Editorial Alaire

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:04 TIERRA


Los pastores conducen la melancolía del trigal. Llevan antifaces de música sacra y pellizas cansadas de antemano. Sus sienes no parecen cerezos en flor porque el amor ha entrado en sus olvidos.

Me oculto bajo mis huesos cuando los toros se aproximan, pero cuando se alejan, canto claridades.

El arroyo es extraño si no arrastra besos, sus besos son extraños si no saben llorar. Los vértigos se calcinan por las orillas, la pasión es silencio.

Los perros aúllan a mi paso, pero su cobardía no puede herir las manos de mi fermentación. Desprendo olor a semillas y eso acalla sus obscenidades.

Hay anhelos como juncos en la orilla de la nieve. Son como ideas atrevidas que no consiguen ser sombras. La sustancia de los juncos es un haz de tentativas verticales pero muy tímidas. No quiero probar su dolor especiado.

Arden los cadáveres de las hormigas: se envenenaron con hojas equivocadas. El humo de su holocausto se extiende por los pinares, se derrite en los charcos, se congela en los vértices. No sabían amar.

El labrador lleva al hombro una azada que gotea bacterias. El labrador solo tiene una azada y la usa para cortar alaridos, para cavar miedos, para amenazar a las nubes, para cocinar recelos. Se apoya en ella para llorar, para titubear, para mentirse, para no sucumbir de puro hombre.

La tierra transita por debajo de los bosques.

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:04 TIERRA


Los pastores conducen la melancolía del trigal. Llevan antifaces de música sacra y pellizas cansadas de antemano. Sus sienes no parecen cerezos en flor porque el amor ha entrado en sus olvidos.

Me oculto bajo mis huesos cuando los toros se aproximan, pero cuando se alejan, canto claridades.

El arroyo es extraño si no arrastra besos, sus besos son extraños si no saben llorar. Los vértigos se calcinan por las orillas, la pasión es silencio.

Los perros aúllan a mi paso, pero su cobardía no puede herir las manos de mi fermentación. Desprendo olor a semillas y eso acalla sus obscenidades.

Hay anhelos como juncos en la orilla de la nieve. Son como ideas atrevidas que no consiguen ser sombras. La sustancia de los juncos es un haz de tentativas verticales pero muy tímidas. No quiero probar su dolor especiado.

Arden los cadáveres de las hormigas: se envenenaron con hojas equivocadas. El humo de su holocausto se extiende por los pinares, se derrite en los charcos, se congela en los vértices. No sabían amar.

El labrador lleva al hombro una azada que gotea bacterias. El labrador solo tiene una azada y la usa para cortar alaridos, para cavar miedos, para amenazar a las nubes, para cocinar recelos. Se apoya en ella para llorar, para titubear, para mentirse, para no sucumbir de puro hombre.

La tierra transita por debajo de los bosques.

Jerónimo Muñoz escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:04 TIERRA


Los pastores conducen la melancolía del trigal. Llevan antifaces de música sacra y pellizas cansadas de antemano. Sus sienes no parecen cerezos en flor porque el amor ha entrado en sus olvidos.

Me oculto bajo mis huesos cuando los toros se aproximan, pero cuando se alejan, canto claridades.

El arroyo es extraño si no arrastra besos, sus besos son extraños si no saben llorar. Los vértigos se calcinan por las orillas, la pasión es silencio.

Los perros aúllan a mi paso, pero su cobardía no puede herir las manos de mi fermentación. Desprendo olor a semillas y eso acalla sus obscenidades.

Hay anhelos como juncos en la orilla de la nieve. Son como ideas atrevidas que no consiguen ser sombras. La sustancia de los juncos es un haz de tentativas verticales pero muy tímidas. No quiero probar su dolor especiado.

Arden los cadáveres de las hormigas: se envenenaron con hojas equivocadas. El humo de su holocausto se extiende por los pinares, se derrite en los charcos, se congela en los vértices. No sabían amar.

El labrador lleva al hombro una azada que gotea bacterias. El labrador solo tiene una azada y la usa para cortar alaridos, para cavar miedos, para amenazar a las nubes, para cocinar recelos. Se apoya en ella para llorar, para titubear, para mentirse, para no sucumbir de puro hombre.

La tierra transita por debajo de los bosques.

Óscar Distéfano escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 13:49 Me parece un poema hermoso, amigo. Una mirada humana a la tierra que nos acoge, a los singulares paraísos que se abren en cada posada. las imágenes que nos presentan están revestidas de una gran belleza lírica. La voz poética es un verdadero dios que nos descubre realidades misteriosas de la existencia. En cuanto a la forma, pienso que prosa poética no es; quizás se encuentre más cerca del versículo de Walt Witman. La lectura es muy agradable. Mis aplausos.

Un abrazo grande, amigo.
Óscar

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Dom, 13 Jun 2021 14:44

Un poema inmenso en el cual podemos reencontrarnos con la profundidad asombrosa de la madre Tierra.

Placer de lectura, querido amigo.

Felicitaciones sinceras y un abrazo hasta allí.