Editorial Alaire

Luis M. escribió: ↑Jue, 08 Jul 2021 17:25 `
Conducir es fácil
(en teoría)

Solo tienes que saber manejar
una bonita y obediente máquina
con ruedas.

Girar el volante hacia donde quieras ir.
Frenar o acelerar según la necesidad
o el deseo del momento.

Pero lo más importante es la visión global.
Visión global significa
predecir los potenciales sucesos del entorno.
Ver más allá de tus narices,
de lo que ocurre en el espacio-tiempo
desde tu inmediata posición.

O sea:
analizar el conjunto de lo que acontece
en todo el radio de visión que te permitan tus ojos;

si aquel coche que circula 300 metros por delante
de ti hace una maniobra extraña
que súbitamente pudiera producir
un efecto mariposa en otros conductores.

Pero no siempre funciona.
Y resulta que pudiera acabar repercutiendo
en tu cómoda y prevista ruta
obligándote a salirte
de tu zona de seguridad y confort.

A tener que improvisar, y tomar la decisión,
en unas décimas de segundo,
de si en plena vorágine automovilística
atropellarías a ese ángel despistado
o te tirarías por la pendiente
sin garantías de que alguna divinidad
apreciará tu estoico gesto y abogará
por ti cuando lo necesites.

Y es que, mi amigo conductor,
no te rayes: en realidad
los ángeles, el puto acantilado y tú
ya sabéis de sobra la respuesta...

__________

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Jue, 08 Jul 2021 17:44 .

Me ha encantado, Luis, me ha encantado.
El control, nuestras ansias de poder controlar todas las opciones y manejarlas con suma destreza.
Ah los escenarios tan torcidos y agudos, tan parecidos a la profecía auto-cumplida, al guion de la discutible realidad...

Sinceramente creo que lo has bordado; me agrada leer este trabajo lúcido y potable, si señor.

Abrazo y felicidad.

Óscar Distéfano escribió: ↑Jue, 08 Jul 2021 22:41 Un trabajo interesante, sui géneris, con un lenguaje en el límite de la prosa con el poético, hecho que le confiere un enorme realismo. Aunque, a pesar de ello, yo he percibido una alegoría, donde la conducción es la vida misma, el "viaje" de todos los días. Es un poema que se lee con agrado, lejos de turbiedades. Me ha gustado. Salud.

Un abrazo.
Óscar

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Jue, 08 Jul 2021 23:01 Yo también percibo claramente esa alegoría que ha nombrado Óscar, me parece que llega con afinidad y potencia.

He vuelto a tu trabajo, Luis; sigo a este conductor con mucho interés.

xaime oroza carballo escribió: ↑Vie, 09 Jul 2021 0:46
¡Oh, el placer de la conducción inconsciente sin conectividad!. ¿Qué digo?, sí, me estoy rayando con la visión periférica, fácil, en teoría.
Un abrazo.

Pilar Morte escribió: ↑Vie, 09 Jul 2021 9:00 Es grato ver cómo este conductor sortea la vida. Un poema muy bien trazado y original. Me gustó y lo disfruté.
Abrazos

Luis M. escribió: ↑Jue, 08 Jul 2021 17:25 `
Conducir es fácil
(en teoría)

Solo tienes que saber manejar
una bonita y obediente máquina
con ruedas.

Girar el volante hacia donde quieras ir.
Frenar o acelerar según la necesidad
o el deseo del momento.

Pero lo más importante es la visión global.
Visión global significa poder
predecir los potenciales sucesos del entorno.
Ver más allá de tus narices,
lo que ocurre en el espacio-tiempo
cercano desde tu inmediata posición.

O sea:
analizar el conjunto de lo que acontece
en todo el radio de visión que te permitan tus ojos;

si aquel coche que circula 300 metros por delante
de ti hace una maniobra extraña
que súbitamente produjera
un efecto mariposa entre conductores.

Pero no siempre funciona.
Y resulta que pudiera acabar repercutiendo
en tu cómoda y prevista ruta
obligándote a salirte
de tu zona de seguridad y confort.

A tener que improvisar, y tomar la decisión,
en unas décimas de segundo,
de si en plena vorágine automovilística
atropellarías a ese ángel despistado
o te tirarías por la pendiente
sin garantías de que alguna divinidad
apreciará tu estoico gesto y abogará
por ti cuando lo necesites.

Y es que, mi amigo conductor,
no te rayes: en realidad
los ángeles, el puto acantilado y tú
ya sabéis de sobra la respuesta...

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