En la piel de un folio en blanco

[Ricardo López Castro]

Dispuesto a los crayones y mosaicos,
érase que se era un folio en blanco.
A veces con gemidos hundidos en la mesa,
exigía su derecho al vacío,
el cual se interioriza en cada verso.

Caprichoso,
infeliz y con miedo al cambio,
cómodo entre la albura,
preso entre los matices y las formas,
como reacio a su voz,
llevaba una poesía en la que se veían
sólo rayas.

Pretendía apagar el fuego de los hombres
con ese talismán, esa reliquia,
protegerla de manos,
de su propia materia.

Si alguien le perturbase,
su alma se empaparía
con la pintura, y luego con la tinta.
Porque él era alma, aunque invisible,
el aura silencioso de todos los objetos,
dentro de su calaña
se buscan evidencias,
como algo inalcanzable.
Y es que no basta con cubrirlo para ganar su afecto.
No basta con plasmar un millón de poemas.
No basta con empapelar paredes.
Y es que él era…
Todos los papeles.

Los que arden,
también los que se tiran a los contenedores,
y los que, reciclados,
forman una cadena sin plegarias,
y son tan poderosos
que sumen a los hombres
en civismo y modales.

Ellos -Si, ellos. Porque jamás
han sido otros.
Ni siquiera arrugados, quebrados,
doblados,
rotos.-
pueden llegar al mar sin deshacerse,
pueden hundirse en barro,
solo por diversión.

No les hables de hogueras,
que de ahí nunca salen ni las brasas.

En cenizas sabré, digo sabré, lo que siente un papel ante el dolor.
Si acaso me equivoco, que alguien me corrija.
Quiero llegar al fondo del asunto,
conocer sus valores por defecto...
Lo que su vida esconde...

Dispuesta a los crayones y mosaicos,
érase que se era una mente en blanco.

[E. R. Aristy]

Dispuesto a los crayones y mosaicos,
érase que se era un folio en blanco.
A veces con gemidos hundidos en la mesa,
exigía su derecho al vacío,
el cual se interioriza en cada verso.

Caprichoso,
infeliz y con miedo al cambio,
cómodo entre la albura,
preso entre los matices y las formas,
como reacio a su voz,
llevaba una poesía en la que se veían
sólo rayas.

Pretendía apagar el fuego de los hombres
con ese talismán, esa reliquia,
protegerla de manos,
de su propia materia.

Si alguien le perturbase,
su alma se empaparía
con la pintura, y luego con la tinta.
Porque él era alma, aunque invisible,
el aura silencioso de todos los objetos,
dentro de su calaña
se buscan evidencias,
como algo inalcanzable.
Y es que no basta con cubrirlo para ganar su afecto.
No basta con plasmar un millón de poemas.
No basta con empapelar paredes.
Y es que él era…
Todos los papeles.

Los que arden,
también los que se tiran a los contenedores,
y los que, reciclados,
forman una cadena sin plegarias,
y son tan poderosos
que sumen a los hombres
en civismo y modales.

Ellos -Si, ellos. Porque jamás
han sido otros.
Ni siquiera arrugados, quebrados,
doblados,
rotos.-
pueden llegar al mar sin deshacerse,
pueden hundirse en barro,
solo por diversión.

No les hables de hogueras,
que de ahí nunca salen ni las brasas.

En cenizas sabré, digo sabré, lo que siente un papel ante el dolor.
Si acaso me equivoco, que alguien me corrija.
Quiero llegar al fondo del asunto,
conocer sus valores por defecto...
Lo que su vida esconde...

Dispuesto a los crayones y mosaicos,
érase que se era una mente en blanco.

Una meditación comparable al Zen. Cómo es possible lo imposible? Lo imposible requiere instrumentos imposibles. Me gusta tu propuesta, Ricardo López Castro. Abrazos, E. R. Aristy

[Julio Gonzalez Alonso]

Papel en blanco, mente en blanco... ¡pero cuántas reflexiones por medio! Felicidades, Ricardo. Mi abrazo.
Salud.

[Ricardo López Castro]

Gracias ERA, no conozco demasiado las enseñanzas del zen, pero me alegra saber que lo comparas con algo tan profundo, como creo queo es, a través de la meditación.
Abrazos y felicidad, y gracias por ilustrar estos versos.

[Ricardo López Castro]

Hola amigo Julio.
Mil gracias por tus palabras para estos versos.
Me alegra saber que te hayan gustado, como parece.
Por cierto, soy Ricardo, no Ramón.
Abrazos y felicidad, amigo poeta.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un interesante poema, amigo Ricardo, al cuerpo del papel que recoge el alma del poeta, ambos indivisibles.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Abrazos y salud.

[Ricardo López Castro]

Una excelente visión la tuya, amigo Ferreiro, sobre el significado de este trabajo.
Agradezco y mucho tu presencia, como siempre, arrojando luces.
Abrazos y felicidad, amigo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Hola amigo Julio.
Mil gracias por tus palabras para estos versos.
Me alegra saber que te hayan gustado, como parece.
Por cierto, soy Ricardo, no Ramón.
Abrazos y felicidad, amigo poeta.

Mil perdones, Ricardo por este lapsus calami que paso a corregir.
Salud.

[Rafel Calle]

Bello e interesante trabajo, amigo Ricardo.
Abrazos.

[Ricardo López Castro]

Gracias miles amigo Rafel, por guardar en esa estima este trabajo.
Abrazos y felicidad.

[Luis M]

Un poema escrito con mucho ingenio y "soltura". Me pareció un excelente trabajo, Ricardo. Mis felicitaciones y abrazos, amigo.

[Ricardo López Castro]

Gracias miles amigo Luis, de veras que se agradece tanto tu paso como tus palabras para estos versos.
Abrazos y felicidad.

[Ramón Carballal]

Me gustó el poema, es original y está bien escrito, con versos logrados. Mi felicitación y un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Gracias amigo Ramón, me alegra verte por este trabajo.
Abrazos y felicidad.

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amigo Ricardo, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "En la piel de un folio en blanco".
Un cordial abrazo.