Editorial Alaire

Rafael Valdemar escribió:Otra vez te encuentro hombre,
cubierto con harapos de melancolía
y alimentando la nostalgia
con la turbia sin razón de los recuerdos.
Tú tiempo se detiene en un instante
mordiéndote la piel que duele
como si fueran arrugas en el alma
que se reflejan en los jirones de tristeza
que habitan el espejo.

A los susurros del silencio escuchas
igual que un eco adormecido,
y la soledad te crece en plenitud
como ese apetito que surge repentino
y se instala en el cenit de la locura
y va reivindicando la utopía
de pretender ser tú mismo
en este transito hacia la nada.

Pero igual que siempre sigues tu itinerario
con el corazón deshabitado, por eso
te haces distancia que te aleja del mundo.
Aún así, no te detienes y desapareces
entre la neblina que borra los caminos
que el futuro va trazando mientras
cada día sigues soñando a la intemperie.

Hermoso este reencuentro nómada sin acobijo.
Un placer de lectura.
Abrazos, compañero.

Aún así, no te detienes
Esa es la clave, seguir aunque el sueño rompa las esquinas. Me gustó leerte.
Abrazos

Xaime gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Hermoso trabajo, amigo Rafael.
Abrazos.

Pilar gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Rafael Valdemar escribió:Otra vez te encuentro hombre,
cubierto con harapos de melancolía
y alimentando la nostalgia
con la turbia sin razón de los recuerdos.
Tu tiempo se detiene en un instante
mordiéndote la piel que duele
como si fueran arrugas en el alma
que se reflejan en los jirones de tristeza
que habitan el espejo.

A los susurros del silencio escuchas
igual que un eco adormecido,
y la rabia te crece en plenitud
como ese apetito que surge repentino
y se instala en el cenit de la locura
y va reivindicando la utopía
de pretender ser tú mismo
en este tránsito hacia la nada.

Pero, igual que siempre, sigues tu itinerario
con el corazón deshabitado, por eso
te haces distancia que te aleja del mundo.
Aún así, no te detienes y desapareces
entre la neblina que borra los caminos
que el futuro va trazando mientras
cada día sigues soñando a la intemperie.

Me conmueve el desánimo en este bello poema. Es una forma de creer lo que vemos y dudar lo invisible. La nada es mucho. Abrazo, Rafael. E.R. Aristy

rafel gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael