El que te mira

[Fernando Gonzalez]

Si la frescura de tu torneado brazo
parecido en sensación a una navaja,
quisiera por un momento tempestuoso
acariciar vuestros rincones con fiereza,

Tocaría ciertas notas con tristeza
y en música envuelto mi deseo,
miradas sombrías sin pureza
lanzaría hacia tu fardo lo confieso.

Por que el placer que halle en observarte
acaso no conozca bien la continencia,
y llene peligroso mi mente delirante
sin que en ello intervenga mi conciencia,

Para admirar tu placer rosa fragante,
escudriñar temerario tu pecado
y por la máxima sensación herido,
romper estas crueles cadenas extasiado
por el horizonte de tu cuerpo sonriente.

Si permitieseis a mis ojos ávidos
saciar su hambre de tus formas finas
si de tu cuerpo cayesen las telas parisinas
y de tu pelo las graciosas amapolas...

F. G.

[Rafel Calle]

Bienvenido, amigo Fernando, es un placer tenerte entre nosotros.
Te presentas con un trabajo que muestra versos bellos e interesantes, pero creo que tendrías que trabajarlo más, concordancias, tiempos verbales, tildes, sintaxis, signos de puntuación..., en fin, me parece que tienes trabajo por delante.
Por favor, antes de publicar nuevos trabajos, tienes que corregir este. Y, por favor, repasa a conciencia los poemas que quieras publicar aquí. Si necesitas ayuda técnica, puedes pedírsela a los moderadores (Ferreiro y un servidor) y a la Administración de Alaire. Para cualquier duda del funcionamiento de los foros, puedes dirigirte a Hallie Hernández Alfaro.
Un cordial saludo.

[Pilar Morte]

Hermoso poema de presentación. Te deseo feliz estancia en Alaire.
Un abrazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Subscribo todo lo dicho por Rafel.

Bienvenido al foro, amigo Fernando.

Abrazos y salud.

[Fernando Gonzalez]

Os pido una pequeña indulgencia para mis letras. Seré mas cuidadoso. El español no es mi primer lenguaje pero cuidaré mas mi técnica. Muchas gracias por sus amables palabras.

[Rafel Calle]

De acuerdo, amigo Fernando, tendremos en cuenta lo que dices, además, para no ser tu primer idioma, te desenvuelves bastante bien en castellano. Iremos puliendo detalles, sin prisa, pero con cierta rigurosidad.
Abrazos.

[E. R. Aristy]

Si la frescura de tu torneado brazo
parecido en sensación a una navaja,
quisiera por un momento tempestuoso
acariciar vuestros rincones con fiereza,

Tocaría ciertas notas con tristeza
y en música envuelto mi deseo,
miradas sombrías sin pureza
lanzaría hacia tu fardo lo confieso.

Por que el placer que halle en observarte
acaso no conozca bien la continencia,
y llene peligroso mi mente delirante
sin que en ello intervenga mi conciencia,

Para admirar tu placer rosa fragante,
escudriñar temerario tu pecado
y por la máxima sensación herido,
romper estas crueles cadenas extasiado
por el horizonte de tu cuerpo sonriente.

Si permitieseis a mis ojos ávidos
saciar su hambre de tus formas finas
si de tu cuerpo cayesen las telas parisinas
y de tu pelo las graciosas amapolas...

F. G.

Hermoso poema, Fernando, bienvenido seas, amigo poeta. ERA

[Fernando Gonzalez]

De acuerdo, amigo Fernando, tendremos en cuenta lo que dices, además, para no ser tu primer idioma, te desenvuelves bastante bien en castellano. Iremos puliendo detalles, sin prisa, pero con cierta rigurosidad.
Abrazos.

Muchas gracias amigo. Desde mañana empezare a exponer mis opiniones y sensaciones en lo que respecta a los autores de este Bello Refugio, espero leer y comenrar algo de usted muy pronto. Un abrazo.

[Fernando Gonzalez]

Si la frescura de tu torneado brazo
parecido en sensación a una navaja,
quisiera por un momento tempestuoso
acariciar vuestros rincones con fiereza,

Tocaría ciertas notas con tristeza
y en música envuelto mi deseo,
miradas sombrías sin pureza
lanzaría hacia tu fardo lo confieso.

Por que el placer que halle en observarte
acaso no conozca bien la continencia,
y llene peligroso mi mente delirante
sin que en ello intervenga mi conciencia,

Para admirar tu placer rosa fragante,
escudriñar temerario tu pecado
y por la máxima sensación herido,
romper estas crueles cadenas extasiado
por el horizonte de tu cuerpo sonriente.

Si permitieseis a mis ojos ávidos
saciar su hambre de tus formas finas
si de tu cuerpo cayesen las telas parisinas
y de tu pelo las graciosas amapolas...

F. G.

Hermoso poema, Fernando, bienvenido seas, amigo poeta. ERA

Admirada Dama, le agradezco mucho su prescencia en estas mis humildes letras, vuestro poema, Las Islas de La Luna me ha deleitado gratamente, creo que será el primero que comente en este Bello Refugio. Le reitero las gracias por sus amables palabras. Un saludo cordial.