué cierto el poema, qué adecuada su manera de hablar y transmitir angustia universal.

Aplaudo el ingenio y guardo el mensaje, Francesch.

Salud y felicidad.

Rafel Calle escribió: ↑Mié, 20 Oct 2021 6:21 Un trabajo original y muy interesante, amigo Francesch.
Felicidades.
Abrazos.

E. R. Aristy escribió: ↑Vie, 22 Oct 2021 9:00

Francesch Vicent escribió: ↑Dom, 17 Oct 2021 8:29 Porque no sé lo que vale un peine
he pasado la noche en blanco.
No creo que exista alguien
en el mundo que lo sepa;
pero nos enteraremos
de su precio cuando los perros
se den cuenta de la cizalla
que tienen por boca y la usen
para degustar yugulares humanas.
“Esto solo ocurrirá el día
que las ranas críen pelo”
se estará diciendo ahora mismo
algún incauto con ciertas dosis
para el sarcasmo y el chiste fácil.
Yo, que no soy de los que no suelta
prenda o va por ahí dorando
la píldora pienso que, sin pretender
echar más leña al fuego,
no está el horno para bollos;
pero como sigamos mirándonos
el ombligo y dando gato
por liebre, más pronto
que tarde dejaremos de tener
la sartén por el mango
y a las primeras de cambio,
en menos que canta un gallo,
nos meteremos en un berenjenal
de padre y muy señor mío
por habernos dormido
en los laureles y no haber
cogido a tiempo
el rábano por las hojas,
que todo se nos irá de las manos
y pagaremos los platos rotos,
lo cual nos costará más
de un ojo de la cara.
Y cuando eso ocurra,
los que mandan,
partidarios del más vale
pájaro en mano, terminarán
con un palmo de narices.
Lo malo es que a dos velas
se quedará también
la humanidad mientras espera
temblando a verlas venir.

Ingenioso y bello poema, Francesh. Me gusta, logras hacernos pensar en qué hay detrás de los refranes y en contraste, las ideas nuevas ,en este poema violentas e inesperadas:

Porque no sé lo que vale un peine
he pasado la noche en blanco.
No creo que exista alguien
en el mundo que lo sepa;
pero nos enteraremos
de su precio cuando los perros
se den cuenta de la cizalla
que tienen por boca y la usen
para degustar yugulares humanas.

Los refranes traen el cúmulo de observaciones del comportamiento humano. Sin embargo, el mundo cambiante y complejo demanda un lenguaje nuevo porque lo que ha crecido es la tergiversación. Aplaudo tu perspicacia. Abrazos, ERA