Editorial Alaire

Maria Pilar Gonzalo escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 2:46 Las luces acariciaban el asfalto pero todavía era martes en mi corazón y en mi garganta


Solíamos beber para calmar la abstinencia del deseo, y entre silencios y evitaciones lográbamos salir indemnes de la noche


Era la nueva religión en mis zapatos


Yo descalzaba en el borde de mi cama todas las visiones iracundas y tú dormitabas lejos de mi cuerpo, creyendo que aún te amaba


Llegaba el miércoles a mi frente entumecida como un santo que espera su martirio, nubes que ciernen tempestades, años perdidos en la nada


Cada día facturaba una carta sin remite ni destinatario, allí brotaban jueves crisantemos, fiebres selladas con su lengua acaudalada en el cristal de cualquier coche


Y llegaban viernes de lamentos con recuerdos de su tacto, gorriones que desnudan gemidos ensogados, tristes desencuentros, locos y hartos


Era la derrota de los dioses


No quedaba nadie entre los que me amaron, ya perdí a todos aquellos que me odiaron y en el sábado de mi vida ni siquiera la venganza conseguía terminar con el deseo

Somos centuriones estremecidos por la gula entre sus piernas, señores que adormecen cada espada entregando sus ejércitos sometidos, cautivos y desarmados


Atraviesa el Primer Domingo de Cuaresma nuestras almas

Con el tiempo, todo pasa
Con el tiempo, todo se olvida
Con el tiempo, ya no se ama

Pilar Morte escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 8:27 Buen poema,M. P. con imágenes logradas para transmitir un erotismo nostálgico bañado en versos muy hermosos. Felicidades.
Abrazos

Lunamar Solano escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 8:30 Qué gigante querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 8:46 Coincido totalmente con Nancy; un gigante, un gigante poético que transmite y hace escala en las fibras vitales.
Duele, inicia, acerca, subyuga y queda.
Se me ha posicionado este poema entre el timo y el miocardio; gracias por el regalo, querida Maria Pilar.

Ovación cerrada; abrazos.

Maria Pilar Gonzalo escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 2:46 Las luces acariciaban el asfalto pero todavía era martes en mi corazón y en mi garganta


Solíamos beber para calmar la abstinencia del deseo, y entre silencios y evitaciones lográbamos salir indemnes de la noche


Era la nueva religión en mis zapatos


Yo descalzaba en el borde de mi cama todas las visiones iracundas y tú dormitabas lejos de mi cuerpo, creyendo que aún te amaba






























Llegaba el miércoles a mi frente entumecida como un santo que espera su martirio, nubes que ciernen tempestades, años perdidos en la nada


Cada día facturaba una carta sin remite ni destinatario, allí brotaban jueves crisantemos, fiebres selladas con su lengua acaudalada en el cristal de cualquier coche


Y llegaban viernes de lamentos con recuerdos de su tacto, gorriones que desnudan gemidos ensogados, tristes desencuentros, locos y hartos


Era la derrota de los dioses


No quedaba nadie entre los que me amaron, ya perdí a todos aquellos que me odiaron y en el sábado de mi vida ni siquiera la venganza conseguía terminar con el deseo

Somos centuriones estremecidos por la gula entre sus piernas, señores que adormecen cada espada entregando sus ejércitos sometidos, cautivos y desarmados


Atraviesa el Primer Domingo de Cuaresma nuestras almas

Con el tiempo, todo pasa
Con el tiempo, todo se olvida
Con el tiempo, ya no se ama



Un excelente poema, construido con versos novedoso y de alto nivel poético.

Desde la soledad de mi isla, donde el tiempo pasa, no olvida y sigo amando, un fuerte y cordial abrazo.

José Manuerl F. Febles

Carmen López escribió: ↑Dom, 22 Ago 2021 21:05 Impresionante...me he quedado muda...es apabullante, duele, hiere, se hace dueño...
Siempre es bueno, muy bueno leerte.

Un abrazo grande, grande.

Carmen