La fe
Publicado: Dom, 04 Abr 2021 9:34
Es como sentir un ángel de paz en el sueño, sin adjetivos,
como una glicina que trepa hasta el azul con gorriones vírgenes
en su piel, es la nomenclatura que irradia luz, cohetes de adviento
en el pulgar donde las luciérnagas giran, es una alquimia y un muro
abstracto sin rótulos, sin ejércitos de letras que regalen un significado
a la luna. Rezar al sol sin el perfume de la ruleta rota, dormir con una sábana
de amor en el vientre, implorar al desnudo eje del tiempo una flecha
o un alcázar que dé memoria a la nube de este equinoccio que nace
en un óvulo y acaba en el sur del silencio. Mi ansia son dos campanas
ciegas que repican inmóviles, intuyo un clamor de plegarias en la negrura,
es la estridencia insomne de los vencejos; yo quisiera preguntarles si
existe un cielo para los pájaros, y, si no, el porqué de tanta alegría.
como una glicina que trepa hasta el azul con gorriones vírgenes
en su piel, es la nomenclatura que irradia luz, cohetes de adviento
en el pulgar donde las luciérnagas giran, es una alquimia y un muro
abstracto sin rótulos, sin ejércitos de letras que regalen un significado
a la luna. Rezar al sol sin el perfume de la ruleta rota, dormir con una sábana
de amor en el vientre, implorar al desnudo eje del tiempo una flecha
o un alcázar que dé memoria a la nube de este equinoccio que nace
en un óvulo y acaba en el sur del silencio. Mi ansia son dos campanas
ciegas que repican inmóviles, intuyo un clamor de plegarias en la negrura,
es la estridencia insomne de los vencejos; yo quisiera preguntarles si
existe un cielo para los pájaros, y, si no, el porqué de tanta alegría.