Editorial Alaire

Te vi volar, gaviota, con alas extendidas
bajo un cielo infinito sobre el mar,
y en telones azules, al sol dabas mordidas,
te ibas con la luna al despertar.

Te vi y eso es bastante para todas mis vidas,
sentí tus ojos brujos matizar
las sombras de mis valles, mis penas aguerridas
buscando guarecerse en tu avatar.

Te vi regando fuentes con lágrimas caídas,
cristales en tus ojos y un pesar,
y tu alma fatigada mostraba tus heridas,
las que llegan a ti sin avisar.

Te vi buscando el sol en playas escondidas,
en otros cielos, lejos de tu hogar,
dejaste aquí olvidadas caricias encendidas
y un par de nuevos besos sin usar.

Te vi doblar tus alas cansadas y abatidas,
cuando hallaste de nuevo tu cantar,
y cuando vi mi arena sin tus huellas queridas
guardé mi canto y te empecé a extrañar.

Gaviota de mis cielos, regresa, no me impidas
que cure tu dolor, tu malestar,
tus mares y mis sueños no admiten despedidas,
y está mi corazón de par en par.

- Javier

Solamente un amor incondicional espera el regreso con los brazos abiertos. Me gustó mucho el poema.
Abrazos

Mis felicitaciones, Javier, por este poema vibrante y lleno de metáforas oportunas para esta gaviota y su vuelo. Un abrazo.
Salud.

Javier Bustamante escribió:Te vi volar, gaviota, con alas extendidas
bajo un cielo infinito sobre el mar,
y en telones azules, al sol dabas mordidas,
te ibas con la luna al despertar.

Te vi y eso es bastante para todas mis vidas,
sentí tus ojos brujos matizar
las sombras de mis valles, mis penas aguerridas
buscando guarecerse en tu avatar.

Te vi regando fuentes con lágrimas caídas,
cristales en tus ojos y un pesar,
y tu alma fatigada mostraba tus heridas,
las que llegan a ti sin avisar.

Te vi buscando el sol en playas escondidas,
en otros cielos, lejos de tu hogar,
dejaste aquí olvidadas caricias encendidas
y un par de nuevos besos sin usar.

Te vi doblar tus alas cansadas y abatidas,
cuando hallaste de nuevo tu cantar,
y cuando vi mi arena sin tus huellas queridas
guardé mi canto y te empecé a extrañar.

Gaviota de mis cielos, regresa, no me impidas
que cure tu dolor, tu malestar,
tus mares y mis sueños no admiten despedidas,
y está mi corazón de par en par.

- Javier

Me alegra leerte nuevamente Javier. Vienes con metóforas frescas y hermosas de cielo y mar abierto. Me ah parecido un poema esplensoroso ! Abrazos, ERA

Javier Bustamante escribió:Te vi volar, gaviota, con alas extendidas
bajo un cielo infinito sobre el mar,
y en telones azules, al sol dabas mordidas,
te ibas con la luna al despertar.

Te vi y eso es bastante para todas mis vidas,
sentí tus ojos brujos matizar
las sombras de mis valles, mis penas aguerridas
buscando guarecerse en tu avatar.

Te vi regando fuentes con lágrimas caídas,
cristales en tus ojos y un pesar,
y tu alma fatigada mostraba tus heridas,
las que llegan a ti sin avisar.

Te vi buscando el sol en playas escondidas,
en otros cielos, lejos de tu hogar,
dejaste aquí olvidadas caricias encendidas
y un par de nuevos besos sin usar.

Te vi doblar tus alas cansadas y abatidas,
cuando hallaste de nuevo tu cantar,
y cuando vi mi arena sin tus huellas queridas
guardé mi canto y te empecé a extrañar.

Gaviota de mis cielos, regresa, no me impidas
que cure tu dolor, tu malestar,
tus mares y mis sueños no admiten despedidas,
y está mi corazón de par en par.

- Javier

Vocingleras y audaces, majestuosas heridoras con, su vuelo, del silencio. Así nos dejan tus gaviotas.
Abrazos.

Tan bello como interesante trabajo, amigo Javier, que denota la pericia métrica del autor.
Felicidades.
Abrazos.

Buen testimonio de esa ave marinera, la gaviota, recuerdo haber leído de la gaviota en un libro de Antón Chejov, bien se podría hacer una analogía con Chejov y esta temática.

Gaviota de mis cielos, regresa, no me impidas
que cure tu dolor, tu malestar,
tus mares y mis sueños no admiten despedidas,
y está mi corazón de par en par.



Reseño esta estrofa porque resume un terminal hermoso dentro de un buen poema.
Gracias y abrazos, Javier