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La triste realidad de la utopía

Publicado: Vie, 03 Sep 2021 22:45
por Alejandro Costa
A veces hay que destruir la nostalgia,
aparcar a un lado la locura,
dejar pasar una visita al psicólogo sin acudir,
encender una vela en la oscuridad de la madrugada,
tumbarse con los brazos cruzados bajo la cabeza,
como una simple almohada,
y dejar que los sueños fluyan
con los ojos abiertos
y la sensación de que no se está obligado a madrugar.

Es la libertad, la frescura,
el querer hacer lo que uno desea,
sin dar,
sin que te pidan explicaciones por nada.

Es gatear como si aún se fuera niño,
pelear contra la almohada
siendo siempre el ganador.
Es sentir como atamos a la luna en un lance de rodeo,
como el cielo se adapta a nuestra sensación;
sentir que el colchón es un mar en calma,
la sábana una colchoneta de playa
y la habitación una isla paradisíaca y desierta.

Es ese cuento de hadas y duendes
que nos arranca una sonrisa de felicidad,
nos eriza la piel y salpica nuestro ego
para sentirnos dioses,
héroes,
reyes de nuestro propio reino.

Pero nada es real, todo es utopía.

No hay jardines encantados,
islas paradisíacas;
las hadas y los duendes siguen sin acordarse de nosotros,
el colchón no es ningún mar en calma,
los riñones siguen siendo un hándicap ante el sueño,
no existe luna alguna,
en el exterior sigue lloviendo torrencialmente,
y la gotera sobre la mesilla aún está por reparar.

Que faltan seis días para finalizar el mes,
que la cuenta está en números rojos
y que la cartera está agrietada y vacía,
es la realidad que me obliga a no poder dormir,
a calentarme de más la cabeza,
y a pensar, que la vida,
para algunos,
es toda una pesadilla.

Hoy me han cortado la luz,
ya no tengo más velas,
y ésta, está casi gastada.

Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Vie, 03 Sep 2021 23:33
por Mirta Elena Tessio
Alejandro Costa escribió: Vie, 03 Sep 2021 22:45 A veces hay que destruir la nostalgia,
aparcar a un lado la locura,
dejar pasar una visita al psicólogo sin acudir,
encender una vela en la oscuridad de la madrugada,
tumbarse con los brazos cruzados bajo la cabeza,
como una simple almohada,
y dejar que los sueños fluyan
con los ojos abiertos
y la sensación de que no se está obligado a madrugar.

Es la libertad, la frescura,
el querer hacer lo que uno desea,
sin dar,
sin que te pidan explicaciones por nada.

Es gatear como si aún se fuera niño,
pelear contra la almohada
siendo siempre el ganador.
Es sentir como atamos a la luna en un lance de rodeo,
como el cielo se adapta a nuestra sensación;
sentir que el colchón es un mar en calma,
la sábana una colchoneta de playa
y la habitación una isla paradisíaca y desierta.

Es ese cuento de hadas y duendes
que nos arranca una sonrisa de felicidad,
nos eriza la piel y salpica nuestro ego
para sentirnos dioses,
héroes,
reyes de nuestro propio reino.

Pero nada es real, todo es utopía.

No hay jardines encantados,
islas paradisíacas;
las hadas y los duendes siguen sin acordarse de nosotros,
el colchón no es ningún mar en calma,
los riñones siguen siendo un hándicap ante el sueño,
no existe luna alguna,
en el exterior sigue lloviendo torrencialmente,
y la gotera sobre la mesilla aún está por reparar.

Que faltan seis días para finalizar el mes,
que la cuenta está en números rojos
y que la cartera está agrietada y vacía,
es la realidad que me obliga a no poder dormir,
a calentarme de más la cabeza,
y a pensar, que la vida,
para algunos,
es toda una pesadilla.

Hoy me han cortado la luz,
ya no tengo más velas,
y ésta, está casi gastada.
Hola Ale, o Alejandro. Respirar en nuestro mundo ya es una utopía.
Pero que le vamos a hacer. Las billeteras ya no existen, la mía siempre esta vacía.
Qué triste es amar y no poderlo decir, dijo el poeta.
A ver si en medio de la lluvia ostentosa, tenemos que pagar para amar.
Estoy en un todo de acuerdo en lo que dices.
La triste realidad de la utopía.
Un beso.-



Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Sab, 04 Sep 2021 13:54
por Ramón Castro Méndez
Me ha gustado tu poema, Alejandro, me ha gustado esa parte amable y optimista (la utopía), sin desdeñar la realidad, pero últimamente me ha dado por pensar, llámame loco, que la ficción es la realidad y viceversa. Y sí, a todos nos van elflaqueciendo los monederos.
Gracias por compartir, he disfrutado con tu poema.

Un fuerte abrazo.

Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Sab, 04 Sep 2021 14:07
por Luis M
Si no hay jardines paradisiacos ni islas paradisiacas los tendremos que inventar, aunque sean pequeñitos y rodeados de mierda, no queda otra. Hermoso poema, Alejandro. Un abrazo amigo.

Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Dom, 05 Sep 2021 20:57
por Rafel Calle
Bello e interesante trabajo, amigo Alejandro.
Felicidades.
Abrazos.

Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Lun, 06 Sep 2021 10:05
por Pilar Morte
Parece ser que lo que ocurre en el mundo se refleja fielmente en tu hermoso poema.
Me gustaron tus versos.
Abrazos

Re: La triste realidad de la utopía

Publicado: Mié, 06 Oct 2021 16:53
por E. R. Aristy
Alejandro Costa escribió: Vie, 03 Sep 2021 22:45 A veces hay que destruir la nostalgia,
aparcar a un lado la locura,
dejar pasar una visita al psicólogo sin acudir,
encender una vela en la oscuridad de la madrugada,
tumbarse con los brazos cruzados bajo la cabeza,
como una simple almohada,
y dejar que los sueños fluyan
con los ojos abiertos
y la sensación de que no se está obligado a madrugar.

Es la libertad, la frescura,
el querer hacer lo que uno desea,
sin dar,
sin que te pidan explicaciones por nada.

Es gatear como si aún se fuera niño,
pelear contra la almohada
siendo siempre el ganador.
Es sentir como atamos a la luna en un lance de rodeo,
como el cielo se adapta a nuestra sensación;
sentir que el colchón es un mar en calma,
la sábana una colchoneta de playa
y la habitación una isla paradisíaca y desierta.

Es ese cuento de hadas y duendes
que nos arranca una sonrisa de felicidad,
nos eriza la piel y salpica nuestro ego
para sentirnos dioses,
héroes,
reyes de nuestro propio reino.

Pero nada es real, todo es utopía.

No hay jardines encantados,
islas paradisíacas;
las hadas y los duendes siguen sin acordarse de nosotros,
el colchón no es ningún mar en calma,
los riñones siguen siendo un hándicap ante el sueño,
no existe luna alguna,
en el exterior sigue lloviendo torrencialmente,
y la gotera sobre la mesilla aún está por reparar.

Que faltan seis días para finalizar el mes,
que la cuenta está en números rojos
y que la cartera está agrietada y vacía,
es la realidad que me obliga a no poder dormir,
a calentarme de más la cabeza,
y a pensar, que la vida,
para algunos,
es toda una pesadilla.

Hoy me han cortado la luz,
ya no tengo más velas,
y ésta, está casi gastada.
No importa que tan dura es la "realidad" , tomemos tiempo para soñar. Por azar o por perseveración el soñador es medio loco y lo que tiene de cuerdo es también para la preservación. Me conmueve y me identifico con tu diciente poema, Alejandro. Abrazos, ERA