Bogotá
Publicado: Vie, 10 Oct 2008 4:41
Bogotá
Voy desde el revolcar de mares yucatecos
salobre espuma mexicana
hasta la panorámica de los matices
que atestiguan las horas
que cubren de verde la solemnidad de los cerros.
Bogotá eres piedad
entre la impureza de los labios
que pronuncian tu nombre con escarnio
cuando las palabras revisten los ocasos
con pergaminos que nutren la historia
gimiendo en la cumbia y el vallenato.
Eres susurro de la gente que en el atardecer
contempla el pulso de la vida
entre jardines y humedad de asfalto:
Santa Fe, Bosa, Chapinero, Ciudad Bolivar,
Avenida de los Cerros, Avenida Boyacá,
geografía por la que cabalga tu alma de poeta.
Bogotá desde tu altura
levanto la mirada
hallo vestigios de versos
inmersos entre tus cielos abismales
que hacen suspirar a mis silencios.
Te amo Bogotá
en el discurrir del Magdalena
con los sueños fraguados en las madrugadas
perdido entre mis labios,
en la desembocadura de su cauce
disperso en el caribe
en donde se perdieron nuestras caricias sempiternas.
Te amo en la grandeza,
en la libertad,
en la oquedad de la noche
cubriendo nuestros cuerpos solitarios
prendido a mi lácteo pecho
y al impúdico camino de mi vientre
que hoy se mece en el recuerdo
de aquellos días de impaciencia
en la ventana de La Candelaria,
celestina de un amor inacabable.
Samantha
Yucatán, México.
Voy desde el revolcar de mares yucatecos
salobre espuma mexicana
hasta la panorámica de los matices
que atestiguan las horas
que cubren de verde la solemnidad de los cerros.
Bogotá eres piedad
entre la impureza de los labios
que pronuncian tu nombre con escarnio
cuando las palabras revisten los ocasos
con pergaminos que nutren la historia
gimiendo en la cumbia y el vallenato.
Eres susurro de la gente que en el atardecer
contempla el pulso de la vida
entre jardines y humedad de asfalto:
Santa Fe, Bosa, Chapinero, Ciudad Bolivar,
Avenida de los Cerros, Avenida Boyacá,
geografía por la que cabalga tu alma de poeta.
Bogotá desde tu altura
levanto la mirada
hallo vestigios de versos
inmersos entre tus cielos abismales
que hacen suspirar a mis silencios.
Te amo Bogotá
en el discurrir del Magdalena
con los sueños fraguados en las madrugadas
perdido entre mis labios,
en la desembocadura de su cauce
disperso en el caribe
en donde se perdieron nuestras caricias sempiternas.
Te amo en la grandeza,
en la libertad,
en la oquedad de la noche
cubriendo nuestros cuerpos solitarios
prendido a mi lácteo pecho
y al impúdico camino de mi vientre
que hoy se mece en el recuerdo
de aquellos días de impaciencia
en la ventana de La Candelaria,
celestina de un amor inacabable.
Samantha
Yucatán, México.