Palabras de amor bajo la Luna Parisina
Publicado: Lun, 16 Ago 2021 22:26
Nací y fuí materia que latió al compás de tu suspiro,
porque hiciste de mi carne un santuario con tus besos,
magia y barro volvieron a la vida los ojos que perdidos,
pensé hasta ahora olvidados en el lugar donde reina,
la oscuridad cual sutil manto y como abrigo el frío.
Suave como la helada escarcha tendiste tu piel en mi carne,
y tu piel valía mi vida y la vida de un universo,
pasé la noche abrazado a tí como a un árbol frondoso,
por que eras suave de tocar y dulce de probar,
eras como el peligro de vivir y amar de nuevo.
Y esclavo de no se que dolor sin reposo,
cuyos clavos insertaron en mis poros la divina escencia,
la locura dibujó tu rostro sobre mi entonces triste razón,
me dijo que tu cuerpo era tierra y selva virgen,
y tus cabellos extensiones por las cuales se podía palpar lo indefinible,
me dijo, en fīn, que eras el significado de amar de nuevo.
Amanecí envuelto en los jirones de tu lecho,
me vi crucificado por tus dulces miradas,
mirada de fuego cual una serpiente al acecho,
manos heladas excitando mis nervios y llegando al delirio,
me encontré tirado en el cielo y nací sobre un trono,
fuí poderoso a tu lado Gran diosa, llena de cicatrizes,
exquisita meretriz de dolores, maestra del placer y del amor.
F. G.
porque hiciste de mi carne un santuario con tus besos,
magia y barro volvieron a la vida los ojos que perdidos,
pensé hasta ahora olvidados en el lugar donde reina,
la oscuridad cual sutil manto y como abrigo el frío.
Suave como la helada escarcha tendiste tu piel en mi carne,
y tu piel valía mi vida y la vida de un universo,
pasé la noche abrazado a tí como a un árbol frondoso,
por que eras suave de tocar y dulce de probar,
eras como el peligro de vivir y amar de nuevo.
Y esclavo de no se que dolor sin reposo,
cuyos clavos insertaron en mis poros la divina escencia,
la locura dibujó tu rostro sobre mi entonces triste razón,
me dijo que tu cuerpo era tierra y selva virgen,
y tus cabellos extensiones por las cuales se podía palpar lo indefinible,
me dijo, en fīn, que eras el significado de amar de nuevo.
Amanecí envuelto en los jirones de tu lecho,
me vi crucificado por tus dulces miradas,
mirada de fuego cual una serpiente al acecho,
manos heladas excitando mis nervios y llegando al delirio,
me encontré tirado en el cielo y nací sobre un trono,
fuí poderoso a tu lado Gran diosa, llena de cicatrizes,
exquisita meretriz de dolores, maestra del placer y del amor.
F. G.