Una mañana
Publicado: Mar, 10 Ago 2021 20:47
Hice tanto por quedarme,
tanto, tanto,
que la piel sangraba a escondidas.
En aquel suburbio ignoré la paz que tanto me atormentaba,
la lluvia ácida de un sudor
que resbalaba por el sinsentido de mi cuerpo,
por una de tantas páginas alocadas de mi vida.
Las mañanas me golpeaban como huracán
que no encuentra el camino de salida;
las tardes eran de autocrítica, de pensamientos,
de inanición mental sin respuesta;
las noches se posicionaban como vía de escape,
entre alcohol, nocturnidad y actos extravagantes
trataba de huir de esta azarosa situación
en pos de una angustiosa y traumática cobardía.
He hecho tanto por quedarme,
hice tanto por evitar la caída
que aún no logro asimilar la derrota.
Ahora, sin fuerzas, sin fe,
envuelto en hábitos de soledad,
tan solo soy capaz de escribir letras en el pasado,
marcar territorio con las uñas agrietadas,
atormentar el tedioso movimiento del segundero,
las drogadas noches
y las mañanas sin rumbo, sin destino.
He hecho tanto, hice tanto,
que ahora tan solo me queda pedir perdón
y esperar que una mañana,
una sola mañana,
me dé la bienvenida.
tanto, tanto,
que la piel sangraba a escondidas.
En aquel suburbio ignoré la paz que tanto me atormentaba,
la lluvia ácida de un sudor
que resbalaba por el sinsentido de mi cuerpo,
por una de tantas páginas alocadas de mi vida.
Las mañanas me golpeaban como huracán
que no encuentra el camino de salida;
las tardes eran de autocrítica, de pensamientos,
de inanición mental sin respuesta;
las noches se posicionaban como vía de escape,
entre alcohol, nocturnidad y actos extravagantes
trataba de huir de esta azarosa situación
en pos de una angustiosa y traumática cobardía.
He hecho tanto por quedarme,
hice tanto por evitar la caída
que aún no logro asimilar la derrota.
Ahora, sin fuerzas, sin fe,
envuelto en hábitos de soledad,
tan solo soy capaz de escribir letras en el pasado,
marcar territorio con las uñas agrietadas,
atormentar el tedioso movimiento del segundero,
las drogadas noches
y las mañanas sin rumbo, sin destino.
He hecho tanto, hice tanto,
que ahora tan solo me queda pedir perdón
y esperar que una mañana,
una sola mañana,
me dé la bienvenida.