Página 1 de 1

La paloma

Publicado: Mié, 23 Jun 2021 9:21
por Teresa Santiago
A mi puerta llegó para posarse,
gracia no merecida, una paloma,
luminosa avecilla policroma
amante del trajín de enamorarse.

Era como el rocío al elevarse
en alas de su instinto, era su axioma
la pasión por volar y su rizoma
la fe de la bondad para orientarse

con sus ojos de miel, gacela herida.
Y cómo no adoptarla como a un niño
si, experta en el compás del desenfado,

eligió la humildad de mi guarida,
para hacer de mi escarcha suave armiño
y bailar como un vals un triste fado.

Re: La paloma

Publicado: Mié, 23 Jun 2021 10:50
por Pilar Morte
Me gustó esta paloma, la ternura de tus versos. Un placer leerte.
Abrazos

Re: La paloma

Publicado: Mié, 23 Jun 2021 15:04
por E. R. Aristy
Teresa Santiago escribió: Mié, 23 Jun 2021 9:21 A mi puerta llegó para posarse,
gracia no merecida, una paloma,
luminosa avecilla policroma
amante del trajín de enamorarse.

Era como el rocío al elevarse
en alas de su instinto, era su axioma
la pasión por volar y su rizoma
la fe de la bondad para orientarse

con sus ojos de miel, gacela herida.
Y cómo no adoptarla como a un niño
si, experta en el compás del desenfado,

eligió la humildad de mi guarida,
para hacer de mi escarcha suave armiño
y bailar como un vals un triste fado.
Bello poema, Teresa. Un placer de lectura. Abrazos, ERA

Re: La paloma

Publicado: Mié, 23 Jun 2021 17:54
por J. J. Martínez Ferreiro
Un soneto precioso, Teresa, sobre todo me gustó mucho el 2º cuarteto.

Todo un placer de lectura.

Bicos e saúde.

Re: La paloma

Publicado: Vie, 25 Jun 2021 18:20
por Rafel Calle
Bello e interesante trabajo, amiga Teresa.
Abrazos.

Re: La paloma

Publicado: Vie, 25 Jun 2021 18:32
por Javier Dicenzo
Bello poema un gusto pasar por tu obra.

Re: La paloma

Publicado: Vie, 25 Jun 2021 20:18
por Simon Abadia
Teresa Santiago escribió: Mié, 23 Jun 2021 9:21 A mi puerta llegó para posarse,
gracia no merecida, una paloma,
luminosa avecilla policroma
amante del trajín de enamorarse.

Era como el rocío al elevarse
en alas de su instinto, era su axioma
la pasión por volar y su rizoma
la fe de la bondad para orientarse

con sus ojos de miel, gacela herida.
Y cómo no adoptarla como a un niño
si, experta en el compás del desenfado,

eligió la humildad de mi guarida,
para hacer de mi escarcha suave armiño
y bailar como un vals un triste fado.


Bellos y ternos versos. Un soneto que he disfrutado.
Abrazos.

Simon