Editorial Alaire

...

La lentitud del amor, como un planeta constante,
se vence a cada milímetro
en el relieve acuático de tus ojos. Milenios o días
de pura devoción sembrada al aire bajo el futuro
amplio de estrellas despedidas.
Querida, bailemos antes del vértigo de la cosecha
sin más amparo, sin casa ni guarida, que los cielos
a un milímetro del horizonte.

En otro mundo, las cigüeñas buscan
campanarios submarinos, no saben
que están repletos de ángeles moribundos
prendidos en sus pararrayos inútiles.

En otro mundo, águilas del porvenir
guían a los topos hacia la luz del sur.

En otro mundo, rinocerontes bondadosos
sin chalecos antibalas ofrecen su pecho al sol.

En otro mundo, el impulso vegetal abraza
a los inertes minerales que sueñan ser nosotros.

...

Soltar, soltar, cualquier atadura no es posible en el desapego; me gusta ese baile libre, esbelto, volador.
Los minerales y el impulso vegetal, el deseo de ser nosotros; he leído que los ángeles darían la mitad de su poder por caminar sobre la tierra, por ser en el cuerpo y encarnar el tacto de la mortalidad.
Me ha gustado acompañar estos ojos ligeros que esbozan otro mundo. Me parece que dibujan al carboncillo y a veces, solo a veces, se atreven a ser ultramarinos con tonos pasteles.

Gracias por compartir, Ignacio.

Abrazo y felicidad.

Ignacio Mincholed escribió: ↑Jue, 20 May 2021 21:25 ...

La lentitud del amor, como un planeta constante,
se vence a cada milímetro
en el relieve acuático de tus ojos. Milenios o días
de pura devoción sembrada al aire bajo el futuro
amplio de estrellas despedidas.
Querida, bailemos antes del vértigo de la cosecha
sin más amparo, sin casa ni guarida, que los cielos
a un milímetro del horizonte.

En otro mundo, las cigüeñas buscan
campanarios submarinos, no saben
que están repletos de ángeles moribundos
prendidos en sus pararrayos inútiles.

En otro mundo, águilas del porvenir
guían a los topos hacia la luz del sur.

En otro mundo, rinocerontes bondadosos
sin chalecos antibalas ofrecen su pecho al sol.

En otro mundo, el impulso vegetal abraza
a los inertes minerales que sueñan ser nosotros.

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Que hermoso ese otro mundo. Gracias por tu canto, compañero.
Un abrazo.

Un gran poema, Ignacio. De lo mejor que te he leído. Ese otro mundo es un símbolo magistral que se ve enriquecido por la coherencia del texto y por su estructura, así como por una complementación nominal muy sugerente. Gracias por compartir.
Un abrazo.

Jerónimo

Buenos días don Ignacio.

En otro mundo o de otro mundo es usted. Esto es bueno eh, no vaya a creer lo contrario.

Muy significativos los versos iniciales, como el resto.
A fuego lento, como un buen plato. Y sis además es en barro y cocina de leña, ni te cuento.
Como son las cosas de verdad. Más auténticas. No se, igual me estoy haciendo mayor y tengo una edad que empieza a ser considerable, muy considerable.

Algunos milímetros puedes tardar años en recorrerlos. Incluso diría que nunca los alcanzas. Cosas de los planetas
y las estrellas, y del amor.

"Bailemos antes del vértigo de la cosecha"

No dudo ni por un momento que acompañados de la mejor melodía. Bailemos.
Por el placer de bailar. Por el placer de disfrutar. Como lo mejores Hedonistas.
Sin esperar que hay al otro lado. Disfrutando el camino y cada milímetro.
L a cosecha llegará sola, cuando sea, sin prisas. Sin presos.
Lento. Bailar. Bailando a fuego lento.

Funambulistas sin red cuando no hay nada que temer. Cuando cada milímetros es ganancia de pescadores.
Una gozada leerle don Ignacio.
Un abrazo.

Muy buenos versos, estimado.
Da gusto pasar por tu obra.
Es como si abrieras tu mente al máximo en cada texto.
Con una voz que considero de las más potentes, elaboras poesía que hay que degustar, casi impetuosamente.
Gracias por compartir.
Abrazos y felicidad, amigo y compañero de versos.

Me gustan las imágenes de tu poema (en especial las de las últimas cuatro estrofas), y también su mensaje o fondo. Te leo más surrealista y lírico de lo habitual , pero no me parece mal. Mis felicitaciones Ignacio. Un abrazo.

Ignacio Mincholed escribió: ↑Jue, 20 May 2021 21:25 ...

