Límites del pensamiento
Publicado: Vie, 26 Mar 2021 19:28
La ceguera del tiempo jamás se justifica,
no hay serpientes bonitas, tan solo venenosas,
perro ciego no muere,
lo natural apremia,
el desconcierto atroz de los anfibios,
un cerebro que siente, o un corazón abierto,
los versos viscerales hasta que ya no escupo,
captar la voz solemne del orden que agoniza,
sembrar fosas comunes, no es ningún recuerdo,
suplantar las raíces con un viento sombrío,
no:
Me gusta hacer acopio de humildad,
desprender la mañana, escatimar en gestos,
aburrir mi mirada y no mi mente,
los nombres que me invento, ni inventarme con ellos.
Levantarme es:
Como un himno al calvario,
a las uñas,
a la carne profunda que se envuelve,
y se escurre en el verbo,
al vacío que creo cuando mi cuerpo absorbe sus huesos y sus músculos,
al margen de la escoria que acaba en los espejos,
al color desgarrado por el cielo.
Cae:
La noche contra el sol.
Lo postra.
Ella no se pone, ni amanece.
Hay un deje de miel en la colmena.
Se puede distinguir el rito del océano.
Su imagen en la sed.
Se puede imaginar cómo se hace una historia.
Cómo se magnifica un nuevo mundo.
Hologramas de fe.
Que llegan a nosotros por fascículos.
Son los círculos blancos que genera la lluvia.
Gota tras gota disipa multitudes.
Mientras crea agujeros en los charcos.
Agujeros que el hombre luego intenta tapar.
Ésa es mi visión del universo.
no hay serpientes bonitas, tan solo venenosas,
perro ciego no muere,
lo natural apremia,
el desconcierto atroz de los anfibios,
un cerebro que siente, o un corazón abierto,
los versos viscerales hasta que ya no escupo,
captar la voz solemne del orden que agoniza,
sembrar fosas comunes, no es ningún recuerdo,
suplantar las raíces con un viento sombrío,
no:
Me gusta hacer acopio de humildad,
desprender la mañana, escatimar en gestos,
aburrir mi mirada y no mi mente,
los nombres que me invento, ni inventarme con ellos.
Levantarme es:
Como un himno al calvario,
a las uñas,
a la carne profunda que se envuelve,
y se escurre en el verbo,
al vacío que creo cuando mi cuerpo absorbe sus huesos y sus músculos,
al margen de la escoria que acaba en los espejos,
al color desgarrado por el cielo.
Cae:
La noche contra el sol.
Lo postra.
Ella no se pone, ni amanece.
Hay un deje de miel en la colmena.
Se puede distinguir el rito del océano.
Su imagen en la sed.
Se puede imaginar cómo se hace una historia.
Cómo se magnifica un nuevo mundo.
Hologramas de fe.
Que llegan a nosotros por fascículos.
Son los círculos blancos que genera la lluvia.
Gota tras gota disipa multitudes.
Mientras crea agujeros en los charcos.
Agujeros que el hombre luego intenta tapar.
Ésa es mi visión del universo.