...El punto y final
Publicado: Sab, 03 Jul 2021 0:38
He escuchado el pensamiento del miedo.
Las golondrinas no saben hacia dónde ir,
no entienden el motivo de la huida.
Todo es tan diferente,
que su igualdad se asemeja a la locura.
Hago ahora una pausa, con un punto y seguido;
revuelvo los papeles de la mesa
en busca de una imaginación que no encuentra sentido,
nada, es la textura de un vacío interno,
exiguos los brotes que vierte,
tan solo un pétalo marchito de color negro,
una mancha de tinta entre los dedos,
la incertidumbre letal de no saber cómo proseguir,
y el pánico que me infringe el miedo
como un dañino tumor de la cabeza.
No existe tortura mayor que aquella que se padece
cuando hierve la sangre,
cuando a un ángel custodio
se le extienden alas de color negro e impuro,
cuando Lucifer lidera el ejército de las tinieblas,
la viuda negra inyecta su veneno
y los latidos del alma dan señales de agotamiento.
Es ahora, en este instante,
el momento en que retomo la idea,
escribo un sinsentido,
continúo desde ese punto y seguido,
y no abandono la eterna sensación de miedo
que me administra la locura.
El final es incontrolable,
todo se me antoja bruno,
la oscuridad se esconde,
la simiente tan solo ajardina una flor negra,
la mente está ciega,
tan solo queda una visión irreal y embustera.
No hay cavilación que no se aderece de miedo,
éste se disfraza de locura,
la locura se convierte en demencia.
Las golondrinas no supieron encontrar su destino,
ahora son vampiros de la noche,
vestigios de una mente arruinada.
Es el instante final,
la lucha final,
el arte de la locura,
el poder del miedo,
un camino entre pétalos de color negro,
una última palabra,
y un punto…
…el punto y final eterno.
Las golondrinas no saben hacia dónde ir,
no entienden el motivo de la huida.
Todo es tan diferente,
que su igualdad se asemeja a la locura.
Hago ahora una pausa, con un punto y seguido;
revuelvo los papeles de la mesa
en busca de una imaginación que no encuentra sentido,
nada, es la textura de un vacío interno,
exiguos los brotes que vierte,
tan solo un pétalo marchito de color negro,
una mancha de tinta entre los dedos,
la incertidumbre letal de no saber cómo proseguir,
y el pánico que me infringe el miedo
como un dañino tumor de la cabeza.
No existe tortura mayor que aquella que se padece
cuando hierve la sangre,
cuando a un ángel custodio
se le extienden alas de color negro e impuro,
cuando Lucifer lidera el ejército de las tinieblas,
la viuda negra inyecta su veneno
y los latidos del alma dan señales de agotamiento.
Es ahora, en este instante,
el momento en que retomo la idea,
escribo un sinsentido,
continúo desde ese punto y seguido,
y no abandono la eterna sensación de miedo
que me administra la locura.
El final es incontrolable,
todo se me antoja bruno,
la oscuridad se esconde,
la simiente tan solo ajardina una flor negra,
la mente está ciega,
tan solo queda una visión irreal y embustera.
No hay cavilación que no se aderece de miedo,
éste se disfraza de locura,
la locura se convierte en demencia.
Las golondrinas no supieron encontrar su destino,
ahora son vampiros de la noche,
vestigios de una mente arruinada.
Es el instante final,
la lucha final,
el arte de la locura,
el poder del miedo,
un camino entre pétalos de color negro,
una última palabra,
y un punto…
…el punto y final eterno.