PORQUE HAS VIVIDO
Publicado: Dom, 05 Oct 2008 2:31
“Cuando en días venideros, libre el hombre
del mundo primitivo a que hemos vuelto
de tiniebla y de horror, lleve el destino
tu mano hacia el volumen donde yazcan
olvidados mis versos, y lo abras,
yo sé que sentirás mi voz llegarte,
no de la letra vieja, mas del fondo
vivo en tu entraña, con un afán sin nombre
que tu dominarás. Escúchame y comprende.
En sus limbos mi alma quizá recuerde algo,
y entonces en ti mismo mis sueños y deseos
tendrán razón al fin, y habré vivido.”
A un poeta futuro. Luis Cernuda
Y es así como llega a mí tu voz, de un fondo
insospechado que se sabe fue cierto y lo será,
de la emoción que encuentra en la memoria
que tu palabra ahuyenta del olvido
en el afán sin nombre cuyo dominio
incierto nos pediste.
Yo tampoco comprendo a hombres ni a ríos
mas vago en su leyenda
buscando una razón para perderme
en medio de las sombras del alma,
esa que sólo amor la justifica
y espera que su paz la disemine.
No me canto a mí mismo
ni a tu letra que invoco en su temblor,
ni a la promesa ausente de las aguas
que fluyen hacia el mar del silencio
que tantos han llorado.
Canto a la incertidumbre que me enciende
de un tiempo que al final es como el tuyo,
también haciendo míos
a los que no han llegado a ser
sino fulgor futuro de un impulso
del alma esperanzada.
Y quedo enmudecido por todo ese dolor
que se interpuso al genio
de poetas y amigos
que hubieron de perderse
por los caminos tristes de un exilio
empujado por odios insensatos y absurdos.
Porque ya no hay más sueños
de las horas tardías, la gélida penumbra
descompuso la luz,
cubrió el abismo en negro
de la palabra blanca y la negó.
Mas yo ahora no te niego
sino que te rescato como al aire
dorado que te envuelve,
te leo enmudecido bajo el sol deslumbrante
de esta nueva mañana.
También hoy hay horror y oscuridad,
también hoy hay tinieblas
y espesa sensación de miedo y odio
pero te veo hallado en tu nostalgia
sobre la verdad frágil del poeta
que es libre en su palabra.
Tus días venideros han llegado
y no sé si me alcanzan,
no sé si me está oyendo
el elemento amargo que aprisiona tu cuerpo,
pero tiendo mi mano
a tu misiva, tiendo mi mano amiga
a tu tristeza, abro los ojos
presto a comprenderte.
Que de tu limbo el alma te libere indeleble
para saber del gozo de ese algo que recuerdes
fue puro alguna vez.
Aquí estoy, Luis, amigo.
Te escucho y te comprendo
porque tienes razón,
porque has vivido.
J. Borao
del mundo primitivo a que hemos vuelto
de tiniebla y de horror, lleve el destino
tu mano hacia el volumen donde yazcan
olvidados mis versos, y lo abras,
yo sé que sentirás mi voz llegarte,
no de la letra vieja, mas del fondo
vivo en tu entraña, con un afán sin nombre
que tu dominarás. Escúchame y comprende.
En sus limbos mi alma quizá recuerde algo,
y entonces en ti mismo mis sueños y deseos
tendrán razón al fin, y habré vivido.”
A un poeta futuro. Luis Cernuda
Y es así como llega a mí tu voz, de un fondo
insospechado que se sabe fue cierto y lo será,
de la emoción que encuentra en la memoria
que tu palabra ahuyenta del olvido
en el afán sin nombre cuyo dominio
incierto nos pediste.
Yo tampoco comprendo a hombres ni a ríos
mas vago en su leyenda
buscando una razón para perderme
en medio de las sombras del alma,
esa que sólo amor la justifica
y espera que su paz la disemine.
No me canto a mí mismo
ni a tu letra que invoco en su temblor,
ni a la promesa ausente de las aguas
que fluyen hacia el mar del silencio
que tantos han llorado.
Canto a la incertidumbre que me enciende
de un tiempo que al final es como el tuyo,
también haciendo míos
a los que no han llegado a ser
sino fulgor futuro de un impulso
del alma esperanzada.
Y quedo enmudecido por todo ese dolor
que se interpuso al genio
de poetas y amigos
que hubieron de perderse
por los caminos tristes de un exilio
empujado por odios insensatos y absurdos.
Porque ya no hay más sueños
de las horas tardías, la gélida penumbra
descompuso la luz,
cubrió el abismo en negro
de la palabra blanca y la negó.
Mas yo ahora no te niego
sino que te rescato como al aire
dorado que te envuelve,
te leo enmudecido bajo el sol deslumbrante
de esta nueva mañana.
También hoy hay horror y oscuridad,
también hoy hay tinieblas
y espesa sensación de miedo y odio
pero te veo hallado en tu nostalgia
sobre la verdad frágil del poeta
que es libre en su palabra.
Tus días venideros han llegado
y no sé si me alcanzan,
no sé si me está oyendo
el elemento amargo que aprisiona tu cuerpo,
pero tiendo mi mano
a tu misiva, tiendo mi mano amiga
a tu tristeza, abro los ojos
presto a comprenderte.
Que de tu limbo el alma te libere indeleble
para saber del gozo de ese algo que recuerdes
fue puro alguna vez.
Aquí estoy, Luis, amigo.
Te escucho y te comprendo
porque tienes razón,
porque has vivido.
J. Borao