Vida sin fin
Publicado: Dom, 25 Abr 2021 10:35
VIDA SIN FIN
Colecciono despedidas y «hasta nuncas»
(a menudo disfrazados de «hasta siempres»
y piadosos «algún día nos veremos»).
Empecé diciendo adiós a un ámbito
sutil, cálido y materno;
para entrar en otro
denso, físico y concreto;
donde sigo acumulando
mis más tristes despedidas.
La primera fue a un hermano, tan pequeño,
que no supo de sí mismo ni de mí.
La segunda fue a mi padre,
y en ese tiempo era yo tan ingenuo,
que pensé que aquel abrazo suyo
débil, último y profundo
era solo un hasta luego;
antes dije adiós a varias casas de la infancia,
a la propia infancia,
a muchísimos amigos y a mis perros;
tuve amores que dejaron huella
y otros más que no lo hicieron
(ojalá me dure siempre
el que Dios me ha dado ahora
y no tenga que decirle nunca «no me dejes,
no te vayas… vuelve a mí»).
Mi más triste despedida fue a mi madre
y, no sé por qué motivo, aún la espero.
Serán otros los que un día
me dirán también adiós cuando me vaya
y al cruzar el ancho puente que separa
de esta vida sus orillas,
es probable que comience en otro mundo
mi emotiva colección de bienvenidas.
--oOo--
Colecciono despedidas y «hasta nuncas»
(a menudo disfrazados de «hasta siempres»
y piadosos «algún día nos veremos»).
Empecé diciendo adiós a un ámbito
sutil, cálido y materno;
para entrar en otro
denso, físico y concreto;
donde sigo acumulando
mis más tristes despedidas.
La primera fue a un hermano, tan pequeño,
que no supo de sí mismo ni de mí.
La segunda fue a mi padre,
y en ese tiempo era yo tan ingenuo,
que pensé que aquel abrazo suyo
débil, último y profundo
era solo un hasta luego;
antes dije adiós a varias casas de la infancia,
a la propia infancia,
a muchísimos amigos y a mis perros;
tuve amores que dejaron huella
y otros más que no lo hicieron
(ojalá me dure siempre
el que Dios me ha dado ahora
y no tenga que decirle nunca «no me dejes,
no te vayas… vuelve a mí»).
Mi más triste despedida fue a mi madre
y, no sé por qué motivo, aún la espero.
Serán otros los que un día
me dirán también adiós cuando me vaya
y al cruzar el ancho puente que separa
de esta vida sus orillas,
es probable que comience en otro mundo
mi emotiva colección de bienvenidas.
--oOo--