Editorial Alaire

¿De qué presumes, mujer?,
paseando tu vejez
de la mano de un muchacho
al que diste de comer,
con artes bien aprendidas.
Nunca le confesaré
que ayer me dabas la vida,
pues más pena me da él,
que tu doble hipocresía.
¿De qué te ufanas, mujer?

Ocurrió algo similar en el barrio donde nací y destrozó a una familia.

Todo un tema esto de la edad, y las relaciones sociales. un placer pasar me llevo el cero.

Anita Lis escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:50 ¿De que presumes, mujer?
paseando tu vejez
de la mano de un muchacho
al que diste de comer,
con artes bien aprendidas.
Nunca le confesaré
que ayer me dabas la vida,
pues más pena me da el
que tu doble hipocresía.
¿De que te ufanas, mujer?

Ocurrió algo similar en el barrio donde nací y destrozó a una familia.

Hermoso, limpio y condensado tu breve. Manejas muy bien los interrogantes o al menos
a mi me gusta,
Abrazos

Anita Lis escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:50 ¿De qué presumes, mujer?
paseando tu vejez
de la mano de un muchacho
al que diste de comer,
con artes bien aprendidas.
Nunca le confesaré
que ayer me dabas la vida,
pues más pena me da él,
que tu doble hipocresía.
¿De qué te ufanas, mujer?

Ocurrió algo similar en el barrio donde nací y destrozó a una familia.

Excelente trato a un tema que no es nuevo en la experiencia humana, pero que es en estos tiempos una de esas cosas que salen del closet y que buscan aprobación social. En mi familia, una prima de mi madre, andaba siempre regalando relojes para las muñecas de los jóvenes. En realidad no hay gran diferencia entre el adulto masculino que busca a las niñas y adolescentes para relaciones sexuales. Es la misma patología y desenfreno. Nos dejas un poema inteligente en su forma de abordar el tema cangrejo. De mujer a mujer, siendo que historica y culturalmente somos nosotras las que criamos a los hijos, por un lado,
es algo repulsivo que una mujer sea dominada por su chakra inferior y por una debilidad de carácter en su fondo psicológico. Los limetes existen entre las edades por razones de higiene mental y respeto a los procesos de los niños y adolescentes.


Inteligente, sensible articulación poética, Anita.

Abuela, espero se encuentre bien. Ya le dije un día que me gustaban mucho los romances, desde pequeño, como me gusta mucho la música folclórica. Aplaudo que haya tenido el atino de exponer el caso de una mujer, pues casi siempre se habla del hombre como el depravado y habas se cuecen en muchas ollas.
Se me atragantaron los altramuces, un poco, en el octavo verso pero tengo que confesarle que con tres chatos de vino todos los corderos entraron en el redil y yo casi agarro la zambomba, como si fuera Navidad. Bueno, que la saludo y le mando un abrazo desde Costa Rica y ojalá venga a verme pronto, si hace falta le busco un bailarín guapo para la salsa.

ja, ja, el nieto se me revela, ¿ tanto me falla la memoria?...no recuerdo que me nombraras el romanticismo solo coincidimos en que a ambos nos gustaba el flamenco, la salsa la uso para alegrar mis guisos y otras verduras, te agradezco que hagas de Celestino soy guapa pero mis huesos reclaman la hamaca más que bailar con un hombre, que a lo mejor pudiera ser otro nieto y con 3 ya no aguanta mi salud, la abuela se alegra de tu éxito yo a mi edad me conformo con seguir escribiendo. Un abrazo que besa tu frente.

Jaja, me he reído con la ironía del poema y comentarios. Un poema breve y acertado.
Me gustó leerte.
Abrazos

Gracias Javier Dicenzo cierto dan para mucho, me agradan tus opiniones breves. Saludos cordiales.

Estimado amigo Simón, agradezco tu acertada opinión es verdad que condenso mi decir. Saludos cordiales.

Estimada amiga, gracias por valorar así mi poema, y su interesante aporte al mismo. Saludos cordiales

Gracias Pilar, me complace que te guste este breve . Saludos cordiales.

Anita Lis escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:50 ¿De qué presumes, mujer?,
paseando tu vejez
de la mano de un muchacho
al que diste de comer,
con artes bien aprendidas.
Nunca le confesaré
que ayer me dabas la vida,
pues más pena me da él,
que tu doble hipocresía.
¿De qué te ufanas, mujer?

Ocurrió algo similar en el barrio donde nací y destrozó a una familia.

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Tan bello como interesante trabajo, amiga Anita, que, entre otras cosas, deja constancia de que la protagonista de tu poema no ha perdido el tiempo en su recorrido existencial. Me recuerda a cierta mujer atractiva, incluso podría decir bella, que no se anda con remilgos; es como cuando va al supermercado, coge lo que le gusta, lo degusta y , claro está, ha pasado por caja... Faltaría más, los caprichos se pagan.
Felicidades por esta obra, a mi juicio, de lo mejor que has escrito en Alaire.
Abrazos.

Estimado Rafel, más que agradecida te quedo por la interesante reflexión que haces de este poema, doy mucha importancia al contenido de las opiniones, sin duda estoy de acuerdo que aquello que se hace y causa dolor a terceros, se paga. Un cordial abrazo.