La lentitud del amor, como un planeta constante,
se vence a cada milímetro
en el relieve acuático de tus ojos. Milenios o días
de pura devoción sembrada al aire bajo el futuro
amplio de estrellas despedidas.
Querida, bailemos antes del vértigo de la cosecha
sin más amparo, sin casa ni guarida, que los cielos
a un milímetro del horizonte.

En otro mundo, las cigüeñas buscan
campanarios submarinos, no saben
que están repletos de ángeles moribundos
prendidos en sus pararrayos inútiles.

En otro mundo, águilas del porvenir
guían a los topos hacia la luz del sur.

En otro mundo, rinocerontes bondadosos
sin chalecos antibalas ofrecen su pecho al sol.

En otro mundo, el impulso vegetal abraza
a los inertes minerales que sueñan ser nosotros.

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Somos uno. Me gusta como desarrollas en esta interesante propuesta ,el hecho que nos reciclamos entre los reinos y subreinos. Salud y Poesía.

Buen poema Ignacio.
Un abrazo y salud

Se dice que en otro mundo jugarán el lobo y el cordero y un niño los guiará. Debe quedar muy cerca de ese mundo que nos dibujas en donde lo utópico es lo consuetudinario.

Me ha gustado tu poema Ignacio, versos que abren una pequeña ventana a ese mundo al que todos aspiramos cuando abrimos los ojos al nuevo día antes de que la andanada de realidades caiga sobre nuestras espaldas.

Saludos afectuosos

Javier

Armilo Brotón escribió: ↑Vie, 21 May 2021 19:14 Un poema extraordinario Ignacio, me quedé pegado desde el primer verso.
Un gusto pasar por tus letras, si puedes pasa por las mías.
Un abrazo y salud

Armilo, veo que estas pretendiendo vacilar a alguien comprometiendo el respeto hacia todos.

Te agradeceré que no vengas a este espacio a intentar vaciladas.

Por favor, borra o rectifica tu mensaje y, si quieres dejar constancia de algo, hazlo en otros términos.

Gracias.
Ignacio

Lo del vacile es una apreciación tuya. No volveré a tu espacio.
Rectifiqué, tal como me pediste, el comentario. Ojalá así te guste más.
Un abrazo y salud

Armilo Brotón escribió: ↑Sab, 22 May 2021 0:17 Lo del vacile es una apreciación tuya. No volveré a tu espacio.
Rectifiqué, tal como me pediste, el comentario. Ojalá así te guste más.
Un abrazo y salud

Solo puedo sonreír.
Es conveniente tener algo más de entereza, Armilo.

Con dios.
Ignacio

Añadido tras tu edición:

Igual que es conveniente pensar antes de hablar. Que editar no es el remedio, Armilo.
No lo has mejorado.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Jue, 20 May 2021 23:13 Soltar, soltar, cualquier atadura no es posible en el desapego; me gusta ese baile libre, esbelto, volador.
Los minerales y el impulso vegetal, el deseo de ser nosotros; he leído que los ángeles darían la mitad de su poder por caminar sobre la tierra, por ser en el cuerpo y encarnar el tacto de la mortalidad.
Me ha gustado acompañar estos ojos ligeros que esbozan otro mundo. Me parece que dibujan al carboncillo y a veces, solo a veces, se atreven a ser ultramarinos con tonos pasteles.

Gracias por compartir, Ignacio.

Abrazo y felicidad.

Hallie, mis disculpas por saltarme el orden de respuestas pero consideré necesario dejar claras las cosas.

Me alegran esos efectos de sinestesia cromática que señalas.
Gracias a ti por tus lecturas atentas y tus notas.

Un abrazo y gracias de nuevo.
Ignacio

Ignacio Mincholed escribió: ↑Sab, 22 May 2021 0:26 Solo puedo sonreír.
Es conveniente tener algo más de entereza, Armilo.

Con dios.
Ignacio

Añadido tras tu edición:

Igual que es conveniente pensar antes de hablar. Que editar no es el remedio, Armilo.
No lo has mejorado.

Sonreímos juntos entonces. Me pides que edite y ahora me dices que no es el remedio. Sólo lo hice por deferencia hacia ti.
Tenemos varias opciones, pero tres las creo más cercanas a la realidad.
1.- Que digas exactamente lo que quieres que comente para que te quedes tranquilo.
2.- Que diga que es malo porque pareciera que es lo que piensas que mejor pueda decir en este caso. No es así, lo creo bueno.
3.- Que borre el comentario y en consecuencia tenemos que borrar todos los comentarios implicados, los dos.

La realidad es que no me extendí mucho en el comentario pero sí es cierto que me parece un gran poema.

Un abrazo