Archivo atravesado

[F. Enrique]

Gracias, Xaime. Me halaga tu presencia y recuerdo con frecuencia tu acendrado lirismo, tu amor irrenunciable a la naturaleza ahora que llora nuestro comportamiento.

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Enrique:

Logras transmitir muy bien la nostalgia por la ausencia. El amor perdido.

Felicidades
Un beso grande
Ana

[F. Enrique]

Realmente hermoso tu canto de amor y soledad, amigo.
Atraviesa intangibles.

Pienso que es el mejor poema que haya escrito en estos días. Me hiela el alma pensar en la fragilidad que siento cuando miro a mi amor. Es solo un mendigo que atraviesa unos tiempos con sangre en las alas. Deberíamos pedirle a la Unión que enviara tropas de élite para salir de este entuerto que pone en riesgo el espíritu democrático.

[F. Enrique]

Gracias, Mirta.

[F. Enrique]

Gracias, Rafel, es, sin duda, mi poema favorito de "Brel en la Escuela de Comercio".

[F. Enrique]

Logras transmitir muy bien la nostalgia por la ausencia. El amor perdido.

Gracias, Ana. Es lógico, por la educación, por decir algo, que los hombres lloremos por dentro. Así nos portamos incluso ante la muerte, y habrá algunas mujeres que nos criticarán, con los ojos anegados, abiertamente mientras se reparten las joyas de su madre y yo me quedo, sin lágrimas externas, con los grandes éxitos de Roberto Carlos, una joya que he regalado en más de una ocasión.

[Julio Gonzalez Alonso]

la inmensa soledad de un verso ante la muerte
que vaga en mi recuerdo y se borra en tu diario.

Dos versos de cierre definitivos para un estupendo poema. Buena lectura de buena mañana. Abrazo y salud.

[F. Enrique]

la inmensa soledad de un verso ante la muerte
que vaga en mi recuerdo y se borra en tu diario.

Dos versos de cierre definitivos para un estupendo poema. Buena lectura de buena mañana. Abrazo y salud.

Gracias, Julio.

[Jerónimo Muñoz]

No te envié ningún archivo
atravesado por un sueño.

*** *** ***

He llegado al silencio oscuro de tu rostro
para desenterrarlo
de las simas profundas de los bosques perdidos
que guardan tu fulgor en un sudario,
en una despedida tormentosa
que rompió mis entrañas en el viento de marzo,
para poder abrir el camino sin huellas
que amabas en los mares azules y lejanos,
para recuperar el requiebro de amor
que no escuchaste nunca y yacía en mis brazos
cuando en tu amarga ausencia te llamaba,
en los labios la luz, la sombra en el costado.

La fiebre turbulenta de mi sangre
inunda tus mejillas y hierve en el armario
de tu ropa tortuosa de los viernes
que recoge los aires dolientes del pasado
y sufre en los balcones la amargura,
el nerviosismo ansioso de tus manos,
la inmensa soledad de un verso ante la muerte
que vaga en mi recuerdo y se borra en tu diario.

Muy admirable y bien compuesto me parece este poema en el que haces gala de tu talento poético y de tu exquisita sensibilidad, acercándote al mundo del neosimbolismo, adornándolo con esa rima tan bien lograda.
Un abrazo, poeta amigo.

Jerónimo

[F. Enrique]

Gracias, Jerónimo, no sé si soy merecedor de tanto halago.

[Ana García]

El comienzo y la última estrofa son de una gran belleza lírica. El amor no lo puede todo, así que siempre nos quedarán los recuerdos.
Qué sensible eres.
Un beso.

[F. Enrique]

El comienzo y la última estrofa son de una gran belleza lírica. El amor no lo puede todo, así que siempre nos quedarán los recuerdos.
Qué sensible eres.
Un beso.

No creo, Ana que sea más sensible que cualquier hombre de a pie, me singulariza que sepa expresar los sentimientos. Estamos seguros de que tenemos una guerra en Ucrania y Europa sigue pensando hasta dónde ha de aguantar el autoritarismo sanguinario de Putin.