Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Vie, 30 Jul 2021 21:18 Mucha fuerza en el escenario interno; el poema ruge en su fluidez predeterminada.
Me atrevería a decir que tiene un toque capricorniano (con esto quiero decir que obedece a una visión inteligente y dura de la existencia).

Gracias por estar y compartir Francesch; un gusto leerte.


PS: la entradilla de Bukowski complementa y suma.

Francesch Vicent escribió: ↑Vie, 30 Jul 2021 8:53 "Con cada cordón de zapato que se rompe
de entre cien cordones de zapato que se rompen,
un hombre o una mujer o una
cosa
va a parar al
manicomio."
CHARLES BUKOWSKI


Nací para caer muy bajo
y el polvo del camino
me arrebató en algún momento
el color ya olvidado de mi piel.
He sido un cúmulo de pasos inútiles,
atado siempre al mismo extremo
que a su albur me arrastraba
de un lado a otro,
haciendo caso omiso
de sentidos y direcciones.
Unas veces, mi roma fisonomía
se adentraba en la luz difusa de los bares;
otras, desesperaba en alguna larga cola
o se quedaba extasiada
ante la magnitud vertical de un puente.
El hondo fangal donde ahora me hallo
es mi última página,
rubricada con una huella postrera.

Pilar Morte escribió: ↑Mar, 03 Ago 2021 12:25 Se siente la tristeza de tus versos. Me gustó el poema.
Abrazos

Pilar Morte escribió: ↑Mar, 03 Ago 2021 12:25 Se siente la tristeza de tus versos. Me gustó el poema.
Abrazos

Ricardo López Castro escribió: ↑Mar, 03 Ago 2021 16:07 Un buen poema, sin duda, que engancha ya desde el título.
Queda muy bien plasmada la idea, enhorabuena.
Abrazos y felicidad, compañero de versos.

E. R. Aristy escribió: ↑Jue, 05 Ago 2021 21:39

Francesch Vicent escribió: ↑Vie, 30 Jul 2021 8:53 "Con cada cordón de zapato que se rompe
de entre cien cordones de zapato que se rompen,
un hombre o una mujer o una
cosa
va a parar al
manicomio."
CHARLES BUKOWSKI


Nací para caer muy bajo
y el polvo del camino
me arrebató en algún momento
el color ya olvidado de mi piel.
He sido un cúmulo de pasos inútiles,
atado siempre al mismo extremo
que a su albur me arrastraba
de un lado a otro,
haciendo caso omiso
de sentidos y direcciones.
Unas veces, mi roma fisonomía
se adentraba en la luz difusa de los bares;
otras, desesperaba en alguna larga cola
o se quedaba extasiada
ante la magnitud vertical de un puente.
El hondo fangal donde ahora me hallo
es mi última página,
rubricada con una huella postrera.

Un poema a la desolación que a veces sentimos. Me conmueve su fatalismo y su hermosura poética, Francesh. Un abrazo, ERA